Normalidad en el Congreso y extrema prudencia en las reacciones de los principales l¨ªderes

El primer aniversario del intento golpista, que se materializ¨® en el asalto al Congreso de los Diputados, transcurri¨® con absoluta normalidad en el hemiciclo de la C¨¢mara baja, mientras en los pasillos se comentaban los incidentes producidos por la ma?ana y que alteraron el normal desarrollo del juicio por los sucesos del 23-F. Ni el presidente Calvo Sotelo ni el l¨ªder de la oposici¨®n, Felipe Gonz¨¢lez, quisieron opinar, al menos en un primer momento. Las declaraciones formuladas por algunos parlamentarios, pusieron de manifiesto la preocupaci¨®n por lo sucedido en el Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito.

A las 18.22 de ayer, hora de la irrupci¨®n en el hemiciclo del teniente coronel Tejero y dem¨¢s asaltantes armados hace un a?o, los fot¨®grafos dispararon sus c¨¢maras hacia el reloj que cont¨® las largu¨ªsimas 18 horas que dur¨® el secuestro, mientras el diputado centrista Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo defend¨ªa el art¨ªculo primero de la ley org¨¢nica del Tribunal de Cuentas. El presidente del Gobierno no se encontraba en ese momento en el banco azul, donde s¨®lo hab¨ªa dos ministros. Tampoco se encontraba presente en ese instante el ex presidente Adolfo Su¨¢rez, y s¨ª, en cambio, el l¨ªder de la oposici¨®n, Felipe Gonz¨¢lez.El secretario general del PSOE, a su llegada al Congreso, pregunt¨® sonriente a los informadores si se celebraba algo y seguidamente se neg¨® a comentar, por el momento, lo ocurrido en la vista del 23-F. "Ya hablaremos m¨¢s tarde", dijo, y se dirigi¨® a su esca?o. Pocos minutos antes, requerido por los informadores, Leopoldo Calvo Sotelo se limit¨® a manifestar: "Estoy enterado de todo", y se encamin¨® asimismo a su sitio en la cabecera del banco azul.

El ministro de Justicia, P¨ªo Cabanillas, record¨® que acababa de llegar procedente de Soria, a donde hab¨ªa viajado acompa?ando a Calvo Sotelo, y que no sab¨ªa nada ni hab¨ªa le¨ªdo el trabajo de Diario 16, que hab¨ªa dado origen al incidente procesal. Preguntado sobre las extra?as consecuencias procesales de un hecho extra forense como es una informaci¨®n period¨ªstica, el ministro de Justicia se?al¨® que es cierto que para el proceso "fuera del juicio no hay nada", pero resalt¨® la gran trascendencia de este juicio en la opini¨®n p¨²blica, as¨ª como su alargamiento en el tiempo y el deseo de protagonismo de algunas personas

Pio Cabanillas a?adi¨®: "No digo que sea natural, pero no es anormal que un procesado plantee su ausencia de la vista. En ese caso, al presidente del Tribunal le corresponde optar entre declararlo en rebeld¨ªa o considerar la decisi¨®n que debe adoptar. Yo creo que el presidente del Tribunal habr¨¢ decidido de acuerdo con el c¨®digo de Justicia Militar. Lo importante, en todo caso, es que el juicio sigue".

Por su parte, el diputado socialista Luis Solana expres¨® la necesidad de evitar choques entre las fuerzas armadas y la prensa. "El juicio del 23-F es el juicio de las Fuerzas Armadas a s¨ª mismas y exige una gran prudencia por parte de todos. El error de un periodista o de un pol¨ªtico puede tener consecuencias incontrolables". Sin embargo, mostr¨® su extra?eza por el hecho de que el tribunal autorizara un planteamiento de los procesados, como tales presuntos delincuentes, que planteaban un ultim¨¢tum al tribunal. "En cualquier juzgado de distrito, ante un procesado que no quiere estar presente en la vista, la respuesta judicial no es la de suspender el Juicio".

Por otra parte, en el pleno del Parlamento de Catalu?a celebrado ayer, su presidente Heribert Barrera dio lectura a una declaraci¨®n institucional en la que se dice que "afortunadamente, la lealtad al Rey de casi la totalidad de los jefes militares y la conducta del Rey, de escrupuloso respeto a la Constituci¨®n, permitieron superar la situaci¨®n y acabar sin sangre otro episodio penoso de la historia de Espa?a". No obstante, la declaraci¨®n le¨ªda por el presidente del Parlamento catal¨¢n indica que lo que fue el principio de una clara victoria de la democracia y de la obediencia al poder civil basado en la voluntad popular "ha ido desdibuj¨¢ndose", lo cual obliga a reaccionar a los que tienen fe en la democracia, superando Ia f¨¢cil tentaci¨®n de someternos a una supuesta fatalidad". La Mesa del Parlamento aut¨®nomo catal¨¢n hab¨ªa decido, d¨ªas pasados, que se hiciese esta declaraci¨®n coincidiendo con el aniversario del 23 de febrero.