Rabat, decidido a jugar a fondo la baza de su alianza con Estados Unidos
La visita a Fez del secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, el jueves pasado, es considerada en Rabat como el inicio de la reinserci¨®n de Marruecos en la esfera de alianzas norteamericanas, que debe ser confirmada durante el viaje del rey Hassan II a Washington a finales de enero pr¨®ximo.
Weinberger lleg¨® el jueves por la ma?ana a la ciudad de Fez y parti¨® esa misma tarde rumbo a Turqu¨ªa, despu¨¦s de haber sido recibido durante hora y media por el rey Hassan Il. Esa misma tarde tambi¨¦n viaj¨® hacia Par¨ªs el embajador norteamericano en Marruecos, Verner Reed, para informar al general Vernon Walters, asesor del presidente Ronald Reagan, de los resultados de esta visita.El viaje de Weinberger forma parte de un periplo del secretario de Defensa por Turqu¨ªa y B¨¦lgica, en cuya capital debe participar el d¨ªa 7 en la reuni¨®n de ministros de Defensa de pa¨ªses europeos miembros de la OTAN. Su gira termina en Londres y Roma.
Poco antes de partir de Fez, el m¨¢ximo responsable de la Administraci¨®n militar norteamericana dijo que su entrevista con el monarca marroqu¨ª fue "amistosa y fruct¨ªfera", y a?adi¨® que "espera con impaciencia el viaje, del rey Hassan II a Washington para continuar estas conversaciones`.
La visita de Hassan II a la capital norteamericana debe servir para rubricar una cooperaci¨®n que no se limita al terreno militar, sino que como parece probar el viaje del subdirector de la CIA, almirante Robert Inman, el lunes pasado, y el pr¨®ximo del titular del Departamento de Estado, Alexander Haig, concierne tambi¨¦n al asesoramiento en materia de seguridad interior. Sin olvidar la cooperaci¨®n pol¨ªtica en los asuntos m¨¢s candentes del mundo, principalmente en Oriente Medio y Africa.
A pesar de la confianza que parece abrigar Marruecos de que no habr¨¢ dos septenios socialistas en Francia, el rey Hassan II, seg¨²n se cree, considera que de todas maneras siete a?os es un plazo demasiado largo para esperar que las relaciones confiadas entre Par¨ªs y Rabat vuelvan a su cauce habitual.
Momento cr¨ªtico para Hassan II
El rey Hassan II se enfrenta a un momento verdaderamente cr¨ªtico en el conflicto del Sahara, con una econom¨ªa en grave estado que ha empeorado por circunstancias ajenas, como el precio en ascenso del petr¨®leo. La sequ¨ªa, adem¨¢s, est¨¢ asolando Marruecos por segundo a?o consecutivo, y rota la tregua pol¨ªtica interior que sigui¨® a las elecciones de 1978, el monarca parece entender que no puede depender de lo que considera ambig¨¹edades hacia Marruecos de la pol¨ªtica exterior francesa.De hecho se configuran dos polos de atracci¨®n en el Magreb. Uno libio-argelino-polisario, que contar¨¢ con el apoyo de Francia, y otro tunecino y marroqu¨ª, detr¨¢s del cual Estados Unidos va a colocar todo su peso econ¨®mico, pol¨ªtico y militar:
Washington se ha comprometido a suministrar equipo militar a T¨²nez por valor de doscientos millones de d¨®lares, veinte mil millones de pesetas. Los acuerdos de asistencia a Marruecos preparados por los asesores de Weinberger, que incluyen el suministro de carros de combate M-60, aviones de reconocimiento Bronco OV-10, aviones de combate F-5E, equipo electr¨®nico y cohetes capaces de superar a los que se cree posee el Polisario, adem¨¢s del inevitable env¨ªo de asesores militares, superar¨¢n con creces los doscientos millones de d¨®lares prometidos a T¨²nez.
Los medios de informaci¨®n franceses han interpretado ya esta nueva cooperaci¨®n entre Washington y Rabat como la "expresi¨®n del deseo del rey Hassan II de jugar a fondo, en la coyuntura mundial presente, la carta norteamericana".
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