La reforma penitenciaria se aplica en los centros pilotos de Oca?a y Alcal¨¢ de Henares
Dos proyectos carcelarios, nacidos para ?cumplir a rajatabla con la ley general Penitenciaria?, se han puesto en marcha en Oca?a-2 (Toledo) y en la Unidad Piloto de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). El logro de una convivencia no penosa entre reclusos y la motivaci¨®n para que ¨¦stos realicen actividades culturales, laborales y recreativas son algunos de los factores comunes. Tambi¨¦n comparten la lucha contra el mayor peligro de las c¨¢rceles espa?olas: la masificaci¨®n.
?Es un hotel Rejas con m¨¢s estrellas?, dice un recluso de veinti¨²n a?os de edad, que solicit¨® ir a Oca?a-2 ?para ayudar en la biblioteca?, y ha inaugurado en septiembre, con otros trece destinos (cocinero, peluquero, limpiador...) los ahora solitarios 45.000 metros cuadrados de esta prisi¨®n, creada ?para cumplir a rajatabla con el esp¨ªritu y la letra que establece la ley general Penitenciaria?, seg¨²n sus responsables.El director general de Instituciones Penitenciarias, Enrique Galav¨ªs, tambi¨¦n hace suya esta m¨¢xima. Al parecer, ha sido su inter¨¦s por la supervivencia de este centro -?punto de arranque de la nueva pol¨ªtica carcelaria?- lo que le ha sujetado a su departamento, pues Galav¨ªs pensaba dimitir en solidaridad con el ex ministro de Justicia Fern¨¢ndez Ord¨®?ez. Tambi¨¦n ha motivado la continuaci¨®n de Galav¨ªs el llevar adelante los planes de construcci¨®n de prisiones y de aumento de la plantilla de funcionarios y de la dotaci¨®n econ¨®mica de los centros.
El visitante del centro penitenciario Oca?a-2 -no digamos el interno- agradece la ausencia de olores nauseabundos y de patios, escaleras y habit¨¢culos destartalados a la turca, detalles frecuentes en otras c¨¢rceles espa?olas. ?Ni Carabanchel ni la Modelo deber¨ªan existir?, afirma al un¨ªsono el personal t¨¦cnico de Oca?a-2.
La construcci¨®n del nuevo establecimiento penitenciario de Oca?a, situado junto a la antigua c¨¢rcel, comenz¨® hace siete a?os, inicialmente para cumplimiento de medidas de seguridad, de lo que permanece como se?al un circuito cerrado de televisi¨®n. Tambi¨¦n se pens¨® hacer de Oca?a-2 una prisi¨®n de r¨¦gimen abierto, pero esta idea se desech¨® por la falta de industria de esta localidad toledana. Hoy, el centro es de segundo grado, para internos con edades comprendidas entre los veintiuno y los treinta a?os.
La finalidad actual de Oca?a-2 obedece a un proyecto que presentaron Andr¨¦s Ferreras, crimin¨®logo, y Agust¨ªn Compadre, psic¨®logo, y fue aprobado el 1 de abril del presente a?o. Entonces comenz¨® el proceso de organizaci¨®n, formaci¨®n de plantilla, estructuraci¨®n de actividades, contactos con organismos oficiales y din¨¢mica interna de integraci¨®n y cohesi¨®n de los funcionarios.
La plantilla actual de Oca?a-2 la componen un director, Juli¨¢n Garc¨ªa; un subdirector de tratamiento, V¨ªctor Sancha, y otro de r¨¦gimen, Pedro Ramos; un administrador, Jos¨¦ Mar¨ªa Taberna; un crimin¨®logo y un psic¨®logo -habr¨¢ dos m¨¢s, junto a los autores del proyecto-; ocho educadores -se incorporar¨¢n diecis¨¦is m¨¢s-; tres asistentes sociales -n¨²mero que tambi¨¦n se incrementar¨¢-; un pedagogo y cuatro maestros de taller. Todos ellos son j¨®venes, su edad no supera los 32 a?os, y se proponen ?eliminar las carencias del preso en los ¨¢mbitos educacional, laboral y emocional, fomentando la intervenci¨®n directa de los internos en la formaci¨®n del centro como comunidad de convivencia?, y mantener luego un seguimiento pospenitenciario.
Din¨¢mica de grupo
Los reclusos de Oca?a-2 -adonde tendr¨¢n acceso por propia voluntad- ser¨¢n informados de todo el aparato legal que les afecta mediante publicaciones editadas por la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias. Con los pocos internos que ahora han sido destinados, el equipo de tratamiento del centro ha iniciado ya din¨¢micas de grupo, y en el gran gimnasio donde, junto al campo de f¨²tbol, se pueden realizar actividades deportivas, han tenido lugar varios partidos de baloncesto, Los cuatro talleres -de mec¨¢nica, carpinter¨ªa, electricidad y soldadura- est¨¢n a¨²n sin estrenar, as¨ª como el teatro y las seis habitaciones para visitas ¨ªntimas, que podr¨¢n utilizarse tres horas, una vez al mes. De los seis amplios comedores, s¨®lo se han usado dos.Est¨¢n previstas otras actividades en Oca?a-2: fotograf¨ªa, jardiner¨ªa, creaci¨®n de un peri¨®dico, y lo que pidan los comit¨¦s de participaci¨®n de presos ?si nos conceden dinero?, dice el director de la prisi¨®n. ?Una emisora ser¨ªa demasiao?, sugiere un recluso, quien comenta con sus compa?eros las ventajas de la no limitaci¨®n de cartas y de que no haya ?tanto mogoll¨®n de rejas?. S¨ª hay, en cambio, cristales blindados.
Seg¨²n el director, Juli¨¢n Garc¨ªa, ?hay que trabajar para evitar que las c¨¢rceles sean la universalidad del delito y un centro de degradaci¨®n de la persona. Las prisiones deben adecuarse a las exigencias de la sociedad actual, aunque haya que exprimir los escasos medios con los que se cuenta?, a?ade el crimin¨®logo Ferreras. Pero las c¨¢rceles espa?olas sufren un mal end¨¦mico llamado masificaci¨®n, denunciado por el reciente Sindicato Democr¨¢tico de Funcionarios de Prisiones y por la Asociaci¨®n Profesional de Funcionarios, en la que participa el director de Oca?a-2.
Precisamente una masificaci¨®n imprevista estuvo a punto de yugular el segundo establecimiento carcelario de Oca?a, capaz de albergar a 350 reclusos en celdas individuales, con agua caliente, calefacci¨®n e hilo musical. A principios del presente mes, tras el mot¨ªn en el Centro de Detenci¨®n de J¨®venes, de Carabanchel, cuatrocientas personas estuvieron a punto de ser trasladadas a Oca?a-2, hecho que hubiera alterado la andadura del centro, alegan sus responsables, quienes han acordado mantener un ritmo de recepci¨®n de quince internos cada quince d¨ªas. En estos momentos, 47 presos, preventivos del Centro de J¨®venes. uno de ellos sancionado, est¨¢n bajo custodia en Oca?a.
Motines y represi¨®n
Los miembros del equipo directivo de Oca?a-2 coinciden al opinar que ?la estancia en la c¨¢rcel no tiene por qu¨¦ ser de una opresi¨®n constante para el preso?, y que la represi¨®n en las c¨¢rceles ?es otra manifestaci¨®n del p¨²der?. ?Pero se va notando la democracia en los centros?, a?ade un funcionario. ?Si al funcionario de Prisiones le sit¨²as en un ambiente laboral gratificante, funciona. De lo contrario, se mueve en un ¨¢mbito donde el prisionismo est¨¢ a la orden del d¨ªa, con mafias, depravaci¨®n moral y tensi¨®n entre los reclusos, surgir¨¢n roces?, sostiene Juli¨¢n Garc¨ªa. ?No se puede seguir un tratamiento, por muy ambicioso que sea, si la prisi¨®n no re¨²ne condiciones de operatividad?, puntualiza el psic¨®logo Agust¨ªn Compadre.En la cercana Oca?a-1, otro ejemplo de c¨¢rcel a mejorar, fue abortado un mot¨ªn el pasado mes de agosto. ? En 1977, el movimiento fue m¨¢s espont¨¢neo?, sostienen en Oca?a-2 a prop¨®sito de la amenaza de motines, que, al parecer, se cierne sobre las c¨¢rceles espa?olas. Seg¨²n el personal de este centro, las acciones de los internos ?responden, en ¨²ltimo extremo, a una estrategia de autojustificaci¨®n. El que esto explote interesa a las ideolog¨ªas extremas?.
Experimento penitenciario
Tambi¨¦n con el prop¨®sito de evitar por todos los medios la masificaci¨®n surgi¨® hace tres a?os la idea de iniciar una experiencia penitenciaria piloto, bien dotada, con un m¨¢ximo de dieciocho reclusos, entre los diecis¨¦is y los veinte a?os de edad. Este proyecto, que, si resulta, ser¨¢ aplicado en distintos lugares de Espa?a, se ha plasmado en la prisi¨®n de Alcal¨¢ de Henares, en Madrid. Una parte de esta c¨¢rcel antigua ha sido remodelada y se cree que a primeros de octubre llegar¨¢n los chicos, ya seleccionados desde el principio de verano. La mayor¨ªa ha cometido delitos graves, seis de ellos homicidio, y en el tratamiento criminol¨®gico de su especial circunstancia personal est¨¢ fundamentado el experimento.La unidad depender¨¢ administrativamente de la prisi¨®n de Alcal¨¢, cuyo director es Jos¨¦ Mateo. Los trabajos de criminolog¨ªa y psicolog¨ªa los coordinan Ana de la Rocha y Gloria Corrochano -de esta ¨²ltima y del profesor Jes¨²s Valverde parti¨® el proyecto- Dos educadores y dos asistentes sociales completan el equipo, que pretende hacer posible el autogobierno de los presos. Estos sugerir¨¢n las actividades que m¨¢s les gustan y, de momento, han planeado construir un jard¨ªn y una pista de tenis. Otras experiencias que cuentan con el agrado de los internos son un laboratorio de fotograf¨ªa y la formaci¨®n de un conjunto rock. Los reclusos no abandonar¨¢n el contacto con su ambiente originario y se acercar¨¢n a la universidad y a cuantos centros culturales deseen.
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