El escritor franc¨¦s de origen espa?ol, Michel del Castillo, premio Renaudot 1981
El periodista Lucien Bodard obtuvo el Goncourt
Michel del Castillo, nacido en Madrid, 48 a?os de edad, escritor ya reconocido en Francia, fue galardonado ayer con el Premio Renaudot, por su novela La noche del decreto. El veterano periodista y escritor Lucien Bodard, por su novela Anne Marie, recibi¨® el Goncourt, el premio m¨¢s c¨¦lebre de las letras galas, al que le sigue en importancia el Renaudot.
Bodard, 67 a?os, se acredit¨® a lo largo de su vida como un reportero destacado en el diario popular France Soir, para el que cubri¨® todos los grandes acontecimientos mundiales acaecidos tras la segunda guerra mundial. Tras haber escrito varios relatos sacados de su experiencia period¨ªstica, hace algunos a?os ya gan¨® el Premio Interallie, con su novela El se?or c¨®nsul. Ahora, el Goncourt afianza su consagraci¨®n con Anne Marie, una novela autobiogr¨¢fica de su infancia que la cr¨ªtica ha valorado como ? un libro cl¨¢sico del amor filial?.Hasta ayer se crey¨® que Michel del Castillo era el presunto ganador del Goncourt, al que tambi¨¦n concurr¨ªa. Consigui¨® tres voto (el vencedor lo fue por cinco) y recibi¨® el Renaudot. Su novela La noche del decreto, est¨¢ protagonizada por dos polic¨ªas conombre espa?ol, Avelino Pared y Santiago Laredo. ?No es una novela policiaca, sino una novela con polic¨ªas?, dice el propio autor. La trama expone la encuesta que uno de los polic¨ªas realiza sobre el otro, .bierto la crueldad de los reg¨ªmenes totalitarios. Con motivo de su publicaci¨®n, la cr¨ªtica parisiense salud¨® este libro como uno de los acontecimientos del a?o.
La infancia exiliada
Del Castillo, hu¨¦rfano de padre republicano, exiliado en Francia y deportado m¨¢s tarde en la Alemania nazi, vivi¨® una infancia dolorosa, que revel¨® en su primera novela, Tanguy, que ya le sirvi¨® a la cr¨ªtica para anunciarle como un escritor de talla. Despu¨¦s ha conseguido cuatro premios literarios, antes del que acentu¨® su consagraci¨®n ayer, con las novelas El viento de la noche, El silencio de las piedras y su ya citada primera obra. Ayer, pocos momentos despu¨¦s de ganar el Renaudot, se entrevist¨® con EL PAIS.
Pregunta. ?Reproduce alg¨²n hecho concreto su novela?
Respuesta. No, es una obra imaginaria. Hace a?os conoc¨ª a un se?or que fue falangista de los primeros tiempos, de los que cre¨ªan profundamente en las virtudes del nacionalsocialismo, y quiz¨¢ lo que me cont¨® me haya servido de algo. Pero se trata de una novela.
P. ?Qu¨¦ significa para usted el premio que acaba de concederle?
R. Algunos a?os de respiro econ¨®mico. En efecto, yo no practico ninguna profesi¨®n paralela; ni hago periodismo ni trabajo en una editorial, de igual manera que lo hacen muchos escritores. Vivo de mis libros ¨²nicamente. Por lo dem¨¢s, un premio como ¨¦ste me sirve de reconocimiento, de amistad, porque yo vivo lejos de Par¨ªs y de todo tipo de mundanidades. Pero un premio ni da ni quita talento.
P. ?Qu¨¦ es un escritor, como usted, que s¨®lo vive para eso, para escribir, en el mundo presente?
R. Estimo que hoy un escritor es lo que fue siempre: un espejo, una esponja, un testigo de su ¨¦poca, de lo que ve. No creo que el escritor deba emitir un mensaje pol¨ªtico, metaf¨ªsico, o cosa parecida.
P. Se dice que usted es un solitario, y es la impresi¨®n que da personalmente. ?Qu¨¦ piensa de ello?
R. No, no soy precisamente un solitario. Digamos que soy un silencioso, apartado de los ruidos que caracterizan, en algunas ocasiones, la vida de los escritores.
P. Y ese tipo de escritor que es usted hoy, ?se preocupa de la pol¨ªtica, de los problemas econ¨®micos, del amor9
R. Todo eso me interesa y lo sigo como reflejo. Si este libro de ahora es pesimista lo es debido a la atm¨®sfera en la que vivimos, de crisis y del miedo a otra guerra mundial que ha creado la situaci¨®n econ¨®mica; a los problemas de actualidad del momento en que vivimos, sean econ¨®micos, pol¨ªticos o de otra especie, el escritor tiene que encontrarles una correspondencia literaria.
P. El amor, la econom¨ªa, escribir, la pol¨ªtica, etc¨¦tera. Por ah¨ª se llega a la noci¨®n global: la cultura. ?C¨®mo entiende usted que debe ser la expresi¨®n actual de la cultura?
R. Ante la fragilidad del mundo en el que vivimos y ante la fragilidad igualmente de la cultura, cuando se es un hombre angustiado, como lo soy yo, una de dos: o decide uno suicidarse, o hay que creer en la perennidad de la inteligencia, del humanismo, del amor, de la cultura en suma.
P. ?Por qu¨¦ se nacionaliz¨® usted franc¨¦s?
R. Fue la historia quien lo decidi¨® as¨ª. A m¨ª me gustar¨ªa tener las dos nacionalidades, pero cuando tuve que huir de Espa?a con mi madre se encadenaron los acontecimientos de una cierta manera.
P. ?Tiene problemas de identidad?
R. S¨ª, claro; necesito ir a Espa?a con frecuencia. Es una necesidad f¨ªsica. Intelectualmente, digamos que soy m¨¢s af¨ªn a la cultura francesa; pero Espa?a me falta en otros aspectos y, cuando dejo mucho tiempo sin visitarla, me siento desgraciado. Si usted viera mi casa del Mediterr¨¢neo, en donde vivo, se encontrar¨ªa con una casa andaluza.
Babelia
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