Federico Sope?a afirma que las 13 salas abiertas en enero han tenido "un ¨¦xito desbordante"
El Museo del Prado ha enriquecido su ya importante colecci¨®n de pintura flamenca del siglo XVII con la adquisici¨®n de un cuadro de Jacoho Jordaens. Se titula La piedad y fue descubierto por Mat¨ªas D¨ªaz Padr¨®n en la iglesia de San Alberto, en Sevilla. D¨ªaz Padr¨®n, uno de los mejores especialistas en pintura flamenca, hizo este descubrimiento cuando, por indicaci¨®n de Diego Angulo, acudi¨® a la capital andaluza para revisar las pertenencias, todas ellas en venta, de la citada iglesia.
Para confirmar que La piedad era, realmente, un Jordaens, D¨ªaz Padr¨®n realiz¨® varios estudios, que se confirmaron cuando encontr¨® en Londres un dibujo preparatorio del cuadro. Jacobo Jordaens (Amberes 1593-1678) fue disc¨ªpulo, como Rubens, de Van Noort, con cuya hija se cas¨®, y desde 1621 desempe?¨® el cargo de decano del gremio de pintores de su ciudad natal. Muerto Rubens, Jordaens recogi¨® su gloria, convirti¨¦ndose su taller en el m¨¢s considerado de Flandes. Fue, adem¨¢s, el encargado de terminar, a la muerte del pintor de Las tres gracias, los lienzos que Rubens estaba realizando para la Torre de la Parada, cercana a Madrid, que representan las Metamorfosis de Ovidio.Con la nueva adquisici¨®n ya son diez los Jordaens con que cuenta el Museo del Prado, que, como se sabe, tiene la mejor colecci¨®n del mundo de pintura flamenca del si glo XVII con ochenta Rubens veinticinco Van Dyck, 54 Teniers y 31 Brueghel, hasta un total de 654 cuadros. Otros cuadros de Jordaens expuestos en la primera pinacoteca nacional son Los desposorios m¨ªsticos de santa Catalina de Alejandr¨ªa, que algunos cr¨ªticos tienen por original de Van Dyck, La familia de Jordaens en el jard¨ªn, Tres m¨²sicos ambulantes, Meleagro y Atalanta, Diosas y ninfas despu¨¦s del ba?o, que durante alg¨²n tiempo fue atribuida a Rubens, al igual que El ni?o Jes¨²s y san Juan, y Ofrendas a Pomona, que es una obra juvenil y motivo de lucirniento con la pintura de animales o temas de bodeg¨®n.
El conservador de la pintura flamenca del Museo del Prado, Mat¨ªas D¨ªaz Padr¨®n, que ayer pronunci¨® una conferencia en la Sala de las Musas destinada, junto con otras doce, a pintura flamenca del siglo XVII, ha dicho que las obras expuestas "no son una imagen real de la riqueza de esos fondos", porque no se pueden exponer m¨¢s que los retratos m¨¢s famosos y representativos. Para colgar los 654 cuadros flamencos del museo se necesitar¨ªa, sin marcos, una pared de ochocientos metros lineales de longitud, en tanto que la disponible en las trece salas es de 385 metros.
En todo caso, el ¨¦xito de estas salas, reformadas completamente y abiertas al p¨²blico el pasado d¨ªa 14 de enero, "ha sido un ¨¦xito desbordante", en palabras del director del Museo del Prado, Federico Sope?a. "Ese consenso general ante unas salas de lujo para una pintura de lujo" se concreta, seg¨²n Sope?a, en visitantes que van al museo ¨²nicamente para ver esa p¨ªntura, lo que, en su opini¨®n, aconseja la realizaci¨®n de preogramaciones y agrupamientos como ¨¦ste, dentro de un programa a¨²n sin concretar, pero al que, seg¨²n parece, no le va a faltar imaginaci¨®n, y, por lo mismo, respuesta popular.
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