El ¨¢rbitro del M¨¢laga-Madrid, protegido por la Polic¨ªa Nacional

Decepcion¨® el Real Madrid en La Rosaleda. Hizo un partido muy vulgar y, aunque parezca mentira, a la defensiva. En todo el partido no chut¨® a puerta con peligro m¨¢s que una vez por mediaci¨®n de Pineda. A veces jug¨® claramente con cinco defensas: Cort¨¦s, Camacho, San Jos¨¦, Navajas y St¨ªelike, que fue un hombre libre muy amarrado atr¨¢s, hasta el punto de que no subi¨® m¨¢s que en dos ocasiones en todo el partido al ¨¢rea malaguista. El primer tiro a puerta del Madrid -y sali¨® fuera- no se produjo hasta pasado el minuto treinta.Frente a este Madrid prudent¨ªs¨ªmo, el M¨¢laga jug¨® un primer tiempo bueno, aunque con pocos remates de gol a causa de la aglomeraci¨®n de jugadores blancos ante Agust¨ªn. Los locales tuvieron su oportunidad en el minuto 39 en una internada muy r¨¢pida de Alcaide, que no supo rematar Rodr¨ªguez a tres metros de Agust¨ªn.

La segunda parte fue sopor¨ªfera. El Madrid renunci¨® descaradamente al ataque y se dedic¨® a retrasar balones a Agust¨ªn, incluso desde el centro del campo. Juanito se inhib¨ªa, Isidro no acertaba, excepto cuando se tir¨® en el ¨¢rea, y s¨®lo Pineda se asomaba alguna vez por el ¨¢rea malaguista, como en el minuto 71 cuando no supo culminar una jugada personal. Por su parte, el M¨¢laga tambi¨¦n tuvo su oportunidad, pero la desaprovecharon al alim¨®n Popo y Serrano, a un metro de la raya de gol.

En definitiva, como suele pasar, el partido no respondi¨® a la expectaci¨®n que hab¨ªa despertado.

Los aficionados madridistas que acudieron de toda la regi¨®n no se fueron contentos con su equipo. El M¨¢laga le present¨® toda la batalla que pod¨ªa presentarle al Madrid, aunque lo importante ya lo hab¨ªa conseguido antes de empezar el encuentro: 23,5 millones de pesetas de recaudaci¨®n.