Defensor de miles de exiliados

Esta muerte sorpresiva de Car los Rama obliga a recordarlo y reconocerlo como uno, o tal vez el principal, de los defensores de miles de exillados hispanoamericanos que hoy viven o malviven en esta Espa?a que tan generosa ha sido conmigo. Rama fund¨® una sucursal del Pen Club, una aparente insignificancia quen se llam¨® Pen Club Latinoamericano. Y que tuvo lugar para actua y respirar gracias a la generosidad de Caballero Bonald y sus colegas del Pen espa?ol.Y digo insignificancia aparente porque en m¨¢s de una oportunidad la Academia Real de Suecia recab¨® opini¨®n al peque?o Pen Latinoamericano sobre su candidato para el premio Nobel.

Ning¨²n exiliado, ning¨²n lector atento podr¨¢ olvidar sus art¨ªculos publicados en EL PAIS. Su tema persistente y principal era el de la ayuda moral que los exiliados hispanoamericanos podan esperar, y acaso exigir, como amistosa retribuci¨®n a la hospitalidad sin trabas que Am¨¦rica ofreci¨® a los exiliados espa?oles despu¨¦s del triunfo franquista.

Expreso, como deseo y afirmaci¨®n, que la tenaz y desinteresada obra de uni¨®n entre emigrantes desamparados, algunos con acentos suramericanos, y la que persistimos en llamar Madre Patria, obra in¨ªciada con esp¨ªritu de justicia y hum¨ªlde triunfo sea continuada por nosotros los que fuimos colaboradores del af¨¢n de Carlos M. Rama.