Se espera una fuerte devaluaci¨®n del peso mexicano
M¨¦xico devaluar¨¢ su moneda esta semana en un porcentaje todav¨ªa desconocido, que seg¨²n algunas estimaciones podr¨ªa llegar al 40%, situ¨¢ndose la paridad con el d¨®lar entre 36 y 39 pesos, frente a los veintisiete anteriores. En lugar del m¨¦todo habitual de devaluar por decreto, el Gobierno opt¨® por retirar desde el jueves del mercado cambiario al Banco de M¨¦xico, para que sean las leyes del mercado las que determinen el nuevo valor del peso. En estos dos d¨ªas, el d¨®lar se ha vendido por encima de los 37 pesos y en los mercados internacionales ha sobrepasado los cuarenta.El gabinete econ¨®mico se reuni¨® el jueves por la ma?ana con el presidente L¨®pez Portillo para evaluar las primeras repercusiones de esta medida, anunciada sorpresivamente el mi¨¦rcoles por la noche, y preparar un paquete de decretos con el objetivo de buscar un mayor equilibrio en una balanza de pagos que en 1981 present¨® un d¨¦ficit superior a 17.000 millones de d¨®lares.
Durante los ¨²ltimos a?os, M¨¦xico ha mantenido una flotaci¨®n artificial de su moneda, que a lo largo de 1981 registr¨® una devaluaci¨®n real debido a la fuerte intervenci¨®n del Banco de Mexico en un mercado de divisas te¨®ricamente libre, e hizo que, pese a esa flotaci¨®n, el peso se mantuviese sobrevalorado respecto al d¨®lar.
Varias han sido las repercusiones de esta paridad artificial: los mexicanos transformaron sus pesos en d¨®lares, a pesar de los continuos aumentos de intereses para el ahorro en moneda nacional; los d¨®lares adquiridos en M¨¦xico a bajo precio se invirtieron en propiedades inmobiliarias de Estados Unidos; el elevado precio de los productos internos rest¨® competitividad en el exterior y redujo las exportaciones al sector petrolero, que supone m¨¢s del 75% de las ventas totales al extranjero; por primera vez en muchos a?os la balanza tur¨ªstica fue desfavorable.
Este conjunto de consecuencias negativas hizo que los rumores de devaluaci¨®n se multiplicaran a lo largo de los ¨²ltimos ocho meses. El propio presidente tuvo que salir al paso de tales rumores, con expresiones tales como "defender¨¦ el peso como un perro". Reiteradamente se afirm¨® que no habr¨ªa devaluaci¨®n y que la flotaci¨®n situar¨ªa al peso en su debido lugar.
En las ¨²ltimas semanas, L¨®pez Portillo ha dirigido dram¨¢ticos llamamientos a sus conciudadanos para que inviertan en el pa¨ªs en lugar de cambiar los pesos en d¨®lares e invertir en Estados Unidos. Un informe de la banca privada se?ala que en el ¨²ltimo mes el 80% del ahorro se ha hecho en d¨®lares. Igual que ocurriera al final del mandato de Luis Echeverr¨ªa, que neg¨® que fuera a devaluar la moneda hasta la v¨ªspera misma en que tuvo que hacerlo, en un ciento por ciento, tambi¨¦n ahora se ha seguido id¨¦ntica t¨¢ctica para evitar que la escasa confianza en el peso desaparezca totalmente.
Una de las cargas a las que tendr¨¢ que hacer frente el pa¨ªs es al aumento de su deuda exterior medida en pesos. En plena fase de desarrollo industrial y, por tanto, de necesidades de financiaci¨®n, M¨¦xico empieza a tocar su techo de cr¨¦ditos, con una deuda externa que supera los 50.000 millones de d¨®lares. Este a?o deber¨¢ destinar el 10% de su presupuesto a pagar intereses y amortizaciones de principal, por importe de unos 10.000 millones de d¨®lares.
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