No ahorrar verdades
Aunque la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA) no pertenece a la CEOE, voluntariamente se solidarizan con el Acuerdo Nacional de Empleo (ANE). Adem¨¢s, las cifras demuestran que la CECA es uno de los sectores que m¨¢s empleo ha generado en los ¨²ltimos a?os. Con estas y otras razones, el autor replica a la Tribuna Libre titulada "Las Cajas de ahorro se ahorran el ANE", publicada en este peri¨®dico el pasado martes.
La tribuna libre del pasado martes d¨ªa 9, nacida del ambiente, m¨¢s apasionado que objetivo, propio de las discusiones de un convenio colectivo, vierte algunas afirmaciones que encuentran oportuna r¨¦plica en estas puntualizaciones a las que se suma la Asociaci¨®n de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (ACARL).1. Las cajas de ahorro no est¨¢n integradas dentro de la CEOE, precisamente en atenci¨®n a su especial naturaleza. Al no estar en la CEOE, no les vincula obligatoriamente el ANE, pero voluntariamente se suman y solidarizan con cuanto pueda representar exigencia de los intereses generales econ¨®micos del pa¨ªs.
2. Decir que las cajas se han manifestado insolidarias respecto al problema n¨²mero uno del pa¨ªs, el paro, es lisa y llanamente, una falsedad. En todas sus ¨²ltimas asambleas nacionales -as¨ª, por ejemplo, la mas reciente celebrada en C¨¢ceres en junio ¨²ltimo-, el tema central de la principal ponencia fue La lucha contra el paro y la colaboraci¨®n de las cajas de ahorro a la misma. Nos remitimos a las conclusiones que fueron elevadas al Ministerio de Econom¨ªa. En el orden pr¨¢ctico de la creaci¨®n de puestos de trabajo dentro del propio sector, los ¨²ltimos datos oficiales se?alan para 1979 un incremento de la plantilla de personal de las cajas del 6,19%, frente a un 3,23% en el resto del sistema crediticio, y en el a?o 1980, un 6,88% en las cajas y un 0,68% en el resto del sistema crediticio. Cuando se anuncie el dato oficial de 1981, se podr¨¢ comprobar una realidad an¨¢loga. Concretamente, desde 1977, a lo largo de cuatro a?os, las cajas de ahorro pasaron de 42.912 empleados a dar ocupaci¨®n a 54.565.
Una reivindicaci¨®n a?eja
3. Decir que las cajas de ahorro s¨®lo han pedido la liberalizaci¨®n de sus inversiones en los m¨¢s recientes a?os es algo tambi¨¦n falso, que puede ser desmentido por cualquier lector de peri¨®dicos. Las cajas llevan varias d¨¦cadas insistiendo y clamando por el descenso y desaparici¨®n de sus coeficientes de inversi¨®n obligatoria, de esos fondos cautivos o circuitos privilegiados a los que siempre se alude en las declaraciones p¨²blicas de las cajas, en perfecta concordancia, por cierto, con los objetivos ¨²ltimos se?alados por la pol¨ªtica de liberalizaci¨®n del sistema financiero, program¨¢ticamente asumida por el Banco de Espa?a y por el propio Gobierno.
4. Comparar porcentajes de cifras de beneficios o de excedentes administrativos de unas y otras entidades, tomando como base tan s¨®lo los que aparecen como tales en las cuentas de resultados, omitiendo la comparaci¨®n de las cantidades destinadas a saneamientos y regularizaciones en los correspondientes ejercicios, no es sino desfigurar la realidad. Felizmente, lo que s¨ª es cierto es que el sector cajas de ahorro no ha tenido ning¨²n problema en cuanto a la seguridad ofrecida a sus clientes por dichas instituciones, que no han precisado de actuaci¨®n ninguna de fondos de garant¨ªa ni de expedientes an¨¢logos. Destinados sus excedentes administrativos a reservas y a obras sociales, las cajas de ahorro los contemplan, en la medida suficiente y prudente en que se obtienen, como la garant¨ªa de la seguridad m¨¢s absoluta que tienen que brindar a sus clientes.
La financiaci¨®n de viviendas
5. Las ochenta cajas de ahorro confederadas han firmado sus convenios de financiaci¨®n del Plan Trienal de Viviendas para el a?o 1982 por 156.000 millones de pesetas. Ning¨²n otro sector de los que cooperan a dicha financiaci¨®n llega ni de lejos a la citada cifra.
En el a?o anterior, pese a las diferencias que se produjeron respecto a las firmas de los convenios por razones del procedimiento y sistemas empleados, ning¨²n cr¨¦dito solvente de los incluibles en el Plan Trienal de Viviendas dej¨® de ser atendido por las cajas de cuantos les fueron solicitados. La falta de demanda fue la verdadera causa del retraso que se haya podido producir. Las cajas tienen, en la actualidad, invertido en el sector vivienda un bill¨®n 86.000 millones de pesetas. Nadie ha hecho m¨¢s por la financiaci¨®n del sector vivienda que las cajas de ahorro confederadas, aseveraci¨®n que al pueblo espa?ol le consta.
6. Las cajas no se han opuesto a la superpastoral del Banco de Espa?a. Simplemente hicieron diversas observaciones y sugerencias que intentaban mejorar el planteamiento inicial del mes de agosto ¨²ltimo, y podemos con satisfacci¨®n decir que, en perfecta compenetraci¨®n con el Banco de Espa?a, se nos ha atendido en bastantes de aquellas sugerencias, precisamente al buscar, tanto el Banco de Espa?a como las cajas, el mismo objetivo: una situaci¨®n cada d¨ªa m¨¢s saneada y firme de nuestras entidades.
7. No es exacto, con car¨¢cter general, el hablar de pol¨ªtica de expansi¨®n desmesurada en el sector cajas. Cualquiera que conozca nuestro sistema crediticio sabe que las cajas se han distinguido ante la liberalizaci¨®n de las normas de expansi¨®n, que en nuestro caso ha sido limitada por el criterio de la territorialidad, por una pr¨¢ctica de prudencia, sobre todo si se compara con la que otros siguieron.
8. En los ¨®rganos de gobierno de las cajas de ahorro est¨¢n actualmente presentes, adem¨¢s de representaciones de corporaciones y entidades, los propios clientes de las cajas, los impositores y los empleados de las mismas. En un estudio comparativo de las estructuras de los ¨®rganos de gobierno de las cajas de ahorro de los diversos pa¨ªses de nuestro contorno europeo son, sin duda, las espa?olas las que tienen actualmente un sistema m¨¢s abierto, representativo y pluralista.
9. El esp¨ªritu de colaboraci¨®n con la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno en cuanto sea servicio a los intereses generales de la econom¨ªa del pa¨ªs es, y ha sido, postulado indeclinable de la trayectoria de las cajas, siempre y en todo instante.
En todo momento, pero m¨¢s a¨²n dentro del actual proceso democr¨¢tico, no cabe que nadie se permita la ligereza, por no aplicar calificativo m¨¢s severo, de pretender que existan notas de discordancia altas ni bajas con el tejido social de un pueblo que, con su confianza en las cajas de ahorro, ha demostrado y demuestra que se siente bien servido por ellas y compenetrado con sus instituciones de ahorro.
es presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.