La CEE trata de negociar una cl¨¢usula de salvaguardia discriminatoria para la agricultura espa?ola

La v¨ªa de "cooperaci¨®n pol¨ªtica", aceptada por P¨¦rez-Llorca como mecanismo acelerado de acceso de Espa?a a las Comunidades Europeas, podr¨ªa traer graves consecuencias para la agricultura espa?ola, seg¨²n se refleja en un documento de circulaci¨®n interna de la secretar¨ªa del Consejo que fue presentado en la conferencia de ministros celebrada en Luxemburgo el 26 de octubre.

Este documento, comentado por Actualidad Agraria en su ¨²ltimo n¨²mero, presenta como aspecto m¨¢s pol¨¦mico la posible discriminaci¨®n que supondr¨ªa para la agricultura espa?ola una cl¨¢usula de salvaguardia, en virtud de la cual la CEE se reserva el derecho de levantar o bajar barrera ante cualquier desajuste en los mercados agr¨ªcolas producido por la adhesi¨®n de Espa?a a la Europa de los diez.

Seg¨²n el texto que cita Actualidad Agraria, tanto la CEI como el pa¨ªs aspirante, tienen derecho a establecer una doble cl¨¢usula de salvaguardia "general y rec¨ªproca", que permita levantar o bajar barreras cuando las condiciones de mercado as¨ª lo aconsejen.

Esta cl¨¢usula, que, sin duda va a acelerar la marcha de las negociaciones, podr¨ªa suponer, en el caso de llevarse hasta sus ¨²ltimos extremos, una patente de corso para que Francia siga practicando el boicoteo a los camiones espa?oles ante cualquier amenaza de competencia en el mercado de los productos agrarios.

Por otra parte, el informe del Consejo de las Comunidades Europeas critica veladamente el escaso rigor de las estad¨ªsticas agrarias espa?olas y se?ala la necesidad de que el pa¨ªs candidato tome buena nota de los seguimientos que actualmente se llevan a cabo en la CEE sobre el estado puntual de un determinado cultivo y sobre los arranques y plantaciones realizados durante un cierto per¨ªodo de tiempo.

El documento citado abunda en comentarios sobre el desconocimiento que se tiene en Bruselas acerca de la realidad de la agricultura espa?ola. En este sentido, la red contable y las encuestas base sobre frutales y vi?edo, junto a una puesta al d¨ªa del censo agrario a realizar en 1982, se ofrecen como algunas de las sugerencias que Espa?a debe seguir antes de presentar sus verdaderas credenciales agr¨ªcolas sobre la mesa de negociaciones en el marco de la adhesi¨®n.

Adaptar nuestra pol¨ªtica

El documento del Consejo de las Comunidades Europeas hace serias advertencias a la candidatura espa?ola, en el sentido de que, desde el momento de su adhesi¨®n, deber¨¢ supeditarse a las normas de funcionamiento comunitario, especialmente en lo que concierne a grasas vegetales, vino y hortalizas.

Sobre la petici¨®n formulada por la delegaci¨®n espa?ola, en el sentido de que se establezca una colaboraci¨®n en el actual proceso de reforma interna de la pol¨ªtica agraria com¨²n, la respuesta de la CEE, viene a decir que Espa?a tendr¨¢ derecho a todo tipo de informaci¨®n sobre el proceso, pero, en ning¨²n caso, podr¨¢ intervenir en las declaraciones.

La dureza de este documento, que contrasta notablemente con el ¨²ltimo presentado en Madrid recientemente por el. Consejo Econ¨®mico y Social de Bruselas, ha sido valorado por algunos observadores como "normal", teniendo en cuenta que se trata de un texto base para negociar.

Los tres productos m¨¢s afectados ser¨ªan el aceite de oliva, el vino y las frutas y hortalizas. Para el primero, la estrategia parece dirigirse a aligerar los actuales excedentes. Para ello se tratar¨¢ de establecer una relaci¨®n de precios entre el aceite de oliva y el de semillas oleaginosas de dos a uno (actualmente esta relaci¨®n es del orden de 2,6 a uno), a fin de salvaguardar los intereses de los productores. Esto supondr¨¢ para el FEOGA, en el momento de la entrada de Espa?a, unos costos de 1.400 millones de pesetas.

Para el vino, el documento de reforma apunta a lograr producciones de mayor calidad, en base a un aumento del grado alcohom¨¦trico m¨ªnimo del 0,5%.