Los fontaneros

En relaci¨®n a la carta del se?or H. Acevedo tratando de terroristas y delincuentes al gremio profesional de fontaneros, quiero aconsejarle, se?or Acevedo, que antes de relatar esa terror¨ªfica historia y enviarla a publicar a un peri¨®dico deber¨ªa haber reflexiondo en su escrito, pensando que en esa profesi¨®n, como en todas, hay personas de todo tipo: honradas, no honradas, buenos t¨¦cnicos, malos, etc¨¦tera. Pero en ning¨²n caso, se?or Acevedo, tiene derecho moral ni legal de emitir ese juicio general acerca de una profesi¨®n tan digna y necesaria para la sociedad como la de fontanero.Si ese se?or fontanero al que requiri¨® sus servicios y le pidi¨® un presupuesto le intent¨® atracar y aterrorizar, seg¨²n usted, lo que suele hacer una persona normal son dos cosas: primero, dialogar, con ese fontanero determinado y llegar a un acuerdo de firma de presupuesto. Segundo, acudir a la amplia relaci¨®n de profesionales en esta especialidad.

Pero nunca, se?or Acevedo, generalizar y emitir ese tipo de juicio, y encima enviarlo a publicar en un diario de gran tirada, con lo que puede da?ar e incluso deteriorar la imagen de unos obreros que el ¨²nico delito que cometen es el de realizar d¨ªa a d¨ªa su trabajo y utilizar su tiempo y sus manos para recibir honradamente unos honorarios con los que poder vivir.

Por ¨²ltimo, se?or Acevedo, ya que est¨¢ usted tan capacitado para utilizar su calenturienta mente y su pluma para atacar y desprestigiar a todo un gremio, tambi¨¦n le sugiero que podr¨ªa utilizar su inteligencia y aprender a hacer ese trabajo usted mismo, y as¨ª no tendr¨¢ que recurrir a esos profesionales que le van a erizar los pelos y le van a poner en marcha sus alucinaciones y paranoias./ .