Las cajas de ahorro bloquean las nuevas normas sobre cobertura de morosos
Las cajas de ahorro han conseguido aplazar sin fecha la entrada en vigor de las nuevas normas sobre cobertura de morosos, que el Banco de Espa?a aprob¨® el 30 de junio pasado y deber¨ªan aplicar desde el pr¨®ximo enero. Portavoces de la autoridad monetaria y de dichas entidades han se?alado que ¨¦stas podr¨¢n acogerse as¨ª medidas similares a las esperadas para reforzar la solvencia de la banca, que recoge la pr¨®xima circular del Banco de Espa?a, conocida como superpastoral. Sin embargo, todo parece indicar que las cajas quieren ganar tiempo para mejorar posiciones en la competencia con la banca, consecuencia de la liberalizaci¨®n del sistema financiero
Las normas de 30 de junio, seg¨²n medios pr¨®ximos a la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros, supondr¨ªan una inmovilizaci¨®n exagerada de recursos, que es adem¨¢s inoportuna y casi innecesaria. A?aden a este respecto que los tres ¨²ltimos ejercicios de las Cajas han sido m¨¢s brillantes que en la banca (en 1980 su beneficio antes de impuestos, 43.960 millones de pesetas, represent¨® un 0,97% del pasivo patrimonial medio, frente al 0,76% de la banca), sobre todo porque no se han resentido tanto de la crisis industrial y han contenido relativamente m¨¢s los gastos. Adem¨¢s, los "suced¨¢neos" de los accionistas (las obras ben¨¦fico-sociales, que se llevan la tercera parte de los beneficios) no son tan exigentes, lo que ha permitido llevar cada a?o m¨¢s excedentes a reservas (m¨¢s de la mitad de los beneficios).Sin embargo, en medios financieros que siguen los efectos de la reciente liberalizaci¨®n del sistema, se indica que el trasfondo de la resistencia de las Cajas es la fuerte competencia con los bancos en la que se han embarcado. Labor para la cual necesitan no distraer recursos, sino dirigirlos hacia mayores remuneraciones, sobre todo en los dep¨®sitos a plazo.
En efecto, durante la d¨¦cada de los setenta las Cajas se han resentido en un doble frente: la p¨¦rdida de renta por parte de los ahorradores medios y modestos -base de su expansi¨®n en la d¨¦cada anterior- y la fuerte competencia de la banca, que en los seis ¨²ltimos a?os ha duplicado su red de oficinas por toda Espa?a y ha mejorado posiciones, pese a pagar o cobrar mayores tipos de inter¨¦s.
As¨ª, las Cajas, que en los a?os sesenta elevaron su cuota de mercado del 25% al 30%, aproximadamente, la han perdido despu¨¦s paulatinamente. El fen¨®meno se aceler¨® en los dos ¨²ltimos ejercicios, cuando cedieron punto y medio, para quedar en poco m¨¢s del 28%. Su gran lastre ha sido el tener el doble de coeficientes de inversi¨®n obligatoria que la banca; todav¨ªa hoy, cuando se ha desbloqueado el calendario de liberalizaci¨®n de 1977, las Cajas tienen m¨¢s de la mitad de sus recursos cautivos en plazos m¨¢s largos y tipos de inter¨¦s menores que la inversi¨®n libre.
En estas condiciones, es importante que las Cajas, aun a costa de reducir o eliminar el diferencial con la banca en remuneraciones a los dep¨®sitos a plazo y cr¨¦dito libre, esperen contener, al menos en 1981, la p¨¦rdida de cuota de mercado. Aunque en los tres primeros meses de este a?o el aumento de sus recursos ajenos o de clientes tuvo una evoluci¨®n similar a la del primer trimestre de 1980 (1,30% de aumento), la banca privada se qued¨® en la mitad, al pasar del 2,81% de 1980 al 1,04%. Pero en el segundo trimestre y meses posteriores van ganando m¨¢s de un punto sobre el crecimiento del a?o pasado, mientras que la banca pierde casi dos. De esta forma, los responsables de las Cajas creen que terminar¨¢n el a?o con un incremento del 16%, frente al 14,89% de 1980.
Tal recuperaci¨®n, debida principalmente al aumento de tipos de inter¨¦s en cuentas a plazos a partir de marzo, as¨ª como a los planes de expansi¨®n alentados por la regionalizaci¨®n, est¨¢ siendo favorecida porque los dep¨®sitos a la vista y los de ahorro mantienen el ritmo de crecimiento, mientras que en la banca descienden o crecen menos. Sin embargo, su principal impulso (la mayor¨ªa del incremento) se centra en los dep¨®sitos a plazo, donde en los primeros siete meses del presente a?o la banca ha bajado su ritmo de aumento del 17,94% al 15,42%, mientras que las Cajas lo han acelerado del 10,79% al 13,99%.
El horno de las Cajas, as¨ª, no estaba para nuevos bollos, aunque hubiera sido cuidadosamente preparado, seg¨²n un directivo de las mismas. Las normas de 30 de junio, recogidas en una amplia circular del Banco de Espa?a a las Cajas, que lleva por t¨ªtulo Balance y cuentas de resultados, fueron redactadas a lo largo del ¨²ltimo a?o y medio. Por una parte tratan de mejorar y adaptar a los cambios de los diez ¨²ltimos a?os la informaci¨®n suministrada por las entidades de ahorro a la autoridad monetaria, aproxim¨¢ndola a la de la banca; por otra, su intenci¨®n era favorecer una exacta determinaci¨®n de los riesgos y un comportamiento conservador en el c¨¢lculo de beneficios.En este sentido, el cap¨ªtulo octavo de la circular se?alaba la obligaci¨®n de incluir en la cuenta "deudores en mora, litigio o de dudoso cobro" todos los "saldos cuyo reembolso sea problem¨¢tico", incluyendo principal, intereses y comisiones acumulados. Adem¨¢s de dar de baja a los saldos, vencidos o no, que est¨¦n afectados por suspensi¨®n de pagos, quiebra o concurso, las Cajas deber¨ªan incluir en dicha cuenta todos los impagados con m¨¢s de noventa d¨ªas, plazo que se extend¨ªa a seis meses para los valores de renta fija. El rigor de la norma llevaba a incluir en la cuenta de los morosos todos los t¨ªtulos de renta fija de emisiones afectadas por alg¨²n vencimiento impagado durante m¨¢s de un a?o.
Igualmente, el cap¨ªtulo trig¨¦simo cuarto de la circular preve¨ªa la amortizaci¨®n inmediata de las inversiones dadas de baja, as¨ª como la provisi¨®n de fondos de insolvencia para los morosos, "con independencia del resultado final, incluso si anula el beneficio, produce p¨¦rdidas o agrava las existentes". Los porcentajes de cobertura deber¨ªan ser los mismos que en las circulares dictadas a finales de 1978, con menor extensi¨®n en la consideraci¨®n de morosos, para la banca y las cajas de seis a doce meses, 25%; de doce a dieciocho, 50%; de dieciocho meses a dos a?os, 75% m¨¢s de dos a?os, 100%.
Pese al a?o y medio de maduraci¨®n de estas normas, las cajas de ahorro expresaron en septiembre al Banco de Espa?a su preocupaci¨®n por el esfuerzo financiero que supondr¨ªa, y pidieron el aplazamiento sin fecha para las relativas a morosos y la demora de varios meses para la actualizaci¨®n de sus balances. La solicitud fue aceptada el 20 de octubre, aunque ello no ha trascendido hasta ahora.
Seg¨²n un portavoz del Banco de Espa?a, la medida no ha sido problem¨¢tica, pues las Cajas no tienen problemas de saneamiento -con el aplazamiento se salvan diferencias respecto a la Banca-y ahora estas entidades podr¨¢n tener unas normas de solvencia similares a las proyectadas para la banca en la pr¨®xima circular. Esta ha recibido, antes de nacer, el nombre de superpastoral, y est¨¢ pendiente de que Hacienda formalice su visto bueno.
Por su parte, un portavoz de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros ha indicado que mantienen negociaciones con la autoridad monetaria para armonizar posturas. En su opini¨®n, las Cajas no pondr¨¢n obst¨¢culos a su saneamiento, pero no admiten que las normas sobre morosos vayan m¨¢s all¨¢ de la legislaci¨®n general.
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