Sector electr¨®nico: ?juega la banca ?
A veces se tiene la sensaci¨®n de estar experimentando una vivencia repetida, como si se la hubiera so?ado con antelaci¨®n, o como si perteneciera a otra reencarnaci¨®n. Pero incluso ocurre que hay realmente situaciones id¨¦nticas en momentos dispares.As¨ª, leyendo la propuesta. de modelo industrial realizada por el director general del Banco de Bilbao en EL PAIS del pasado d¨ªa 14, nos encontramos con una relaci¨®n de los sectores b¨¢sicos y estrat¨¦gicos que, a su juicio, deben constituir la base de las tendencias de nuestra oferta industrial a medio y largo plazo, compuesta por la siderurgia, los astilleros, la prospecci¨®n de hidrocarburos y la miner¨ªa en general: El modelo contiene tambi¨¦n exclusiones concretas, como la automoci¨®n, la qu¨ªmica org¨¢nica y los componentes electr¨®nicos, adem¨¢s de una larga serie de exclusiones impl¨ªcitas, al no citar ya al resto de las actividades econ¨®micas. Pues bien, ante semejante propuesta, nuestra primera reacci¨®n fue mirar la fecha del peri¨®dico, por si se trataba de alg¨²n revival de los a?os cuarenta, ahora que est¨¢ de moda lo carroza. Pero no; este diario es demasiado joven para tener secciones retrospectivas.
El mundo camina hacia la informaci¨®n
A fin de cotejar la propuesta, decididamente actual, con otro ocumentos al uso, repasamos varias publicaciones, revistas, memorias y estudios econ¨®micos nacionales y, efectivamente, encontramos una aterradora coherencia los financieros espa?oles no parecen haberse enterado a¨²n de que el mundo (al menos, el resto del mundo) camina hacia la sociedad de la informaci¨®n, donde las telecomunicaciones, la electr¨®nica y la inform¨¢tica van a jugar un papel vital y decisivo. Mientras en los pa¨ªses desarrollados corren r¨ªos de tinta y afluyen crecientes inversiones sobre este sector; mientras el mismo Papa reflexiona en su ¨²ltima enc¨ªclica sobre la importancia del fen¨®meno telem¨¢tico, y mientras los m¨¢s importantes estudios prospectivos internacionales (OCDE, Arthur D. Little, etc¨¦tera) subrayan la presencia de estas t¨¦cnicas en los mism¨ªsimos cimientos del nuevo orden econ¨®mico que se avecina, los responsables de las finanzas espa?olas se entretienen en proyectar nuestro futuro industrial a base de material de derribo, con todos los respetos hacia sectores de los que, indudablemente, no podemos prescindir, pero a los que no nos podemos limitar, si no queremos suicidarnos a poco m¨¢s de noventa d¨ªas vista.
Un sector b¨¢sico
Cuesta trabajo admitir que, si la propuesta del banco que ocupa el cuarto lugar de importancia es representativa, la banca espa?ola piense que el sector electr¨®nico e inform¨¢tico no debe ser ni b¨¢sico ni estrat¨¦gico, sino que debemos `jugar el papel de consumidores cualificados o el de fabricantes instrumentales, es decir, no empresarios". M¨¢xime cuando las propias entidades financieras adquieren m¨¢s de 30.000 millones de pesetas anuales en equipos electr¨®nicos e inform¨¢ticos -en su gran mayor¨ªa importados- y deben una buena parte de sus aumentos de productividad a la electr¨®nica, basando el atractivo de sus nuevos servicios en la utilizaci¨®n de equipos y sistemas telem¨¢ticos.
T¨¦ngase en cuenta que no partir¨ªamos de la nada, puesto que en la situaci¨®n actual contamos con un sector industrial electr¨®nico e inform¨¢tico que produce ya cerca de 200.000 millones de pesetas al a?o, y con unas tasas medias de crecimiento del mercado superiores a las del resto de nuestra econom¨ªa. Si los criterios imperantes en la actuaci¨®n inversora de la banca espa?ola priman los servicios y olvidan una industria de punta como la electr¨®nica e inform¨¢tica, tal vez consigan mover su dinero m¨¢s aprisa y con m¨¢s rendimiento a corto plazo, pero de esa forma seguir¨¢n contribuyendo a perpetuar nuestra condici¨®n de usuarios de las tecnolog¨ªas y productos que otros pa¨ªses generen. Y eso, a medio y largo plazo, tiene un precio muy caro: mayor dependencia in.ternacional, menor competitividad, m¨¢s paro.El optimismo- y el futuroLos profesionales y los empresarios del sector electr¨®nico e inform¨¢tico nos preguntamos si -se nos ha: asignado definitivamente el papel de pa¨ªs tercermundista y, por tanto, debemos ir teniendo en regla el pasaporte, o si, por el contrario, se nos permite ser optimistas una vez mas en cuanto al futuro del pa¨ªs.
Si las entidades financieras privadas buscan "sectores b¨¢sicos y de notable valor a?adido" sobre los que modelar la oferta industrial espa?ola a medio y largo plazo, aqu¨ª tienen uno con el que ya est¨¢n experimentando desde hace tiempo sus colegas de los principales pa¨ªses del mundo, con resultados altamente satisfactorios, no s¨®lo para ellos mismos, sino para sus respectivas econom¨ªas nacionales. ?Hagan juego, se?ores!
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