Los partidos nacionalistas tienen escasas perspectivas de ¨¦xito en estos comicios
Los partidos nacionalistas gallegos afrontan las elecciones del d¨ªa 20 sin perspectivas de poder competir con los grandes partidos estatales, UCD y PSOE, que fueron espectacularmente derrotados por el PNV y Convergencia Democr¨¢tica de Catalu?a cuando vascos y catalanes votaron, en marzo de 1980, a sus representantes para los respectivos Parlamentos aut¨®nomos.
Las tres fuerzas pol¨ªticas que b¨¢sicamente agrupan a los nacionalistas gallegos, la coalici¨®n Bloque Nacional Popular Gallego (BNPG)-Partido Socialista Gallego, el Partido Galleguista y Esquerda Galega, han llegado a la contienda electoral en condiciones precarias, derivadas no s¨®lo de su escasez de recursos econ¨®micos y su reducida militancia, sino tambi¨¦n de las agudas crisis internas que han vivido en los ¨²ltimos meses dos de estas formaciones.
Crisis en el Bloque
Destacados militantes de la Uni¨®n do Pobo Galego, el partido marxista-leninista que constituye la base del Bloque, como la concejala compostelana Manuela Fragela y el secretario general de la Intersindical Nacional Gallega, Francisco Garc¨ªa Montes, fueron expulsados el pasado mes de mayo por mantener criterios divergentes con Bautista Alvarez y Francisco Rodr¨ªguez, dos hombres considerados como los abanderados de la l¨ªnea dura de la organizaci¨®n, y que hoy controlan la UPG y, en consecuencia, el Bloque.Las diferencias que provocaron la crisis en el Bloque, la fuerza nacionalista con mayor implantaci¨®n en Galicia, comenzaron a detectarse a finales de 1980. Poco despu¨¦s, el intento de golpe de Estado del 23 de febrero empuj¨® a algunos militantes a propugnar para esta organizaci¨®n, que obtuvo 259 concejales en las municipales de 1979, una estrategia de mayor moderaci¨®n.
La iniciativa fue rechazada, y sus promotores, acusados de derechizaci¨®n y burocratismo. Sin embargo, el programa que presenta la coalici¨®n Bloque-PSG para estas elecciones, aunque defienda el derecho a la autodeterminaci¨®n, ofrece tesis y propuestas menos radicales que en otras ocasiones. Bautista Alvarez, presidente de la Uni¨®n do Pobo Galego, ha manifestado a EL PAIS que la crisis atravesada por su partido estuvo promovida por personas proclives a un burocratismo y a un derechismo social ?que no representaba siquiera al 15% del Comit¨¦ Central de la UPG, y que pretend¨ªa controlar los ¨®rganos de direcci¨®n a trav¨¦s de los cargos sindicales?. Sobre la depuraci¨®n realizada, el dirigente nacionalista declar¨®: ?Fueron expulsados por intentar desarrollar sus planteamientos fuera de los cauces org¨¢nicos?.
El presidente de la UPG estima que el Bloque y su aliado, el PSG, est¨¢n siendo discriminados por los medios de comunicaci¨®n, a pesar de lo cual opinan que lograr¨¢n entre cinco o seis diputados en el conjunto de las cuatro provincias gallegas. En cuanto a la defensa de una opci¨®n independentista para Galicia, Bautista Alvarez destac¨®: ?No tenemos inconveniente en que forme parte de un Estado supranacional formado en pie de igualdad con otros territorios de Espa?a?.
Crisis del Partido Galleguista
Las elecciones al Parlamento aut¨®nomo han sido el factor desencadenante de la crisis que ha vivido durante las ¨²ltimas semanas el Partido Galleguista (PG). La decisi¨®n surgi¨® en el congreso que celebr¨® esta fuerza pol¨ªtica, que se declara af¨ªn al PNV y Convergencia, a primeros de junio, y que provoc¨® la salida de Luis Sobrado de la secretar¨ªa general, en favor de Alfonso Alvarez G¨¢ndara. Ambos mantuvieron tesis contrapuestas sobre la estrategia a desarrollar para conseguir la incorporaci¨®n al partido de nuevos militantes y singularmente de los llamados galleguistas hist¨®ricos, algunos de los cuales acuden a estas elecciones como independientes en las listas del PSOE. Sobrado propuso que el congreso quedase abierto para facilitar la captaci¨®n de prestigiosos hombres del galleguismo, pero la iniciativa fue rechazada por G¨¢ndara y sus seguidores. Las disensiones causaron serios problemas al partido, que tuvo dificultades para confeccionar sus listas, por las dimisiones presentadas por los comit¨¦s, de Lugo y Santiago. Ahora, el presidente del PG, Avelino Pousa, afirma que carecen de fundamento las acusaciones de derechizaci¨®n que han formulado contra la actual direcci¨®n los adeptos a Sobrado, y desmiente que la campa?a de los galleguistas haya sido financiada por la CEOE, hip¨®tesis que han lanzado algunos partidos, si bien afirma que un banco gallego ha hecho una peque?a aportaci¨®n.
Perspectivas de un partido tipo bisagra
Sobre las perspectivas de futuro para el Partido Galleguista, que ha invertido unos quince millones de pesetas en su campa?a y aspira a alcanzar entre seis y doce diputados, Pousa comenta que podr¨ªa convertirse en el partido bisagra, necesario para gobernar tanto si gana UCD como el PSOE. Para pactar ponen una condici¨®n: que la LOAPA no sea aplicada en Galicia. Esquerda Galega, una fuerza pol¨ªtica constituida recientemente por ex militantes del Partido del Trabajo y, fundamentalmente, del Partido Obrero Galego, no ha atravesado conflictos graves ante estas elecciones.Durante su campa?a electoral, este partido, a mitad de camino entre el comunismo y el socialismo, ha tratado de renovar los sistemas para atraer la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica gallega. Flet¨® un barco, el Xurelo, para acudir a protestar por el vertido de residuos radiactivos frente a las costas de Galicia, y ha procurado dar un aire festivo a sus actos de masas. Camilo Nogueira, secretario de relaciones pol¨ªticas del partido, estima que, ?en base a la aceptaci¨®n popular que estamos teniendo, deber¨ªamos conseguir al menos siete diputados?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.