El Banco de Espa?a ha instruido dos expedientes disciplinarios a la Caja Rural de Santander

El diputado socialista por Cantabria, Jaime Blanco Garc¨ªa, que acaba de interpelar al Gobierno sobre las irregularidades observadas en la Caja Rural de Santander, ha denunciado "las constantes amenazas, coacciones e investigaciones privadas llevadas a efecto sobre personas que de una u otra manera han intervenido en el esclarecimiento de los hechos", calificando el clima vivido en Santander como "m¨¢s propio de Sicilia o del Chicago de los a?os veinte".

El l¨ªder del PSC-PSOE se refiri¨®, entre otros hechos, a las amenazas que constantemente reciben algunos miembros del comit¨¦ de empresa de la Caja Rural, por las que dos consejeros ya han sido condenados por el Juzgado n¨²mero 2 de Santander, estando en curso otra denuncia contra el director general de la entidad de cr¨¦dito rural; a las investigaciones que detectives privados pagados por la Caja Rural han realizado sobre una parte del personal, inmiscuy¨¦ndose en asuntos de ¨ªndole privada, y al hecho de que el secretario particular del gobernador civil de Santander, el inspector de polic¨ªa Velasco Perojo, figura en la n¨®mina de la empresa con mensualidades de 25.000 pesetas "por servicios prestados a la entidad".Otras presiones y amenazas se han dirigido hacia los miembros de la comisi¨®n de seguimiento de las irregularidades, formada por partidos, centrales sindicales y sindicatos agrarios, a los que el diputado centrista Justo de las Cuevas, implicado en las irregulares actuaciones de la Caja Rural, calific¨® como indeseables, amenazando grav¨ªsimamente a los redactores del segundo comunicado de la comisi¨®n, que incluye documentos en los que aparece el diputado de UCD con 107 millones de pesetas de cr¨¦dito de la Caja Rural, algunos en descubierto. Justo de las Cuevas, en conversaci¨®n con el tambi¨¦n diputado Ciriaco D¨ªaz Porras, autoriz¨® a su compa?ero a que transmitiese esas grav¨ªsimas amenazas "a los interesados". El l¨ªder de los centristas c¨¢ntabros, adem¨¢s, ha presionado al diario Alerta, de Santander, de la Cadena de Medios de Comunicaci¨®n del Estado, para que no apareciese su nombre en las informaciones sobre la interpelaci¨®n parlamentaria ni en la respuesta del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Econom¨ªa, Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez, obligando al director del peri¨®dico a incluir en primera p¨¢gina un texto titulado "No ha habido corrupci¨®n en el caso de la Caja Rural".

Seg¨²n el ministro de Econom¨ªa, que cita fuentes y documentos obtenidos. por la inspecci¨®n del Banco de Espa?a, a la Caja Rural de Santander se le han instruido ya dos expedientes. El primero, referido a la Caja como tal, est¨¢ pendiente de resoluci¨®n definitiva, y para ello, seg¨²n Garc¨ªa D¨ªez, el criterio del Ministerio "es aceptar y respaldar las propuestas del Banco de -Espa?a", que pide una fuerte sanci¨®n econ¨®mica. El segundo expediente, que se refiere a los ¨®rganos rectores, est¨¢ en fase de alegaciones, e incluye el cese del presidente del consejo, de varios consejeros y el del director general, Tom¨¢s Mier, adem¨¢s de elevadas multas a todos ellos y al anterior presidente, Pedro Rivero Arg¨¹eso, que present¨® la dimisi¨®n cuando el Banco de Espa?a inici¨® en febrero pasado su inspecci¨®n.

Diferentes anomal¨ªas

Ratificando unas declaraciones del presidente del Banco, de Espa?a, Alvarez Rendueles, en Santander, el pasado mes de julio (v¨¦ase EL PAIS de 21 de julio de 1981), el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Econom¨ªa, en su contestaci¨®n al diputado socialista Jaime Blanco, afirma que la inspecci¨®n ha observado "diferentes- anomal¨ªas" en las actuaciones de la Caja Rural, tales como que "las cuentas de resultados no reflejan la realidad seg¨²n las normas contables, que se han concedido cr¨¦ditos destinados a la financiaci¨®n de actividad or agropecuario, la existencia de una excesiva concentraci¨®n de riesgos y otras diversas infracciones" en materia de obligada observancia, seg¨²n el Real Decreto 2860/1978, de 3 de noviembre de 1981, que regula las cooperativas de cr¨¦dito. Elevadas a definitivas las conclusiones de esa primera inspecci¨®n, el consejo ejecutivo del Banco de Espa?a orden¨® instruir un expediente a la Caja Rural y, seg¨²n la referencia del ministro de Econom¨ªa, requiri¨® a los ¨®rganos directivos de la entidad santanderina "para que regularizasen las situaciones an¨®malas y en asamblea general diesen cuenta de que los resultados del ejercicio de 1980 eran negativos". Ese mandato fue incumplido por la Caja Rural.

En la segunda asamblea general ordenada por el Banco de Espa?a, que por fin se convoc¨® a finales de verano, el director general de la entidad, Tomas Mier, y la mayor¨ªa del consejo mantuvieron sus criterios, desmintiendo que hubiese irregularidad alguna y afirmando que la diferencia en los resultados del ejercicio de 1980 entre el Banco de Espa?a y la Caja Rural eran diferencias filos¨®ficas. Segun Tom¨¢s Mier, la Caja Rural hab¨ªa cerrado aquel balance con beneficios sustanciosos, mientras que el Banco de Espa?a afirmaba que las p¨¦rdidas hab¨ªan ascendido a 68 millones de pesetas.