La elecci¨®n de I?igo Cavero abre una etapa de equilibrio inestable en UCD, tras un a?o de crisis
La llegada de I?igo Cavero a la secretar¨ªa general de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) cierra de momento una nueva etapa del partido gubernamental, cuyos problemas de fondo se remontan a sus or¨ªgenes de c¨®ctel ideol¨®gico y a su lanzamiento y mantenimiento a expensas del poder. Seg¨²n los observadores m¨¢s solventes, el equilibrio nucleado en torno al tres veces ex ministro no parece lo suficientemente estable como para llegar hasta 1983. En todo caso, Leopoldo Calvo Sotelo se asegura, al menos moment¨¢neamente, un n¨²mero dos con vocaci¨®n integradora, no objeto de excesivos ataques internos, con probada capacidad de servicio al mando centrista, y apto para encubrir la operaci¨®n de fondo de la derechizaci¨®n de UCD.
La propuesta presidencial de Cavero como organizador del primer partido del pa¨ªs, en un instante en que est¨¢ abierta ya la cuenta atr¨¢s de la carrera electoral, responde al prop¨®sito de Calvo Sotelo de pacificar UCD, que es tanto como neutralizar las distintas tendencias centristas para devolver el protagonismo pol¨ªtico al Gobierno y detener el proceso de desintegraci¨®n del partido que debe hacer posible la victoria gubernamental en los pr¨®ximos comicios y asegurar, mientras tanto, el respaldo parlamentario, cada vez m¨¢s devaluado.Calvo Sotelo ha renunciado a proponer a un hombre que pudiera contar con bases organizadas dentro de UCD, como habr¨ªa sido el caso de Rodolfo Mart¨ªn Villa. Y para eso se ha valido, seg¨²n alguno de los m¨¢ximos expertos de la actual crisis, de la ambici¨®n pol¨ªtica de Mart¨ªn Villa, para quien desde siempre est¨¢ claro que el verdadero poder reside en el Gobierno. ?La posible vicepresidencia pol¨ªtica ha actuado como aut¨¦ntica zanahoria para distraerle de la secretar¨ªa general de UCD, y aunque es posible que termine devor¨¢ndola, era m¨¢s importante ahora impedir que asumiera la secretar¨ªa general un hombre que domina la organizaci¨®n centrista en las provincias y que conoce como nadie la estrategia electoral?, manifest¨® la citada fuente.
Calvo Sotelo quiere controlar UCD
El objetivo final de Calvo Sotelo no es otro que asegurarse las riendas del partido. As¨ª es interpretada la propuesta de Cavero, y el rechazo de otros candidatos que en principio parec¨ªan m¨¢s aptos para la organizaci¨®n interna de UCD. Al margen de sus aportaciones como ministro de Educaci¨®n, primero; de Justicia, despu¨¦s, y ¨²ltimamente de Cultura, la participaci¨®n de I?igo Cavero en la vida intrapartidaria no pasa mucho m¨¢s all¨¢ de su contribuci¨®n financiera a las campa?as electorales y de su relativa presencia en Baleares durante el tiempo en que presidi¨® el partido Gubernamental en el archipi¨¦lago.El perfil humano y pol¨ªtico de I?igo Cavero, democristiano del sector m¨¢s progresista de esta ideolog¨ªa -el vinculado a la Izquierda Democr¨¢tica de Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez-, justifica su designacion como pacificador de la alterada UCD. Siempre se entendi¨® bien con Adolfo Su¨¢rez y s¨®lo mantuvo discrepancias serias, una de las m¨¢s notables a prop¨®sito de la ley del Divorcio, con el sector socialdem¨®crata de Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, actualmente fuera del partido. Sus diferencias con los llamados azules, cuyo origen pol¨ªtico dista mucho de quien, como Cavero, milit¨® durante el franquismo en la oposici¨®n moderada, nunca llegaron a mayores.
?Bastar¨¢ la presencia de I?igo Cavero para neutralizar la guerra interna de UCD? Quienes recuerdan que, a diferencia del primer secretario general, Rafael AriasSaluado, Rafael Calvo Ortega es tambi¨¦n una persona con vocaci¨®n conciliadora y capacidad para el di¨¢logo, entienden que la clave del nombramiento de Cavero para la secretar¨ªa general del partido gubernamental no reside en tales caracter¨ªsticas personales y pol¨ªticas, sino en su afinidad ideol¨®gica con los postulados de la plataforma moderada, la mayor¨ªa de cuyos objetivos -comenzando por, primero, la defenestraci¨®n de Su¨¢rez- llevan camino de cumplirse inexorablemente, aunque a un ritmo menos r¨¢pido y traum¨¢t¨ªco del pretendido por sus m¨¢ximos l¨ªderes.
Giro a la derecha
En consecuencia, la valoraci¨®n m¨¢s fiable y certera sobre la entronizaci¨®n de Cavero como m¨¢ximo dirigente de UCD, despu¨¦s de Calvo Sotelo, apunta hacia la configuraci¨®n de la vieja ideolog¨ªa-c¨®ctel de la primitiva UCD como una concepci¨®n pol¨ªtica fiel al pensamiento cristiano y decididamente encuadrada en la derecha. Las caracter¨ªsticas personales de I?igo Cavero y su tradici¨®n democr¨¢tica de oposici¨®n al franquismo pueden revestir la decisi¨®n de una cierta aureola de equidistancia respecto a los radicalismos, muy ¨²til para un partido que quiere seguir present¨¢ndose como de centro.El intento pol¨ªtico de Adolfo Su¨¢rez puede quedar definitivamente archivado, aunque para la derechizaci¨®n de UCD quienes se presentan como su alternativa empleen las mismas t¨¦cnicas que el ex presidente utiliz¨® para su operaci¨®n centro. Seg¨²n destacados miembros de la plataforma moderada, el proceso iniciado conduce irreversiblemente hacia un planteamiento sincero del inicial prop¨®sito de organizar la derecha espanola, si bien la existencia de fuerzas pol¨ªticas situadas m¨¢s a la derecha puede justificar todav¨ªa la etiqueta centrista del partido gubernamental.
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