Espa?a quiere negociar con la CEE un plan global de pesca que sustituya al sistema anual de licencias
, Espa?a va a intentar, una vez m¨¢s, que la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) acepte estudiar un plan de pesca de aqu¨ª a la adhesi¨®n de nuestro pa¨ªs, en lugar de establecer, a?o a a?o, un n¨²mero determ¨ªnado de licencias y de capturas autorizadas a los pesqueros espa?oles en aguas de los diez. En el plano inmediato, Madrid ha pediido a la CEE una cuota extraordinaria de trescientas toneladas de merluza en la llamada zona octava (golfo de Vizcaya), alegando que las exportaciones de pescado de la CEE hacia Espa?a han aumentado notablemente, y que debe tenerse en cuenta el principio de reciprocidad.Los pesqueros espa?oles agotaron su cuota el pasado mes de octubre, y permanecen inactivos en sus puertos de atraque, viendo como pasan a trav¨¦s de la frontera nules de toneladas de pescado, sobre todo franc¨¦s, que a ellos se les inipide capturar.
A Fin de plantear estas cuestionos, el subsecretario de Pesca, Miguel Aldasoro, ha visitado en Bruselas al comisario encargado de las negociaciones de pesca, el griego Georges Contogeorgis. Aldasoro Ira realizado en los ¨²ltimos d¨ªas dos visitas de trabajo a Dubl¨ªn (Irlanda) y, Londres (Reino Unido), de las que se declara satisfecho.
Por primera vez Espa?a acudir¨¢ a las negociaciones con la CEE con una pol¨ªtica pesquera definida y a largo plazo. El Gobierno espa?ol ha establecido ya un plan de modernizaci¨®n de la flota pesquera, as¨ª como diversos alicientes para la creaci¨®n de sociedades mixtas que permitan matricular barcos espa?oles en pa¨ªses comunitarlos. De hecho, hay ya m¨¢s de veinte pesqueros espa?oles que faenan bajo pabell¨®n brit¨¢nico y se intenta aumentar su n¨²mero, antes de que las presiones francesas terminen por obligar a Londres a modificar su actual legislaci¨®n, favorable a este tipo de operaciones.
Los responsables de la pesca en Espa?a conocen la opini¨®n de la CEE seg¨²n la cual es imposible que nuestro pa¨ªs se adhiera a la Comunidad Econ¨®mica Europea con una flota pesquera de las caracter¨ªsticas de la actual. Espa?a posee 416 arrastreros y una capacidad pesquera superior a la de la CEE como conjunto. Pese a que el Mercado Com¨²n a¨²n no ha aceptado nunca discutir con los espa?oles la reestructuraci¨®n que ser¨ªa necesaria antes de la adhesi¨®n, Madrid ha decidido actuar sin esperar m¨¢s, y acudir este a?o a la negociaci¨®n con la CEE (que no comenzar¨¢ antes de diciembre, despu¨¦s del Consejo de Ministros de la Pesca de los diez, en la que, posiblemente, se lleguen a acuerdos que permitan la construcci¨®n de la llamada Europa azul) con una l¨ªnea de pol¨ªtica pesquera bien definida y concreta
Las negociaciones se prev¨¦n, como siempre, dif¨ªciles y largas, dada la tendencia de la Comunidad de disminuir progresivamente el n¨²mero de capturas y la cuota para los pesqueros espa?oles. En esta ocasi¨®n, Madrid va a intentar nuevamente convencer a los comunitarios de la necesidad de actuar a plazo m¨¢s largo.
Para ellos, los negociadores espa?oles utilizaron dos argumentos: la necesidad de que la CEE tenga en cuenta la potencialidad del mercado interior de consumo de pescado en Espa?a, nuestro pa¨ªs come m¨¢s pescado que ning¨²n otro de la CEE, y cuando nos integremos aportaremos nuestra flota, pero tambi¨¦n una especial debilidad por la merluza o la anchoa. El segundo argumento es muy simple en su exposici¨®n, aunque los expertos de la CEE no quieran ni o¨ªr hablar de ¨¦l: Espa?a, que importaba hace menos de diez a?os menos de quinientas toneladas de pescado, procedente de los diez, importa ahora 16.000 toneladas (datos de 1980). "Si se nos quiere imponer una contabilidad estricta, nosotros tambi¨¦n podernos hacerlo", afirman los expertos espa?oles.
De hecho, hace menos de quince d¨ªas el Gobierno espa?ol ha reducido la vigencia de las licencias de importaci¨®n de pescado de 45 a veinte d¨ªas, un buen arma a la hora de controlar m¨¢s r¨¢pidamente las importaciones.
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