Josep Colom, entre la raz¨®n y la magia

La po¨¦tica de Bartok.

Danzas rumanas y b¨²lgaras, Sonata 1926 y Al aire libre, de Bartok. Tres nocturnos, de Faur¨¦. Variaciones sobre un tema de Schumann, de Brahms. Pianista: Josep Colom.

Sala F¨¦nix. 17 de febrero

El programa preparado por Josep Colom para Cantar y ta?er combinaba cuatro obras de Bartok con las Variaciones Schumann de Brahms, y Tres nocturnos, de Gabriel Faur¨¦. Esto es: hu¨ªa de cualquier patr¨®n habitual para buscar diversas manifestaciones de pura musicalidad en las que si el virtuosismo es necesario, lo es en mayor grado el buen criterio y la capacidad po¨¦tica.Colom, tantas veces galardonado, sabe crear en cada caso mundos sonoros y expresivos adecuados. Tiene una idea de la interpretaci¨®n que va m¨¢s lejos de la simple fidelidad, la pulcra ejecuci¨®n o la expresividad m¨¢s o menos convencional. Para Colom, cada p¨¢gina constituye un mundo completo a descubrir con mirada propia y original exigencia ac¨²stica.

Sabe bien, adem¨¢s, el pianista

Encantamiento sonoro

Los pentagrarnas de Faur¨¦ dan a Colom la posibilidad de mostrarse en una de sus, m¨¢s definidas facetas: el ensimismamiento, la b¨²squeda sutil del encantamiento sonoro a trav¨¦s de un romanticismo hecho moderaci¨®n, pero tan intenso como el que m¨¢s. En fin, el enfrentamiento de Brahms y su amigo y maestro Schumann en las Variaciones op. 9 del hamburgu¨¦s, contiene casi un estudio psicol¨®gico adem¨¢s de representar una subjetivaci¨®n de lo biogr¨¢fico. Sin Schumann no habr¨ªa sido posible Brahms y en las Variaciones tal verdad se nos da de modo expl¨ªcito. El int¨¦rprete ha de saber, como Colom, asumir al autor del tema y al de las variaciones.

Hacer que la magia entre en raz¨®n

Paso a paso, pieza a pieza, el pianista parec¨ªa internarse por los distintos mundos, aprehenderlos y explicarlos con claridad. Arribaba, entonces, a la m¨¢s alta funci¨®n del int¨¦rprete: hacer de la propuesta de cada compositor, meridiana evidencia. Darnos, enteros y verdaderos, a Schumann-Brahms, a Faur¨¦ o a Bartok, tomar su magia y hacerla "entrar en raz¨®n"; asumir su "l¨®gica" para convertirla en cosa m¨¢gica.

La sala F¨¦nix, que se ha convertido en el centro de las actividades madrile?as de m¨²sica de c¨¢mara, registr¨® un lleno, habitual en todos los ciclos de Cantar y Ta?er, entidad que prolonga en nuestro tiempo la labor que desarrollaron las sociedades culturales y filarm¨®nicas.