La reforma de la EGB

Dos art¨ªculos de opini¨®n relativos al mismo tema, firmados por ilustres autoridades de la administraci¨®n educativa -don Pedro Caselles, director de Ense?anza Genera B¨¢sica, y don Juan Deval, director del ICE de la Universidad Aut¨®noma-, publicados en EL PAIS el d¨ªa 8 de noviembre, me dan pie para hacer algunas consideraciones relacionadas con el tema.No comparto el t¨¦rmino "fracaso escolar", tan aireado ¨²ltimamente; me parece m¨¢s correcto otro diametralmente opuesto en su sem¨¢ntica, si bien ambos har¨ªan referencia a un mismo concepto y a los mismos resultados. Pero ya sabemos que la emisi¨®n de una misma idea puede provocar en el receptor del mensaje diferentes actitudes seg¨²n la manera de enunciarla.

Podr¨ªamos alterar la proporci¨®n y pasar¨ªamos -en redondos t¨¦rminos porcentuales- del 30%. de alumnos que fracasan al 70% de alumnos que terminan exitosamente los estudios de EGB. Ambas maneras de expresar una misma verdad pueden llevar a formarse una idea contraria de los profesionales de la ense?anza. Sin embargo, no es mi pretensi¨®n la de alabar o vituperar la labor de aqu¨¦llos -entre los que me encuentro-, y s¨ª, en cambio, manifestar que ellos no son m¨¢s que los instrumentos de que se sirve la Administraci¨®n para que ese ¨¦xito-fracaso se produzca.

Bien es cierto que entre el abultado n¨²mero de docentes y centros de ense?anza los hay que funcionan al m¨¢ximo de sus posibiidades, pero otros -personas e instituciones- desaprovechan los medios que tienen a su alcance: son muchos los libros de bibliotecas escolares que ¨²nicamente sirven de adorno o se estropean sin que nadie los haya le¨ªdo; muchos los microscopios que duermen bajo una espesa capa de polvo; muchos los esqueletos o cuerpos para el estudio anat¨®mico del hombre o de algunos animales que, sin que nadie ponga remedio, se descomponen en piezas inservibles; igual suerte corren los dinam¨®metros, term¨®metros, cuerpos geom¨¦tricos y un sinfin de cosas m¨¢s (hago referencia a la ense?anza estatal y, por supuesto, no a todos los centros ni personas dedicados a la docencia). Pero si esto sucede -aparte de la irresponsabilidad ciudadana por todo aquello que no es de nuestra propiedad exclusiva- es porque la administraci¨®n educativa, a trav¨¦s de su cuerpo de inspecci¨®n, no controla adecuadamente estos extremos.

Se dice que los alumnos no alcanzan unos niveles m¨ªnimos para obtener el certificado de graduado en un porcentaje que raya la tercera parte de los que cursan EGB. ?Qui¨¦n establece este nivel? Obviamente, quien fija los contenidos de los programas, es decir, la Administraci¨®n.

Tambi¨¦n la Administraci¨®n es la que sabe -o debe saber- la capacidad receptiva o de asimilaci¨®n del alumnado y, por tanto, establecer los programas adecuados a esa capacidad.

Ahora bien, tambi¨¦n puede suceder que la planificaci¨®n de la ense?anza, hecha desde arriba, quiera seleccionar a los m¨¢s capaces para que sean quienes accedan a estudios superiores, en cuyo caso tampoco encuentro justificaci¨®n al t¨¦rmino "fracaso escolar", ya que lo que se pretende es buscar a los mejores./