El nuevo humanismo de la joven generaci¨®n

Punto de m¨¢ximo inter¨¦s en el ¨²ltimo concierto de la Radiotelevi s¨®n Espa?ola, dirigido por Od¨®n Alonso, era la primera audici¨®n de las Cinco piezas para orquesta, de Miguel Angel Roig-Francol¨ª, escritas por encargo de Radio Nacional. Inter¨¦s no defraudado, pues la nueva obra obtuvo una acogida nada corriente trat¨¢ndose de estrenos.Nacido en Ibiza el a?o 1953, Roig-Francol¨ª se sit¨²a en la fron tera que une y separa a la generaci¨®n ascendente (Marco, Cano, Cruz de Castro, Villa Rojo, Guerrero) y la juvenil (o de 1961) compuesta por los nacidos entre 1954 y 1968, parte de la cual, como es obvio, todav¨ªa no se ha echado al ruedo.

M¨²sico de instinto y excelente preparaci¨®n, el propio Roig-Francol¨ª sit¨²a en 1977 su prime ra obra a considerar: Espejismos, para nueve instrumentos. No aborda la orquesta hasta 1980 con el Rond¨® sinf¨®nico-coral y las Piezas escuchadas ahora. Disc¨ª pulo de Miguel Angel Coria, no sigue exactamente sus pasos sino en dos aspectos: la calidad arte sanal y la humanizaci¨®n de su mensaje, lejos del ensayismo y la novedad por s¨ª misma.

Como vengo anotando en muchas ocasiones, tal actitud pare ce unir a buena parte de la gene raci¨®n de Roig-Francol¨ª en el plano internacional. Ha elevado la mirada para buscar en lo

maestros anteriores a la larga etapa de las venguardias nuevos puntos de partida, con la conciencia clara -sin embargo- de que las vanguardias han existido y todavia colean.

No es extra?o entonces que encontremos en las Cinco piezas algunos reflejos reconocibles junto a otros m¨¢s ocultos. El problema de la tonalidad funcional ha desaparecido, tanto como la idea de subvertirla, con lo que llegamos a una expresi¨®n directa, objetiva y deseosa de establecer comunicaci¨®n. Miguel Angel Roig no escribe para la historia, sino para los dem¨¢s, y lo hace a trav¨¦s de un buen oficio evidente en los procesos de desarrollo y no menos en la ideaci¨®n y realizaci¨®n instrumentales.

Expresi¨®n objetiva

La t¨¦cnica variativa, a partir de breves dise?os o sencillas microestructuras r¨ªtmicas, da lugar a momentos de gran expansividad din¨¢mica o a pasajes de muy bella ambientaci¨®n atmosf¨¦rica, cuando no a trazos de libre y claro contrapuntismo. Todo ello puesto al servicio de una concepci¨®n general arquitecturada con firmeza y una intenci¨®n (con su lenguaje correspondiente) de incisiva expresividad.

La versi¨®n de Od¨®n Alonso y la Sinf¨®nica de RTVE fue no s¨®lo fiel, sino adem¨¢s brillante, al resaltar los valores generales y los particulares de una partitura distinguida recientemente con el Premio de Composici¨®n de Juventudes Musicales. Roig-Francol¨ª salud¨® repetidas veces desde la escena en uni¨®n de sus int¨¦rpretes.

Otro atractivo del programa: la actuaci¨®n del pianista puertorrique?o El¨ªas L¨®pez Soba, personalidad muy destacada en la vida musical de su pa¨ªs e int¨¦rprete de pulcra y cuidada t¨¦cnica, bella sonoridad y serio concepto.

Su Concierto en do menor n?24, de Mozart, se ci?¨® a c¨¢nones tradicionales en la comprensi¨®n mozartiana y provoc¨® muchos aplausos.

Volvieron a los atriles de la RTVE los pentagramas de Mussorgsky-Ravel en los Cuadros de una exposici¨®n. Una vez m¨¢s, Alonso logr¨® de sus profesores gran riqueza de matices, plenitud de sonoridades y acusado sentido de lo pl¨¢stico y lo gestual.

Despu¨¦s de la Gran puerta de Kiev, que cierra la serie de evocaciones en torno a los cuadros de Hartmann, la Sinf¨®nica de RTVE y su director escucharon ovaciones muy prolongadas.