Solchaga: "El Gobierno ha traicionado el esp¨ªritu del Acuerdo Nacional sobre Empleo"

El Gobierno ?ha traicionado el esp¨ªritu de concertaci¨®n que informa el Acuerdo Nacional de Empleo?, manifest¨® ayer Carlos Solchaga, diputado socialista vasco, en la defensa de la enmienda a la totalidad de su grupo al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1982. Argument¨® tal traici¨®n en el mayor peso para las clases menos potentadas de los costes de financiaci¨®n de los acuerdos del ANE.

Los ministros de Econom¨ªa y Comercio y de Hacienda, Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez y Jaime Garc¨ªa A?overos, replicaron al diputado socialista e intercambiaron acusaciones con el mismo sobre falta de responsabilidad y demagogia.Solchaga, que enmarc¨® la discusi¨®n de los Presupuestos en la situaci¨®n actual, se refiri¨® a que nunca hab¨ªa coincidido debate tan importante con debilidad mayor del Gobierno y con mayores acosos a las instituciones por los enemigos de la democracia. Y todo eso, dijo, cuando existe el mayor orden ciudadano y un comportamiento popular ciertamente ejemplar. ?Y esta es, sin duda, la causa del desasosiego que la discusi¨®n de estos Presupuestos en comisi¨®n ha causado a muchos?. No se trata de que haya o no un enfrentamiento entre el Gobierno y la oposici¨®n sobre c¨®mo se recauda el dinero del Estado y c¨®mo se ha de gastar ¨¦ste; ? se trata de comprobar si todos, Gobierno y oposici¨®n, estamos aqu¨ª en nuestros papeles y defendiendo con dignidad nuestras posiciones?.

El diputado vasco asegur¨® que su grupo va a ejercer un estos debates, en el Pleno, el papel responsable que como primer partido de la oposici¨®n le corresponde. Manifest¨®, concretando ya su enmienda, que estos Presupuestos respond¨ªan a una clara pol¨ªtica de derechas y que era notoria la falta de sensibilidad del Gobierno hacia determinados problemas sociales. ?Estos presupuestos no van a servir para luchar seriamente contra la crisis econ¨®mica que atraviesa Espa?a, y no reflejan en su conformaci¨®n el ¨²nico medio que tenemos para afrontarla: la solidaridad de todo el pueblo y el reparto justo de las cargas sociales?.

Contra la corriente de la historia

?Esperar que por los mecanismos simples del mercado la crisis se solucione mediante la supervivencia de los m¨¢s aptos es, en las condiciones actuales de este pa¨ªs, simplemente suicida. Decir que no se puede llegar a una mayor magnitud del sector p¨²blico para luchar contra este estado de cosas, es sencillamente hip¨®crita. Afrontar con temor la expansi¨®n del sector p¨²blico es ir contra la corriente de la historia, alargar las condiciones cr¨ªticas en el tiempo y aumentar los sufrimientos de los m¨¢s menesterosos?.

A continuaci¨®n se refiri¨® a la falta de responsabilidad del Gobierno. Record¨® que el a?o pasado hab¨ªa prometido un crecimiento de la econom¨ªa del 2,5% al 3% y que ¨¦ste no va a llegar al 1%. Y resalt¨® que esta diferencia se traduce en 40.000 o 50.000 parados de m¨¢s. Las cifras de d¨¦ficit p¨²blico prometidas entonces por el Gabinete tambi¨¦n est¨¢n claramente desbordadas. En estas condiciones, a?adi¨® Solchaga, ?no podemos, creer que con estos Presupuestos se vayan a cumplir en 1982 -lo que no ha ocurrido en a?os anteriores- las previsiones de crecimiento econ¨®mico, d¨¦ficit p¨²blico y creaci¨®n de empleo ?.

Solchaga manifest¨® que de nada sirve la moderaci¨®n salarial si no va acompa?ada de una expansi¨®n decidida de la inversi¨®n p¨²blica. En los tiempos de crisis los objetivos de pol¨ªtica econ¨®mica, en especial los de crecimiento y empleo, ?deben garantizarse por la pol¨ªtica fiscal y presupuestaria ?. Esto no sucede, a juicio de Solchaga, en los citados Presupuestos; en los gastos fiscales; se favorece claramente a las clases m¨¢s potentadas y a los grandes empresarios en detrimento de los trabajadores y de las clases m¨¢s modestas. El d¨¦ficit va a crecer en 1982, no porque aumente excesivamente la inversi¨®n p¨²blica, sino porque ?este Gobierno que pidi¨® de los trabajadores el sacrificio de la moderaci¨®n salarial no ha sido luego capaz de solicitar de los ciudadanos y empresas contribuyentes que aporten tambi¨¦n su solidaridad en la lucha contra el paro, soportando un nivel superior de presi¨®n fiscal?.

El ministro de Hacienda, que tras la intervenci¨®n de Calvo Sotelo hab¨ªa ya justificado los Presupuestos en la crisis econ¨®mica y en la nueva configuraci¨®n regional y local del Estado, contest¨® a Solchaga diciendo que las medidas tributarias adoptadas eran progresivas y que la reforma tributaria no estaba retrocediendo. Sobre la enmienda transaccional de UCD, introducida en la comisi¨®n, que reflejaba una nueva tarifa para el impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas, ambos diputados manifestaron interpretaciones diferentes. Mientras para el ministro favorec¨ªa a las clases m¨¢s modestas, para Solchaga -seg¨²n los c¨¢lculos de su partido- supone una mayor presi¨®n fiscal para rentas del trabajo superiores al mill¨®n de pesetas.

El ministro de Econom¨ªa, por su parte, asegur¨® que el incumplimiento de los objetivos de los Presupuestos para 1981 se hab¨ªa debido al ligero incremento de los precios energ¨¦ticos, a la pol¨ªtica monetaria norteamericana y a la pertinaz sequ¨ªa. Respecto a la pol¨ªtica de 1982, la centr¨® en las coordenadas marcadas por el ANE.