El "desbloqueo" europeo y la OTAN

El Gobierno Calvo Sotelo debe estar muy preocupado por el desarrollo de la campa?a para la integraci¨®n de Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica y muy escaso de argumentos y de razones espec¨ªficas cuando se ha decidido a afirmar p¨²blicamente que la entrada de Espa?a en la OTAN tendr¨¢ reperpusiones directas en el futuro y en el ritmo de las, negociaciones con la Comunidad Econ¨®mica Europea.El ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, ha empleado todos los resortes diplom¨¢ticos a su alcance para lograr que el futuro debate en el Congreso de los Diputados sobre la adhesi¨®n de Espa?a a la Alianza coincida con cierto desbloqueo de las conversaciones con la CEE, congeladas desde hace m¨¢s de un a?o. P¨¦rez-Llorca habl¨® telef¨®nicamente, la semana pasada, con el Presidente del Consejo de Ministros de la Comunidad, el brit¨¢nico lord Carrington, y con su colega de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher. Sus buenos oficios han tenido una traducci¨®n pr¨¢ctica: los diez han decidido darle aire y sacar de la nevera algunos documentos.

Claro que el apoyo pol¨ªtico de la CEE y el ardiente deseo de Mitterrand de vernos formar parte de la estructura militar de la OTAN -a la que Francia no perternece- no llega hasta el extremo de dar luz verde a los problemas m¨¢s espinosos de la negociaci¨®n. La negativa a discutir, ni por el forro, del aceite de oliva, del vino o de las frutas espa?olas sigue ah¨ª, entremos o no en la OTAN; como sigue ah¨ª la imposici¨®n del IVA (impuesto sobre el valor a?adido) sin per¨ªodo transitorio que puedan llevarse a la boca los empresarios nacionales.

Corto compromiso

A poco se ha comprometido Par¨ªs cuando dej a bien sentado que la discusi¨®n sobre aspectos agr¨ªcolas t¨¦cnicos corresponde a un movimiento t¨¢ctico. Aunque tal vez haya que agradecerle su sinceridad al portavoz franc¨¦s, porque la decisi¨®n del Consejo de Ministros de la CEE tiene, precisamente, toda la apariencia de un movimiento t¨¢ctico que permita a Calvo Sotelo defender mejor su opci¨®n atl¨¢ntica ante las c¨¢maras de televisi¨®n o ante los d¨ªputados.Olvidada la teor¨ªa de las dos caras de una misma moneda, que defendi¨® en alg¨²n momento el ex presidente Su¨¢rez -la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN como un elemento de presi¨®n en las nego ciaciones con la Comunidad-, su sucesor necesitaba una carta que jugar. Su colega Helmut Schmidt -agobiado por la oleada de pro testas anti-OTAN en su propio pa¨ªs- se ha sacado una sota de la manga para ayudarle a. mejorar el juego. El as puede venir despu¨¦s, cuando Schmidt aconseje a sus correligionarios del PSOE que moderen los ataques contra la integraci¨®n de Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica.

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