Didier Flamand y la compa?¨ªa Retour de Gulliver presentan en Madrid el trabajo colectivo "Cuidado con los zepelines"
Las im¨¢genes y los sonidos de una guerra, en el escenario del Espa?ol
El actor y director franc¨¦s Didier Flamand, creador del espect¨¢culo Cuidado con los zepelines, que presentar¨¢, a partir de ma?ana, en el teatro Espa?ol de Madrid, intenta modificar los h¨¢bitos del p¨²blico con una creaci¨®n colectiva donde predominan la imagen y el sonidosobre el texto teatral. El director declar¨® en Par¨ªs que tiene mucho inter¨¦s en la confrontaci¨®n de la obra con el espectador espa?ol y piensa que ?la imaginaci¨®n del p¨²blico puede explotar y se dar¨¢n reacciones paralelas al hecho artistico?.
Didier Flamand, de 34 a?os, ha conseguido con la compa?¨ªa Retour de Gulliver, desde su creaci¨®n en 1978, a pesar de las dificultades de desarrollo de los grupos independientes en el medio teatral franc¨¦s, obtener el reconocimiento p¨²blico con el espect¨¢culo Cuidado con los zepelines, que en los ¨²ltimos tres a?os han representado, en cortas temporadas, en Francia y en festivales internacionales de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Finlandia, Holanda e Italia, hasta convertirse en la obra representativa de Francia en el extranjero, a trav¨¦s de la asociaci¨®n Action Artistique. El pasado s¨¢bado finalizaron en la sala Favart (antes Opera-Comique), de Par¨ªs, quince representaciones extraordinarias, cuya primera sesi¨®n estuvo dedicada a conmemorar el 20? aniversario de Amnist¨ªa Internacional.La comprensi¨®n de Cuidado con los zepelines carece de barreras ling¨¹¨ªsticas, ya que el texto teatral es sustituido por elementos audiovisuales, como im¨¢genes, colores, m¨²sica, sonidos y ruidos. El argumento que desarrollan los treinta comediantes de la compa?¨ªa Retour de Gulliver a trav¨¦s de 32 cuadros y dos horas de espect¨¢culo tiene como referencia las im¨¢genes de la infancia de un joven soldado que est¨¢ a punto de morir en una mesa de operaciones. ?Exageradas, embellecidas por los a?os, aquellas im¨¢genes nos son restituidas a trav¨¦s de unas escenas breves, flashes impregnados a la vez de emociones, sensaciones, ruidos y hasta de olores; flashes sobre el campo, la familia, actos sociales, el calor, pero tambi¨¦n la pol¨ªtica, los negocios, el orden, todo el engranaje social que le ha obligado a luchar por su pa¨ªs?.
Didier Flamand explica que ?I punto de partida de Cuidado con los zepelines es un asunto de guerra y su correspondencia en im¨¢genes visuales y sonoras. ?En mi concepci¨®n creativa cuentan mucho las im¨¢genes y los sonidos, adem¨¢s de una fuerte motivaci¨®n personal. En este espect¨¢culo se trataba de extrapolar los sentidos y los sentimientos, a partir de una selecci¨®n de im¨¢genes que surg¨ªa una vez concretado el tema b¨¦lico. Estas propuestas pasan a los actores y es entonces cuando se realiza el trabajo colectivo, a base de improvisaciones y aportaciones de los actores, desde su propia historia personal, con su alma y su cuerpo?.
Ordenar las energ¨ªas
La formaci¨®n inicial de la compa?¨ªa Retour de Gulliver se concreta en los a?os setenta, cuando Didier Flamand dirige los talleres de teatro en la Escuela Polit¨¦cnica y en la facultad de Ciencias, donde estudian el m¨¦todo de Stanislavsky a trav¨¦s de las ense?anzas de Lee Strasberg sobre la actuaci¨®n. Flamand opina que este m¨¦todo no s¨®lo se aplica a las obras realistas ¨® naturalistas. ?El m¨¦todo juega con la historia personal del actor, con todos sus elementos de verdad y vida que permitan la expresi¨®n. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta la din¨¢mica de grupo y el trabajo corporal en relaci¨®n con el espacio, con el objeto de ordenar las energ¨ªas sobre un escenario. Esta forma de trabajar puede servir para cualquier obra, ya sea on¨ªrica o realista. Lo importante es que el actor crea en lo que hace, que se sienta implicado en la medida que trate de utilizar su imaginaci¨®n, sus ideas y vivencias?.La idea inicial del asunto b¨¦lico en la propuesta de espect¨¢culo de Didier Flamand presentaba a unos soldados de opereta, como en las colecciones de soldaditos de plomo o recortables. En realidad, los soldados que aparecen en la obra pueden ser de cualquier guerra, ?incluso puede tratarse de una guerra m¨ªtica?. El hecho de concretarse en la primera guerra mundial se debe a una facilidad de vestuario.
El t¨ªtulo de Prends bien garde aux zeppelins pertenece a un poema de Apollinaire. escrito durante la guerra. ?Buscaba una frase?, dice Flamand, ?que pudiera significar la fuerza y, al mismo tiempo, con un contenido ir¨®nico asociado con la infancia. Los zepelines se convirtieron en objetos de guerra y portadores de desgracias. Una madre pod¨ªa despedir a su ni?o con recomendaciones de que fuera bueno, se abrigara bien y, sobre todo, que tuviera mucho cuidado con los zepelines?.
La evoluci¨®n teatral de Didier, Flamand y la compa?¨ªa Retour de Gulliver comienzacon su primer espect¨¢culo, Ecce homo, basado en un poema de Henri Michaux. ?En esta pieza teatral, el hombre era el punto de partida. En Cuidado con los zepelines se presenta al hombre en la guerra.
El pr¨®ximo espect¨¢culo ser¨¢ el mundo del teatro, que completa el trabajo y culmina un ciclo que conduce hacia la palabra, donde el texto, las ?m¨¢genes y el sonido estar¨¢n en igualdad de condiciones. El aparente rechazo del texto es una manera de rebeli¨®n contra una forma de teatro que me aburre, donde el texto es lo ¨²nico importante y los sentimientos del actor quedan relegados a un plano secundario. Trato de modificar los h¨¢bitos del p¨²blico, valorar las cosas sobreentendidas, que son las habituales en la vida cotidiana. No estoy en contra del texto teatral. Es como un aprendizaje, una, evoluci¨®n de la imagen a la palabra?.
Es la primera vez que Didier Flamand presenta un trabajo en Espa?a. Como actor ha intervenido en programas de televisi¨®n y en varias pel¨ªculas.
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