La hip¨®tesis de la colza desnaturalizada sigue sin resolver numerosas dudas sobre la intoxicacion
Una de las cuestiones prioritarias en la actuaci¨®n contra el s¨ªndrome t¨®xico -otras cuestiones igualmente prioritarias son la asistencia a los afectados y el ordenamiento judicial en el tema- es la investigaci¨®n cient¨ªfica sobre la causa de la intoxicaci¨®n.Se dice que hasta cuarenta laboratorios extranjeros investigan, sin ¨¦xito a¨²n, en la identificaci¨®n del t¨®xico clave del aceite. Sin embargo, nadie ha dicho a¨²n qu¨¦ otras l¨ªneas oficiales de investigaci¨®n indagan fuera del aceite.
Las investigaciones parecen mantenerse en la inmovilidad de meses anteriores, quiz¨¢ obstruidas por r¨ªgidas concepciones como las que otrara empecinaron el punto de mira en un inexistente micoplasma.
Largo tiempo de silencio
Hace tiempo que las autoridades sanitarias no informan con detalle de aspectos tan importantes como los avances o retrocesos de las comisiones cl¨ªnica, cient¨ªfica y ¨¦pidemiol¨®gica en las materias que les son competentes.
Quiz¨¢ es esta repetida situaci¨®n de suspense lo que ha hecho rebrotar las dudas sobre la hip¨®tesis oficial.
El retraso de la realizaci¨®n del estudio prospectivo de la poblaci¨®n en riesgo -recientemente puesto en marcha- es otro elemento que ayuda a someter el tema a revisi¨®n, por cuanto se carece de datos fiables emitidos por la epidemiolog¨ªa oficial.
Las actuaciones policiales y judiciales no han esclarecido el supuesto proceso en el que se produce la supuesta toxicidad, causante de tal estrago, en el aceite de colza desnaturalizado para uso industrial y desviado fraudulentamente al consumo de boca. Se ha esclarecido, s¨ª, la trama ilegal, pero nada m¨¢s.
Quienes practicaban ese tr¨¢fico ilegal lo hac¨ªan, en su mayor¨ªa, desde a?os atr¨¢s y nunca tuvieron problemas. Se ha suipuesto que el aceite distribuido en el eje del secano espa?ol -donde se producen los casos de intoxicaci¨®n- hab¨ªa sido refinado de manera distinta al restante pero la comisi¨®n interministerial ha descubierto que el refino se ha hecho igual. ?Por qu¨¦, entonces, no hay casos en otras ¨¢reas que tambi¨¦n han consumido aceite t¨®xico?
El "boom" de la acetilamida
El espaldarazo al aceite como relaci¨®n directa con la epidemia se produce a la vista de la sustancia t¨®xica -la acetilamida- detectada por el Laboratorio de Aduanas de Madrid en un aceite a granel remitido por el doctor Tabuenca, del Hospital del Ni?o Jes¨²s. A partir de ese momento todo gira en tomo al aceite.
Sin embargo, ni ese, ni otros t¨®xicos hallados se evidencian como responsables de los cuadros cl¨ªnicos. Existe, adem¨¢s, bibliograf¨ªa internacional al respecto que respalda este criterio, pero fue ignorada por las autoridades sanitarias espa?olas hasta estos ¨²ltimos d¨ªas, pese a que un qu¨ªmico y una farmac¨¦utica llamaron p¨²blicamente la atenci¨®n sobre ello en el mes de septiembre.
La ausencia de una aplicaci¨®n epidemiol¨®gica seria ha hecho posible que se centrase la investigaci¨®n en el aceite -producto consumido por muchos, siendo pocos de ¨¦stos los que han contra¨ªdo la enfermedad- y que no se hayan buscado veh¨ªculos de transmisi¨®n comunes al ¨¢rea geogr¨¢fica afectada, pero consumido s¨®lo por parte de esta poblaci¨®n.
No se tiene noticia de que haya casos de intoxicaci¨®n en cuarteles, sanatorios y otros centros colectivos de la zona afectada donde, con seguridad, se ha consumido aceite a granel supuestamente t¨®xico.
La relaci¨®n estad¨ªstica entre el consumo de aceite de colza presuntamente t¨®xico y los casos de afectados por el s¨ªndrome no justifica completamente la situaci¨®n.
Existen lagunas importantes. No es muy cient¨ªfico explicar que una mujer intoxicada lo est¨¦ porque ?habr¨¢ ingerido dicho aceite sin saberlo en alg¨²n lugar ignorado, cuando esta se?ora s¨®lo y exclusivamente usa dos tipos concretos de aceite de marcas de alto prestigio?. Otra se?ora, abogada, ha enviado una queja al secretario de Estado para la Sanidad. En este documento da cuenta de que nunca ha consumido aceite a granel, pero su intoxicaci¨®n ha sido diagnosticada como correspondiente al s¨ªndrome. Dos casos son suficientes para' establecer la duda. Hay otros.
La ¨²ltima comunicaci¨®n oficial, en la que se exig¨ªa informar a la comisi¨®n cient¨ªfica de los tratamientos terap¨¦uticos que pudieran aplicarse a los pacientes del s¨ªndrome, y la posterior, sobre la utilizaci¨®n de esteroides, fisioterapias y otros medios, situaban claras incertidumbres sobre el resultado de tales tratamientos, y la propia comisi¨®n establec¨ªa cautelas en la aplicaci¨®n de los mismos. Es esta otra v¨ªa por la que se suscitan dudas en tomo a si acaso tales tratamientos pueden resultar ineficaces, porque la intoxicaci¨®n es diferente a la que se sostiene como tal.
El espectro de interrogantes es a¨²n m¨¢s amplio. Pero el objetivo de esta somera muestra no es aumentar la confusi¨®n, sino atajar un aspecto del s¨ªndrome que ya ha empezado a trascender a la opini¨®n p¨²blica y para el que las autoridades sanitarias no tienen respuestas muy s¨®lidas.
La duda ante la falta de resultados pr¨¢cticos aportados por la hip¨®tesis de la colza desnaturalizada ha llegado incluso a los abogados relacionados con el tema. Antonio Garc¨ªa Pablos, uno de los abogados, investiga personalmente en Francia la posibilidad de que los cient¨ªficos galos obtengan resultados nuevos tras el fallecimiento de uno de los ciudadanos franceses afectados por el s¨ªndrome t¨®xico.
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