Altos cargos del PCE se oponen a la destituci¨®n inmediata de los dirigentes "renovadores"
Tres altos cargos del Partido Comunista de Espa?a (PCE) manifestaron su oposici¨®n, en la reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo del pasado viernes, a la propuesta de destituci¨®n contra seis miembros del Comit¨¦ Central, todos ellos vinculados a la corriente renovadora. Se trata de Nicol¨¢s Sartorius, vicesecretario general del partido; Marcelino Camacho, secretario general de Comisiones Obreras, y Jordi Sol¨¦ Tura, portavoz del Grupo Parlamentario Comunista. Todos ellos consideraron censurable la conducta de los dirigentes renovadores, pero no est¨¢n de acuerdo con las sanciones previstas. Madrid era ayer un hervidero de reuniones de distintos niveles en la organizaci¨®n comunista.
La pugna establecida entre la l¨ªnea oficial, cuyo m¨¢ximo exponente es Santiago Carrillo, y los renovadores parece haber llegado a su momento de m¨¢xima tensi¨®n. Estos ¨²ltimos tratan de reunir apoyos en el Comit¨¦ Central, que el pr¨®ximo martes habr¨¢ de ratificar o no las propuestas de destituci¨®n de seis de sus miembros -Manuel Azc¨¢rate, Pilar Brabo, Carlos Alonso Zald¨ªvar, Julio Segura, Pilar Arroyo y Jaime Sartorius-, acusados abiertamente por el secretario general de constituir una ?tendencia organizada por la v¨ªa de hecho?.La mencionada reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo comenz¨® con una amplia exposici¨®n del secretario eleneral del partido, Santiago Carrillo, quien present¨® la propuesta de destituci¨®n de seis miembros del Comit¨¦ Central, refiri¨¦ndose a la crisis de la democracia en Espa?a. A juicio de Carrillo, los partidos pol¨ªticos son esenciales para el sistema democr¨¢tico, y los conflictos internos de aquellos son un espect¨¢culo lamentable, porque forman parte de la crisis del sistema democr¨¢tico.
Carrillo dijo despu¨¦s que en el PCE existen fracciones organizadas, y al parecer insinu¨® tambi¨¦n que alguna de ellas prepara una operaci¨®n pol¨ªtica para desembarcar en el PSOE. Se mostr¨® partidario decidido del restablecimiento de la disciplina interna como m¨¦todo correcto para solucionar la crisis y, en consecuencia, propuso medidas sancionadoras contra quienes no respeten las resoluciones del X Congreso del PCE, y los estatutos del partido. Sim¨®n S¨¢nchez Montero apoy¨® esa l¨ªnea, en una intervenci¨®n posterior.
Seg¨²n las fuentes que han informado a EL PAIS, presentes en la reuni¨®n, a continuaci¨®n hizo uso de la palabra Nicol¨¢s Sartorius, antiguo dirigente de Comisiones Obreras, y que ocupa en la actualidad una de las dos vicesecretar¨ªas del PCE. Sartorius se mostr¨® de acuerdo con el fondo de la intervenci¨®n de Carrillo respecto a la gravedad de la situaci¨®n pol¨ªtica y a la necesidad de resolver la crisis en el PCE, y, asimismo, atac¨® a los renovadores por haber violado los estatutos del partido; sin embargo, se manifest¨® en desacuerdo con las sanciones expeditivas como m¨¦todo para resolver la crisis interna, y propuso en su lugar que se abrieran expedientes a los firmantes del acto de apoyo a la fusi¨®n de EIA con los comunistas vascos, lo cual dar¨ªa lugar a la posibilidad de resolver el problema por m¨¦todos pol¨ªticos.
Gran parte de la intervenci¨®n de Nicol¨¢s Sartorius estuvo dedicada a poner de manifiesto la preocupaci¨®n por el futuro del eurocomunismo, que se basa en las concepciones del socialismo en libertad y de la revoluci¨®n de la mayor¨ªa, cuya realizaci¨®n pr¨¢ctica podr¨ªa ser muy dif¨ªcil si se rompe la alianza de las fuerzas del trabajo y de la cultura, haciendo que quiz¨¢ este ¨²ltimo sector sea dif¨ªcilmente recuperable para el PCE. Todo ello se desarroll¨® as¨ª, seg¨²n las fuentes informantes. Nicol¨¢s Sartorius permaneci¨® ayer ilocalizable para los periodistas que trataron de confirmar directamente esta versi¨®n.
Camacho, contrario a las sanciones
Otras intervenciones en la l¨ªnea del vicesecretario general del PCE, aunque con matizaciones, fueron las de Marcelino Camacho y Jordi Sol¨¦ Tura. El primero de ellos, actual secretario general de Comisiones Obreras -y del que se comenta en c¨ªrculos comunistas su progresivo distanciamiento de Santiago Carrillo- se mostr¨® claramente contrario a las sanciones propuestas; Sol¨¦ Tura hizo una intervenci¨®n m¨¢s suave, y al parecer Antoni Guti¨¦rrez D¨ªaz, ex secretario general del PSUC, tambi¨¦n expres¨® su preocupaci¨®n por las sanciones. Tanto Sol¨¦ Tura como Guti¨¦rrez D¨ªaz consideraron, sin embargo, que los miembros del Comit¨¦ Central para quienes se ped¨ªa la destituci¨®n hab¨ªan obrado incorrectamente, y que su actitud constitu¨ªa un peligro para la unidad del partido.
En una l¨ªnea completamente distinta, dirigentes como Adolfo Pi?edo -secretano general del PCE de Madrid-, Juli¨¢n Ariza -alto cargo de Comisiones Obreras- e Ignacio Gallego, este ¨²ltimo vicepresidente del Congreso de los Diputados. se manifestaron claramente a favor de las sanciones disciplinarias y de poner fin a la situaci¨®n creada. Al parecer, tanto Pi?edo como Ariza pronunciaron discursos de extrema dureza contra los disidentes, mientras Gallego se limit¨® a expresar su apoyo a las sanciones propuestas en tono mesurado. Carrillo le felicit¨® posteriormente por ello.
Un tercer nivel de intervenciones fue el de personas como Gerardo Iglesias, secretario general del PCE asturiano, Felipe Alcaraz, secretario general del PCE andaluz, Juan Francisco Pl¨¢, dirigente destacado del sector municipal madrile?o (y duramente enfrentado con el resto de los concejales del Ayuntamiento de la capital), y Enrique Curiel, secretario del Grupo Parlamentario Comunista. Todos ellos, y otros miembros menos conocidos del Comit¨¦ Ejecutivo, apoyaron las propuestas de sanciones, aunque Alcaraz e Iglesias se manifestaron preocupados por las consecuencias futuras de la situaci¨®n actual.
La sesi¨®n, que finaliz¨® pasada la medianoche del viernes, fue cerrada por Santiago Carrillo, quien hizo un llamamiento a la unidad del Comit¨¦ Ejecutivo y al apoyo de todos sus miembros a la soluci¨®n propuesta para resolver la crisis interna.
Abucheos para los disidentes
Mientras en los distintos niveles del partido circulaban apresuradamente noticias sobre los resultados de la sesi¨®n del ejecutivo, la capital de Espa?a era ayer un hervidero de reuniones. La m¨¢s significativa de ellas fue la celebrada por los responsables de las distintas agrupaciones locales del PCE con el comit¨¦ provincial de este partido, que dio lugar a la retirada de una parte de los asistentes -miembros del sector renovador, y tambi¨¦n algunos pro-sovi¨¦ticos, seg¨²n parece-, en medio de abucheos de los dem¨¢s.
La reuni¨®n hab¨ªa sido convocada para explicar la situaci¨®n del partido a los citados responsables de agrupaciones de base, y tras la exposici¨®n realizada por el secretario general madrile?o, Adolfo Pi?edo, uno de los asistentes pregunt¨® si se iba a abrir un debate en torno a la situaci¨®n. El Comit¨¦ Provincial consider¨® improcedente la propuesta, por entender que el debate deb¨ªa efectuarse en el seno de cada una de las agrupaciones. En ese momento, algunas decenas de asistentes se levantaron de sus asientos y abandonaron la reuni¨®n, en medio de las censuras de los que se quedaron, que les reprocharon su conducta con gritos como ?no os necesitamos para nada?, ?iros del partido?, y otros. Por la ma?ana se hab¨ªa recibido una carta del comit¨¦ provincial en el domicilio de algunas de las personas que figuraban en las listas de electos del PCE -y que son los llamados a sustituir a los cargos municipales, cuya destituci¨®n se propone igualmente, aunque por otras v¨ªas-, invit¨¢ndoles a presentarse de inmediato en los locales del citado comit¨¦ provincial, para poner sus puestos a disposici¨®n de este ¨²ltimo. Casualmente, el primer nombre de la lista madrile?a, en disposici¨®n de sustituir a los car-os en trance de expulsi¨®n, es el economista Julio Segura, de la corriente renovadora, sobre quien concurre ya una pr-opuesta de destituci¨®n como miembro del Comit¨¦ Central del partido.
Durante la tarde del viernes y el d¨ªa de ayer se produjeron distintas reuniones de cierta significaci¨®n en el conjunto de la organizaci¨®n comunista madrile?a. El comit¨¦ local de Getafe, recientemente destituido por apoyar la fusi¨®n de EIA y los comunistas vascos, convoc¨® a la militancia de su agrupaci¨®n en una asamblea que rechaz¨® la disoluci¨®n del citado comit¨¦ local, y aprob¨® una petici¨®n de convocatoria de congreso extraordinario para resolver la crisis. La agrupaci¨®n comunista de la empresa Construcciones Aeron¨¢uticas (CASA) aprob¨® un comunicado similar.
Simult¨¢neamente, se conoce la existencia de un escrito, que ha comenzado a circular en medios del partido y de Comisiones Obreras, pidiendo la convocatoria de conareso extraordinario. El primer firmante del mismo es Fidel Alonso, dirigente sindical madrile?o.
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