"No solo estaba la 'soluci¨®n Tejero', sino que hab¨ªa tambi¨¦n otras", seg¨²n el general Milans del Bosch

La diferencia de criterios entre el fiscal togado, Jos¨¦ Manuel Claver Torrente, y los defensores en cuanto al orden en que deb¨ªan prestar declaraci¨®n los 33 procesados por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, provoc¨® ayer un nuevo incidente procesal, en la decimoprimera jornada de la vista del juicio que se sigue contra aqu¨¦llos. En tanto que el fiscal togado deseaba que se iniciara el turno de interrogatorios por el del teniente coronel Tejero, los abogados insist¨ªan en que deb¨ªa de procederse por riguroso turno de mayor a menor graduaci¨®n, tal y como se realiz¨® el tr¨¢mite de lectura de folios del sumario. Finalmente, y tras un receso para deliberar, el presidente del tribunal dio la raz¨®n a los defensores. El teniente general Milans del Bosch, el primer procesado que declar¨® en el juicio, manifest¨® que "no solo estaba la soluci¨®n de Tejero, sino que hab¨ªa tambi¨¦n otras. Milans dijo que todos los militares "sent¨ªan intranquilidad por los derroteros que estaba tomando la Patria" por las fechas previas al fracasado golpe de Estado, del que hab¨ªa hablado en varias ocasiones con el general Armada, quien le hab¨ªa asegurado que el Rey ten¨ªa conocimiento del mismo y estaba deseoso de reconducir el proceso.

La sesi¨®n matutina de la vista se inici¨® con la lectura de los folios del sumario solicitada por los tres abogados que a¨²n no hab¨ªan cumplido dicho tr¨¢mite. Entre los testimonios pedidos por el teniente Hern¨¢ndez Gri?¨®, defensor del teniente de la Guardia Civil Vicente Ramos, fue le¨ªdo uno del jefe de la Casa del Rey, marqu¨¦s de Mond¨¦jar, quien declar¨®, durante la fase de instrucci¨®n del sumario por los hechos del 23-F, que el general Armada era ajeno y contrario a acciones del tipo como las que se juzgan.En su declaraci¨®n, el marqu¨¦s de Mond¨¦jar dice que Armada recibi¨® la noticia del golpe en el despacho de Gabeiras cuando despachaba con ¨¦l, y que, ante la situaci¨®n, se ofreci¨® a buscar una salida al problema, por lealtad al Rey, por amor a Espa?a, para mantener la unidad del Ej¨¦rcito y para que no hubiera derramamiento de sangre En ning¨²n momento, siempre seg¨²n el marqu¨¦s de Mond¨¦jar, dese¨® ser protagonista ni autoriz¨® a nadie para usar su nombre, y todos los hechos que realiz¨® fueron conocidos por sus superiores. El hecho de que Tejero se mostrara intransigente ante ¨¦l, en la entrevista que tuvieron en el Congreso demuestra que no estaban de acuerdo, seg¨²n el marqu¨¦s de Mond¨¦jar.

Terminado este tr¨¢mite, el presidente del Tribunal pregunt¨® a los consejeros que lo integran si quer¨ªan solicitar la lectura de alg¨²n folio o diligencia del sumario. Como ninguno lo solicit¨®, suspendi¨® por media hora la vista, antes de comenzar los interrogatorios orales.

Posteriormente el presidente del Tribunal dio por concluido el mismo y realiz¨® algunas consideraciones sobre los interrogatorios que iban a comenzar-de los procesados. De acuerdo con el art¨ªculo 775 del C¨®digo d¨¦ Justicia Militar, deb¨ªa procederse a recibir declaraci¨®n no jurada de los procesados, que deber¨¢n ocupar la mesa preparada a tal efecto, y podr¨¢n, sin embargo, conforme a derecho, optar por el silencio. Comienza el interrogatorio el fiscal, y le seguir¨¢n, por turno, el abogado defensor del procesado, los dem¨¢s abogados y los consejeros que lo deseen. El presidente tiene la facultad de interrumpir las preguntas que considere inoportunas y los procesados quedan relevados; de cualquier juramento que hayan prestado en esta causa.

El fiscal, que luego tom¨® la palabra, solicit¨® que se procediera a tomar la declaraci¨®n al teniente coronel Tejero, que mandaba las fuerzas que ocuparon el Congreso, y no al procesado de mayor graduaci¨®n, el teniente general Milans del Bosch, como se esperaba. Explic¨® su decisi¨®n el fiscal en el deseo de agrupar los interrogatorios seg¨²n la conexi¨®n de los hechos, con el fin de tener una valoraci¨®n global de cada uno, sin necesidad de saltar una y otra vez de los hechos de Valencia a los de Madrid y viceversa. Esta petici¨®n provoc¨® un incidente procesal que hizo necesaria la intervenci¨®n final del presidente del tribunal.

Alegan posible indefensi¨®n

Replic¨® al fiscal, en primer lugar, el propio defensor de Milans, coronel Salvador Escandell, quien afirm¨® que si hasta ahora se hab¨ªa seguido un orden en la vista, seg¨²n la jerarqu¨ªa de los procesados, no hab¨ªa raz¨®n para variarlo. Dijo que la petici¨®n del fiscal le hab¨ªa sorprendido, y manifest¨® su impresi¨®n de que la misma podr¨ªa producir una situaci¨®n de indefensi¨®n de su patrocinado, por lo que rog¨®, por cuesti¨®n de prudencia, que se mantuviera el orden establecido y se tomara declaraci¨®n al teniente general Milans.

Se adhirieron a este criterio los abogados del coronel Manchado, del capit¨¢n de nav¨ªo Camilo Men¨¦ndez, del coronel San Mart¨ªn y del teniente coronel Tejero. El abogado de ¨¦ste ¨²ltimo, Angel L¨®pez Montero, tom¨® la palabra para pedir la suspensi¨®n de la vista por 48 horas para reorganizar la defensa en el caso de que la solicitud del abogado Escandell no fuera aceptada. El fiscal mantuvo su petici¨®n porque, en su opini¨®n, el cambio en el lugar de interrogatorios no prejuzga ning¨²n hecho ni supone trascendencia alguna, ya que se trata de una simple cuesti¨®n de orden.

Como quiera que la mayor¨ªa de los defensores se sumaban a la postura contraria al cambio del orden de los interrogatorios, el presidente del Tribunal suspendi¨® la vista hacia las 11.30 horas con el fin de deliberar. Reanudada la sesi¨®n, tras un receso de hora y cuarto, el presidente anunci¨® que el Consejo Supremo de Justicia Militar hab¨ªa acordado que se realizara el interrogatorio de los procesados "corno es habitual en nuestra jurisdicci¨®n, es decir, por orden jer¨¢rquico". La decisi¨®n del tribunal fue acogida por algunos de los presentes con aplausos, que acall¨® el Propio presidente haciendo uso de la campanilla.

Tom¨® la palabra el fiscal, quien expres¨® su m¨¢s en¨¦rgica y respe tuosa protesta, a efectos de casa ci¨®n, por un posible quebranta miento de forma, dado que, en su opini¨®n, es al fiscal al que corres ponde la carga de la prueba y, por tanto, debe decidir sobre su orde naci¨®n. En ese sentido, consider¨® que la decisi¨®n del tribunal puede afectar a su misi¨®n.

El teniente general Mil¨¢ns del Bosch fue el primer procesado que ocup¨® el banquillo de los acusa dos. El fiscal pide para ¨¦l una pena de 30 a?os de reclusi¨®n y la accesoria de p¨¦rdida de empleo. Est¨¢ acusado de mantener reuniones previas para la preparaci¨®n del golpe de Estado con los tambi¨¦n procesados general Armada y te niente coronel Tejero. Acusado asimismo de haber dado a ¨¦ste ¨²ltimo la orden de tomar el Congreso y de decretar, en la regi¨®n militar de Valencia, un bando en el que asum¨ªa todos los poderes.

A preguntas del fiscal togado, el general Milans declar¨® que conoc¨ªa a Garc¨ªa Carr¨¦s desde hace alg¨²n tiempo y al teniente coronel Tejero desde el 18 de enero de 1981. Luego, a la pregunta de si sab¨ªa si Tejero tuvo contactos en Madrid con el teniente coronel Mas, destinado en la capitan¨ªa de Valencia, el procesado contest¨® que le constaba que s¨ª hab¨ªan tenido contactos ya que el propio Mas le hab¨ªa comentado que, en contra de la opini¨®n que se ten¨ªa de ¨¦l, el teniente coronel le hab¨ªa parecido serio, sensato y formal. Tambi¨¦n declar¨® que conoc¨ªa al coronel

San Mart¨ªn porque estuvo a sus ¨®rdenes cuando mandaba la Divisi¨®n Acorazada Brunete.

Le pregunt¨® luego el fiscal al declarante cu¨¢ndo supo del proyecto de Tejero de ocupar el Congreso. Milans manifest¨® que en aquellos momentos todos los militares sent¨ªan intranquilidad por los derroteros que estaba tomando la Patria, y se trataba de buscar una soluci¨®n contra los problemas del terrorismo, y de lo que estaba ocurriendo. "Pero no solo estaba la soluci¨®n de Tejero", a?adi¨® Milans, "sino que hab¨ªa tambi¨¦n otras". Quiso saber el fiscal si tuvo conocimiento por medio de Mas del proyecto de Tejero de ocupar el Congreso y si hab¨ªa sido ¨¦l qui¨¦n le dio la orden de llevarlo a cabo. Milans respondi¨® en ambos casos de forma negativa.

A preguntas sobre las soluciones preparadas, adem¨¢s de la de Tejero, el teniente general indic¨® que conoci¨® la "soluci¨®n Armada" por boca del propio general Armada, qui¨¦n se la explic¨® un d¨ªa que fue a comer a su casa, en Valencia. Dijo tambi¨¦n que no supo del estudio hecho por Tejero para la ocupaci¨®n del Congreso hasta el d¨ªa 18 de enero, y neg¨® que hubiera conocido dicho plan por medio de Garc¨ªa Carr¨¦s. Reconoci¨® Milans que el 10 de enero de 1981 mantuvo en la Capitan¨ªa General de Valencia una reuni¨®n con el general Armada y que tambi¨¦n estaban presentes el coronel Ib¨¢?ez Ingl¨¦s y el teniente coronel Mas Oliver. A?adi¨® que antes y despu¨¦s de la misma reuni¨®n habl¨® a solas con Armada de "todo eso".

Milans, al referirse a la puesta en marcha de las diversas "soluciones", mencion¨® varias veces la existencia en el Ej¨¦rcito de "grupos agresivos", que en el argot militar eran conocidos como "de los coroneles", "de los tenientes coroneles" y "de los guardias civiles". Explic¨® que los defin¨ªan as¨ª para distinguir la acci¨®n pol¨ªtica que planteaba la "soluci¨®n Armada" ya que otros grupos eran mas radicales.

De la reuni¨®n que mantuvo el 10 de febrero con Armada, Milans record¨® que Armada le cont¨® que hab¨ªa mantenido una entrevista con el Rey, qui¨¦n le dijo que estaba harto de Su¨¢rez y quer¨ªa cambiarle. Declar¨® Milans que en conversaciones que duraron seis horas, el Rey y la Reina trataron con Armada sobre el hombre que pod¨ªa ser el id¨®neo para la presidencia del Gobierno. El Rey se inclinaba, a?adi¨® el declarante, por un Gobierno civil, en tanto que la Reina lo prefer¨ªa de militares. Estas conversaciones, seg¨²n afirm¨® Milans, fueron mantenidas en los Pirineos, pero no supo decir el sitio exacto.

El fiscal pregunt¨® entonces a Milans si entre ¨¦l y Armada adoptaron alguna soluci¨®n, a lo que: el procesado respondi¨® que no. "Aunque", a?adi¨®, "Armada me indic¨® que el Rey estaba dispuesto a reconducir el proceso si hab¨ªa alguna acci¨®n violenta. Preguntado sobre el significado que para ¨¦l ten¨ªa la palabra "reconducir", Mil¨¢ns manifest¨® que "se trataba de conseguir lo mejor para Espa?a", aunque, precis¨®, "que esa acci¨®n no la har¨ªan ellos".

"La soluci¨®n de Armada me pareci¨® perfecta"

En torno a la "soluci¨®n Armada", declar¨® Milans "que le pareci¨® perfecta". "Consist¨ªa", a?adi¨®, en colocar al frente de la Junta de Jefes de Estado Mayor a un hombre afecto al Rey, ya que esto parar¨ªa a los grupos nerviosos. Tambi¨¦n habr¨ªa que modificar la Constituci¨®n, a trav¨¦s del art¨ªculo diez. Manifest¨® luego que tanto ¨¦l como Armada cre¨ªan que las acciones violentas no eran deseables y pen saban que si se produc¨ªan, hab¨ªa que reconducirlas. Se le pregunt¨®, en ¨¦ste sentido, si aceptaba el "hecho violento", a lo que respondi¨®: "Armada me dijo que el Rey tratar¨ªa de reconducirlo, por lo que no se trataba de algo de nosotros".

En torno a su reuni¨®n en Valencia con Armada el 10 de enero, manifest¨® que hab¨ªa acordado con ¨¦ste parar las acciones violentas, ya que era mejor su soluci¨®n, y para ello hab¨ªa que tomar contacto con los grupos violentos.

El fiscal le pregunt¨® a Mil¨¢ns por la reuni¨®n celebrada el 18 de enero en la calle General Cabrera, en Madrid, y el procesado reconoci¨® que, efectivamente, tal reuni¨®n se celebr¨® en ese piso, domicilio del teniente coronel Mas, y que tuvo como objetivo el contactar con esos grupos, en teor¨ªa, violentos. Reconoci¨® tambi¨¦n que la iniciativa de buscar esos contactos fue de Armada y suya. "Ten¨ªa convencimiento", a?adi¨®, "de que la soluci¨®n Armada parec¨ªa respaldada por el Rey. A la reuni¨®n del d¨ªa 18 ten¨ªa prevista su asistencia el general Armada, aunque luego no fue. Armada me explic¨® que se hab¨ªan complicado las cosas y que por eso no hab¨ªa asistido".

"A la reuni¨®n", declar¨® Milans, "asistieron Mas, Torres Rojas, Tejero, Garc¨ªa Carr¨¦s y algunos m¨¢s que no quiero ecir para no implicar a m¨¢s gente. Previamente yo hab¨ªa preguntado a Armada si pod¨ªa hacer uso de lo que me hab¨ªa contado del Rey y la Reina, y aqu¨¦l me contest¨® que pod¨ªa hacerlo pero discretamente. Efectivamente, yo dirig¨ª la reuni¨®n de la calle General Cabrera, y plante¨¦ lo que era la soluci¨®n Armada, y todos aceptaron de buen grado. Torres Rojas lleg¨® algo tarde, aunque no recuerdo bien esto ni lo que dijo. No me extra?ar¨ªa que Torres Rojas hablara de San Martin, porque hab¨ªa sido su Jefe de Estado Mayor en la Divisi¨®n Acorazada".

"Yo cont¨¦ que la soluci¨®n Armada estaba apoyada por el Rey", continu¨® relatando Milans, "y que era mejor soluci¨®n que otras, por lo que hab¨ªa que retrasar las dem¨¢s, lo que se acogi¨® de buen grado. No es cierto, en absoluto, que en la reuni¨®n se hablara de la ocupaci¨®n del Congreso como un detonante de gran magnitud. Explique que la soluci¨®n Armada iba a consistir en poner un gobierno afecto al Rey, en cambiar la pol¨ªtica, en cortar los vuelos de algunas autonom¨ªas, en combatir el terrorismo; que de lo que se trataba era de evitar la acci¨®n agresiva y violenta para que el Rey no la tuviera que reconducir. En aquella reuni¨®n no se habl¨® de cambiar el Gobierno por otro nombrado por m¨ª".

El teniente general Milans reconoci¨® que Iba?ez Ingl¨¦s, por orden suya, realiz¨® visitas a Armada. La primera de ellas, seg¨²n declar¨® el procesado, se celebr¨® el d¨ªa 19 de enero y aqu¨¦l le explic¨® a Armada su reuni¨®n con Tejero en el domicilio del teniente coronel Mas. La segunda tuvo lugar el 3 de febrero. Precis¨® el procesado que entre una y otra reuni¨®n, se produjo la dimisi¨®n de Suarez, lo que, en su opini¨®n, confirmaba que se estaba poniendo en marcha. Precis¨®, a ¨¦ste respecto, que envi¨® a Iba?ez Ingl¨¦s para que recabara informaci¨®n sobre la situaci¨®n de la Moneloa.

Su¨¢rez se opone al nombramiento de Armada

Mil¨¢ns declar¨® que Armada le comunic¨® a Iba?ez Ingl¨¦s que exist¨ªa la posibilidad de que se le nombrara segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, a lo que, en principio, se opon¨ªa Suarez. Luego reconoci¨® el teniente general procesado, que envi¨® dos veces a Iba?ez Ingl¨¦s a L¨¦rida para hablar con Armada; la segunda porque quer¨ªa que Armada le informara de Iq que pasaba en Espa?a.

Declar¨® tambi¨¦n que su conversaci¨®n con Tejero fue corta, y que el teniente coronel procesado le dijo: "Esto, mi general, se hace". Mil¨¢ns record¨® que dijo a Tejero que tratara de parar la operaci¨®n, e hizo referencia a, Armada como un pe¨®n importante, dado su reciente nombramiento como segundo jefe de Estado Mayor. El fiscal le dijo a Milans: "Bueno, pero entonces ten¨ªamos dos peones: uno, la dimisi¨®n de Suarez, y otro, el nombramiento de Armada". Milans contest¨® afirmativamente.

La reuni¨®n de la calle Pintor Juan Gris

Milans neg¨® que conociera la reuni¨®n de la calle Biarritz y precis¨® que conoci¨® la reuni¨®n celebrada entre Tejero y Armada, el d¨ªa 21 de febrero en un piso de la calle Pintor Juan Gris, porque se lo cont¨® el teniente coronel Mas, a qui¨¦n, a su vez, le hab¨ªa informado Garc¨ªa Carr¨¦s. Manifest¨® que ¨¦ste ¨²ltimo hab¨ªa dejado a Cortina y a Tejero en el hotel Cuzco, a las diez y cuarto aproximadamente, y que poiesta raz¨®n, pens¨® que que la reuni¨®n hab¨ªa tertido lugar en el hotel Cuzco y no en la calle Pintor Juan Gris.

Milans del Bosch dijo a continuaci¨®n que en la tarde del d¨ªa 22 habl¨® telef¨®nicamente con Armada, quien le dijo que no estar¨ªa en su despacho porque iba a estar en la Zarzuela. El fiscal le pregunt¨® si conoc¨ªa a Pardo Zancada, a lo que Milans respondi¨® que s¨ª, porque hab¨ªa sido subordinado suyo en la Divisi¨®n Acorazada. Tambi¨¦n dijo que ten¨ªa un concepto de ¨¦l buen¨ªsimo, que no pertenec¨ªa en absoluto a los grupos violentos y que el general Torres Rojas no le habl¨® de ¨¦l en la reuni¨®n de la calle del General Cabrera.

Pregunt¨® despu¨¦s el fiscal cu¨¢ndo entr¨® en escena Pardo Zancada, y respondi¨® Milans que fu¨¦ cuando le llam¨®, porque conoc¨ªa su manera de pensar. El domingo 22 fue a Valencia y le dijo Milans que hab¨ªa que apoyar la soluci¨®n Armada porque el Rey la reconducir¨ªa. Preguntado por el fiscal sobre los contactos previos con Armada, Milans dijo que el lunes 23 llam¨® por tel¨¦fono a Armada para pedirle un tel¨¦fono donde llamarle despu¨¦s, a lo que Armada contest¨® que llamar¨ªa ¨¦l, y Milans le di¨® a su vez, por no tener a mano otro, el tel¨¦fono de la oficina de Ib¨¢?ez Ingl¨¦s, que estaba presente.

Llamadas de Armada a Milans

Al preguntar el fiscal por las llamadas mantenidas con Armada, y antes de que Milans tuviera tiempo de contestar, interrumpi¨® el interrogatorio el abogado de Milans, Salvador Escandell, quien manifest¨® que el fiscal estaba cortando todas las respuestas de su defendido, lo que hac¨ªa perder el hilo del relato. El fiscal protest¨® en¨¦rgicamente por la intervenci¨®n de la defensa y pidi¨® que la presidencia advirtiera al letrado para que bajo ning¨²n concepto se volviera a interrumpir su interrogatorio, ya que hac¨ªa preguntas claras y no capciosas.

De nuevo a preguntas sobre llamadas a Armada, Milans dijo que el s¨¢bado d¨ªa 21 tuvo dos llamadas, una muy temprano y otra sobre las tres de la tarde, en la que le pregunt¨® a Armada si conoc¨ªa a Cortina. El domingo d¨ªa 22 tuvo otras dos, la primera sobre las 8.30 o las 9.00 horas de la ma?ana. Armada qued¨® en llamarle a las cinco de la tarde, y as¨ª lo hizo, al despacho de Ib¨¢?ez Ingl¨¦s, donde estaban tambi¨¦n el propio Ib¨¢?ez Ingl¨¦s, Mas Oliver y Pardo Zancada.

-Esta segunda llamada -dice Milans- la recuerdo perfectamente porque fue la que di¨® origen a todo, porque Armada me dijo que ya no se pod¨ªa parar a Tejero. Armada me dijo tambi¨¦n: "En cuanto pase, yo me voy a la Zarzuela, pero no me llames hasta que te diga el tel¨¦fono al que me puedes llamar. En mi despacho estar¨¢ el general Saenz Larumbe". En aquella conversaci¨®n pregunt¨¦ a Armada si hab¨ªa hablado con el numero uno. Recuerdo perfectamente que no quise hacer referencia al Rey, por si hab¨ªa alguien escuchando. Armada me contest¨® que en las ¨²ltimas horas, no.

Dijo tambi¨¦n Milans que Armada le indic¨® que habr¨ªa que llamar a Luis, y ante la duda acera de sobre quien estaba hablando, Ib¨¢?ez Ingl¨¦s dijo que se refer¨ªa a Torres Rojas. "Entonces yo orden¨¦ a un enlace que se pusiera en contacto con Torres Rojas", dijo Milans. El fiscal pregunt¨® si el enlace era Pardo Zancada, y Milans respondi¨®: "No, no era Pardo el enlace. Pardo me llam¨® tambi¨¦n, pero al d¨ªa siguiente".

Prevenci¨®n de Pardo contra Cortina

Fiscal.-?Habl¨® en aquella conversaci¨®n del apoyo de la Divisi¨®n Acorazada?-

Milans.-No, no se habl¨® del apoyo co.ncreto de la Divisi¨®n Acorazada, porque mi estilo de mando es muy meticuloso; hubiera mandado grupos t¨¢cticos, y yo s¨®lo mandaba en mi regi¨®n. La idea era que la Divisi¨®n Acorazada apoyara, y como ten¨ªa convencimiento de que el Rey lo sab¨ªa, era consciente de que no ten¨ªa que dar ¨®rdenes fuera de mi regi¨®n. Recuerdo, y quiero hacer constar, que cuando sal¨ªamos de hablar con Armada del despacho de Ib¨¢?ez Ingl¨¦s pregunt¨¦ a Parco Zancada: "Oye, ?t¨² conoces a Cortina?", a lo que Pardo me contest¨® que s¨ª.

Pasadas las dos de la tarde, el presidente del Tribunal levant¨® la sesi¨®n hasta las 16.15 horas.