Alemania Occidental, escenario principal del despliegue militar de la Alianza Atl¨¢ntica en Europa
El ingreso de la Rep¨²blica Federal de Alemania en la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN), ¨²ltimo pa¨ªs que se adhiri¨® hasta ahora en la Alianza, el 6 de mayo de 1955, supuso cerrar para siempre la posibilidad de la reunificaci¨®n alemana. Actualmente, en la RFA, pa¨ªs donde se encuentra ahora una de las mayores concentraciones de armas at¨®micas del planeta, y que desempe?a uno de los m¨¢s importantes papeles defensivos dentro de la Alianza ha resurgido con pujanza un importante movimiento pacifista que considera un riesgo el despliegue de armamentos en su territorio.
, En la RFA, a comienzos de los a?os cincuenta, la pol¨¦mica sobre el rearme alem¨¢n, la creaci¨®n de un Ej¨¦rcito federal y, finalmente, el ingreso en la OTAN estuvo siempre presente en el enfrentamiento pol¨ªtico entre los democristianos del entonces canciller Konrad Adenauer y la oposici¨®n socialdem¨®crata. En la votaci¨®n en el Parlamento federal (Bundestag), del 27 de febrero de 1955, 150 socialdem¨®cratas votaron en bloque contra el ingreso en la OTAN. La entrada en la OTAN supuso para la RFA la recuperaci¨®n de un grado mayor de soberan¨ªa nacional, porque las tropas de ocupaci¨®n de los pa¨ªses aliados occidentales quedaron en el territorio federal, pero ya como aliados del nuevo miembro de la OTAN.La recuperaci¨®n de la soberan¨ªa se produjo s¨®lo en la parte occidental de la antigua Alemania, porque la decisi¨®n de ingresar en la alianza militar occidental sell¨® la divisi¨®n alemana. Una semana despu¨¦s de la entrada de la RFA en la OTAN se cre¨® formalmente el Pacto de Varsovia.
Actualmente, a lo largo de 1.346 kil¨®metros de frontera entre las dos Alemanias, est¨¢n encarados los dos pactos militares, y en el territorio de la RFA, seg¨²n recientes estudios, se encuentra la mayor concentraci¨®n de armas at¨®micas existente en el planeta. Un tema que ocupa continuamente a los historiadores y expertos en ciencia pol¨ªtica y que recientemente se replantean en la RFA muchas personas, con motivo del auge del movimiento pacifista, es lo que hubiera ocurrido si la RFA hubiese optado por una alternativa neutralista y desarmada.
El 10 de marzo de 1952, el dirigente sovi¨¦tico Jos¨¦ Stalin envi¨® una nota de siete puntos, en la que propon¨ªa: reunificaci¨®n de Alemania, retirada en un a?o de todas las tropas de ocupaci¨®n y el compromiso de no ingresar en ninguna alianza militar, ?a Alemania se le permitir¨¢ un Ej¨¦rcito nacional propio, con fuerzas de tierra, mar y aire, con las fuerzas que sean necesarias para la defensa del pa¨ªs?.
La nota de Stalin no mereci¨® la consideraci¨®n del canciller federal, el democristiano Konrad Adenauer, que estaba decidido a llevar adelante la integraci¨®n de la RFA en Occidente. La nota de Stalin se consider¨® un intento sovi¨¦tico de impedir ese proceso.
Hoy algunos hablan de una oportunidad perdida,y se argumenta que Austria, un pa¨ªs que form¨® parte del III Reich hitleriano, y que estaba dividido en cuatro zonas de ocupaci¨®n, recuper¨® la integridad territorial y la plena soberan¨ªa nacional con la aceptaci¨®n voluntaria de la neutralidad.
La tesis opuesta argumenta que una Alemania neutral habr¨ªa ca¨ªdo en poder de la Uni¨®n Sovi¨¦tica de una forma similar a Hungr¨ªa, Polonia o Checoslovaquia. Actualmente, en la RFA, la OTAN se considera oficialmente un elemento indispensable de la pol¨ªtica exterior y de defensa, pero recientemente ha surgido con pujanza un movimiento pacifista, que recupera las tesis anti-OTAN de los a?os cincuenta, y exige una Alemania unificada, neutralista y desarmada. La localizaci¨®n geogr¨¢fica de la RFA, en la punta de lanza misma de la OTAN frente al Pacto de Varsovia, ha convertido el pa¨ªs en el escenario inmediato de un enfrentamiento militar convencional entre el Este y el Oeste.
"Defensa avanzada"
Sobre el territorio federal alem¨¢n, en caso de invasi¨®n por parte de las tropas del Pacto de Varsovia, tendr¨ªa que ponerse en pr¨¢ctica la doctrina de la defensa avanzada de la OTAN. La defensa avanzada consiste en defender el territorio lo m¨¢s pr¨®ximo posible a la frontera y, en caso de retroceso, ceder el m¨ªnimo posible y pasar inmediatamente al ataque.
En el caso de fracasar el intento de contener el ataque con fuerzas convencionales entrar¨ªa en juego la respuesta flexible de la OTAN, que prev¨¦ una reacci¨®n escalonada, hasta el empleo de armas at¨®micas. El objetivo de la respuesta flexible es hacer que el riesgo para un potencial agresor resulte incalculable previamente sin recurrir inmediatamente a la represalia nuclear total. El Ej¨¦rcito federal alem¨¢n no dispone de armas at¨®micas, pero tiene armamento capaz de transportar y disparar esas cabezas nucleares en caso de guerra. El Instituto de Investigaci¨®n de la Paz de Estocolmo (SPRI) calcula que hay 10.000 cabezas nucleares estacionadas en la RFA. En Bonn se da la cifra inoficial de s¨®lo 5.000.
De estas 5.000 cabezas at¨®micas, seg¨²n un trabajo de la revista Stern, 2.500 pasar¨ªan a disposici¨®n del Ej¨¦rcito federal alem¨¢n en caso de guerra; las tropas norteamericanas estacionadas en la RFA tendr¨ªan 2.000 y las quinientas restantes estar¨ªan a disposici¨®n de los otros pa¨ªses aliados de la OTAN.
Por el alcance de parte de los cohetes encargados de lanzar estas armas at¨®micas se deduce que muchas de ellas s¨®lo pueden lanzarse sobre la otra Alemania, la RDA, o incluso sobre el propio territorio federal, dentro de la estrategia de respuesta flexible a una invasi¨®n del Este.
La idea de bombardear la otra Alemania o el propio territorio con bombas at¨®micas repugna incluso a los m¨¢s belicistas, pero la respuesta a esta alternativa del diablo es completamente diferente: unos proponen un mayor armamento para atemorizar al contrario y disuadirle, y los pacifistas responden, como dec¨ªa una pancarta en la reciente manifestaci¨®n en Bonn, que ?buscar la paz con m¨¢s armas es como darle aguardiente a un alcoh¨®lico?.
En caso de guerra est¨¢ previsto que, con el empleo de un c¨®digo cibern¨¦tico, las armas at¨®micas pasen a disposici¨®n del Ej¨¦rcito federal alem¨¢n.
Dentro de la OTAN, el Ej¨¦rcito federal alem¨¢n est¨¢ considerado como uno de los m¨¢s potentes y cuenta con algo menos de medio mill¨®n de soldados, de reclutamiento, contratados temporalmente y oficiales profesionales.
El Ej¨¦rcito de tierra (341.400 hombres) est¨¢ formado por unidades que en tiempo de paz est¨¢n siempre preparados para luchar si se produce un ataque sorpresa.
En caso de guerra, la direcci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs decide qu¨¦ unidades pueden pasar a combatir fuera del territorio federal como parte integrante de las fuerzas de ataque de la OTAN. Tres cuerpos del Ej¨¦rcito de Tierra alem¨¢n tienen asignada en la frontera entre las dos Alemanias un sector al lado de otros pa¨ªses aliados: Estados Unidos, Reino Unido, Canad¨¢, B¨¦lgica, Holanda y Dinamarca.
La aviaci¨®n de la RFA tiene 110.540 hombres. La disposici¨®n para entrar en combate tiene que ser permanente, incluso sin movilizaci¨®n. En tiempo de paz las fuerzas de defensa a¨¦rea y de vigilancia del espacio a¨¦reo est¨¢n bajo el mando de la OTAN para poder reaccionar inmediatamente a un ataque sorpresa.
La Marina federal alemana cuenta con 38.060 hombres y tiene encomendada la misi¨®n de asegurar el mar del Norte y mantener los accesos al B¨¢ltico en el flanco norte de la OTAN. La pol¨¦mica actual sobre la OTAN en la RFA se centra en el estacionamiento en el territorio federal alem¨¢n de los nuevos cohetes at¨®micos de la Alianza: 108 Pershing-2 y 96 misiles Cruise, que es la parte que le corresponde estacionar a la RFA, seg¨²n los acuerdos del grupo de planes nucleares de la OTAN del a?o 1979. El doble acuerdo de la OTAN de 12 de diciembre de 1979 decidi¨® el estacionamiento de los nuevos cohetes at¨®micos en Europa y al mismo tiempo ofrecer negociaciones de desarme a la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Si hasta 1983 esas negociaciones de desarme no dan resultados positivos, se comenzar¨¢ el estacionamiento. El Gobierno de Bonn ha dicho claramente que no quiere ser el ¨²nico en estacionar las nuevas armas y tendr¨¢ que estacionar simult¨¢neamente, ?por lo menos, un pa¨ªs continental europeo que no tenga armamento nuclear propio?, es decir, Italia, B¨¦lgica u Holanda. Bonn se niega a ser la ¨²nica rampa del continente para las nuevas armas.
Esta es la postura del Gobierno, pero la protesta contra las nuevas armas va m¨¢s lejos. En la Prensa y en medios pol¨ªticos norteamericanos se habla con frecuencia de finlandizaci¨®n de la RFA. Recientemente, el presidente de los escritores de la RFA, el socialdem¨®crata Bernt Engelmann, coment¨® con un cierto cinismo: ?Ojal¨¢ pudi¨¦semos finlandizarnos, porque as¨ª, al menos, podr¨ªamos decidir qu¨¦ clase de armas at¨®micas no nos imponen en nuestro territorio?.
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