Empeoramiento de las perspectivas para esta semana
El progresivo empeoramiento del panorama burs¨¢til ha sido la caracter¨ªstica que ha definido el comportamiento de los mercados nacionales de valores a lo largo de la semana pasada.La evidente falta de capacidad de reacci¨®n que hab¨ªan manifestado las bolsas espa?olas a lo largo de las semanas anteriores, donde la resistencia numantina a la baja era el ¨²nico aspecto destacable de su trayectoria, ha terminado por desembocar en unos procesos claramente orientados a la baja, en los que los inversores manifiestan su des¨¢nimo y su escasa confianza en las perspectivas del mercado ofreciendo partidas vendedoras, sin que importe demasiado el efecto negativo que pueden tener en la evoluci¨®n del precio de las acciones.
En esta estrategia, los inversores particulares no han hecho sino seguir la senda que los inversores institucionales marcaron en las primeras jornadas de la semana. Estos inversores comenzaron a hacer acto de presencia en los distintos corros, especialmente en los de los valores industriales y bancarios.
Al finalizar el ciclo semanal la profunda desconfianza de los inversores comenzaba a resultar preocupante por cuanto no exist¨ªa pr¨¢cticamente ning¨²n valor capaz de atraer la atenci¨®n de los especialistas.
Una vez m¨¢s fueron los valores bancarios quienes reflejaron de una forma m¨¢s clara la evoluci¨®n de las intenciones de los inversores. De una situaci¨®n pr¨¢cticamente equilibrada, en la que tan solo romp¨ªan la monoton¨ªa de las sesiones unos pocos miles de acciones puestas a la venta casi a diario, se ha pasado a que la oferta para el conjunto de las siete grandes entidades del sector supere las 250.000 acciones a la venta.
Pero lo m¨¢s grave es que este fen¨®meno se reproduc¨ªa en casi todos los sectores. Por ejemplo, en el grupo el¨¦ctrico se generaron bajas a lo largo de toda la semana, a pesar de que, tan pronto como los precios de estos valores ced¨ªan alguna posici¨®n, se generaba una demanda que acostumbraba a sobrevivir hasta que se llegaba al cierre de las reuniones.
Sin embargo, una vez que se reanudaban las operaciones del d¨ªa siguiente, los inversores exig¨ªan nuevas bajas para tomar t¨ªtulos. Este fen¨®meno es el que ha provocado que, sin sufrir unas reducciones excesivamente dr¨¢sticas los vol¨²menes contratados en el sector de las empresas el¨¦ctricas, se produjesen constantes goteos a la baja en sus cambios.
En los valores industriales el decorado difer¨ªa notablemente de lo comentado en el grupo el¨¦ctrico. Ni las empresas siderometal¨²rgicas, ni las qu¨ªmicas parecen ser capaces por el momento de motivar ¨®rdenes de compra y, por tanto, aunque la oferta acostumbra a ser abundante las p¨¦rdidas se ven reducidas a uno o dos enteros ante la falta de contrapartidas tomadoras que posibiliten Un negocio fluido y justifiquen las bajas pra los vendedores.
La actual situaci¨®n internacional tampoco resulta excesivamente clara, con el oro y el petr¨®leo en pleno proceso bajista, con el d¨®lar que parece apuntar una trayectoria descendente, los precios de los bonos subiendo en el mercado estadounidense y los tipos de inter¨¦s en los pa¨ªses del ¨¢rea del d¨®lar flexionando discretamente a la baja.
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