Los generales Milans del Bosch y Armada exhibieron ayer p¨²blicamente sus contradicciones

La duod¨¦cima sesi¨®n de la vista del juicio que se sigue contra los 33 procesados por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero comenz¨® con la continuaci¨®n del interrogatorio del teniente general Milans del Bosch por el resto de los abogados. Lo m¨¢s destacado de las declaraciones de Milans fue, como en la sesi¨®n del d¨ªa anterior, sus continuas afirmaciones sobre la implicaci¨®n del general Armada en el intento de golpe y el conocimiento que ¨¦l cre¨ªa que ten¨ªa el Rey de la operaci¨®n. Afirmaciones reiteradamente desmentidas por el general Armada, que en la segunda parte de la sesi¨®n de la ma?ana de ayer comenz¨® a ser interrogado por el fiscal.

El presidente del tribunal dio, en primer lugar, la palabra al abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Laberma, defenso del coronel San Mart¨ªn, quien pregunt¨® al procesado si cre¨ªa que su defendido faltar¨ªa a la verdad para rehuir su responsabilidad. Milans dijo que no lo cre¨ªa as¨ª. Le pregunt¨® tambi¨¦n si la idea de avisar al general Torres Rojas parti¨® de ¨¦l, y el declarante afirm¨® que surgi¨® el tema en una conversaci¨®n que tuvo con Armada, quien le dijo que hab¨ªa que avisarle.Intervino luego el letrado Francisco L¨®pez Silva, defensor del co ronel Manchado, que quiso saber si hab¨ªa preparada una operaci¨®n de corte violento, especialmente preparada por la Guardia Civil Milans respondi¨® que no era una operaci¨®n espec¨ªfica, sino que exist¨ªa preocupaci¨®n por los de rroteros en los que iba entrando Espa?a, por lo que algunos sectores estaban preocupados por ello A una pregunta del mismo letrado el declarante dijo que hab¨ªa conocido al coronel Manchado en el juicio.

Angel L¨®pez Montero, defensor del teniente coronel Tejero, interrog¨® a Milans en torno a las convicciones mon¨¢rquicas de Armada. El actisado indic¨® que esas convicciones las hab¨ªa tenido Armada desde siempre y, a ese respecto, manifest¨® que nunca puso en duda la conversaci¨®n que el Monarca y aqu¨¦l mantuvieron en Baqueira Beret. "Para m¨ª", enfatiz¨®, "era como un art¨ªculo de fe". Luego, con respecto a la presencia del general Torres Rojas en la reuni¨®n celebrada el 18 de enero en un piso de la calle del General Cabrera, dijo que se explicaba por su prestigio en las Fuerzas Armadas, por su patriotismo y porque pensaron que pod¨ªa tener influencia sobre los "grupos violentos". Explic¨® asimismo que a dicha reu ni¨®n asisti¨® Tejero a t¨ªtulo personal y por su prestigio y patriotismo. A pesar de que el fiscal indica en sus Ponclusiones que en la misma reuni¨®n se propuso el asalto al Congreso, Milans insiste en que en el piso de la calle del General Cabrera todos aceptaron de buen grado la soluci¨®n Armada.

No se quer¨ªa la participaci¨®n de civiles

Le pregunt¨® el abogado de Tejero si en la reuni¨®nse plante¨® la posibilidad de ir contra el Ej¨¦rcito o contra el Rey, y Milans neg¨® y manifest¨® su convicci¨®n de que el Monarca conoc¨ªa la operaci¨®n, como consecuencia de sus conversaciones con Armada. "Suger¨ª", recuerda Milans, "que no interviniera nadie que fuera paisano o que hubiera tenido alg¨²n cargo en el r¨¦gimen anterior, y les dije que si me consideraban su jefe, toda esa gente ten¨ªa que ser eliminada".

El teniente general Milans declar¨® que estaba convencido de que el Rey iba a reconducir los hechos, a partir de esa primera acci¨®n violenta (se refiere a la toma del Congreso), y que incluso pens¨®, despu¨¦s de la tarde del 22 de febrero, que el Monarca sab¨ªa lo que iba a suceder al d¨ªa siguiente. Indic¨® tambi¨¦n que cuando el d¨ªa 22 de febrero estuvo en Valencia Pardo Zancada ten¨ªa que tener el mismo convencimiento, puesto que estuvo presente en la conversaci¨®n que ¨¦l mantuvo con Armada, quien manifesto la preocupaci¨®n del Rey por lo que estaba ocurriendo. Insisti¨® Milans en que estaba convencido de que los hechos se iban a desarrollar en favor de Espa?a y de la Monarqu¨ªa, "porque de no haber sido as¨ª incluso lo hubiera puesto en conocimiento de la superioridad".

Asegur¨® Milans que ten¨ªa el convencimiento de que la operaci¨®n estaba dentro de la legalidad. Luego asegur¨® que ¨¦l mismo dijo a los presentes en la reuni¨®n de la calle del General Cabrera: "Si algo de lo que se hable aqu¨ª se llega a saber, al que lo cuente yo le perseguir¨¦ hasta la muerte". Tambi¨¦n reconoci¨® que cuando el d¨ªa 22 le llam¨® Armada para decirle: "Esto se hace", ¨¦l le contest¨®: "Suerte, vista y al toro. Yo no me rajo nunca".

A una pregunta del abogado de Tejero, sobre si orden¨® a su defendido que dejara a Armada hablar con los diputados, Milans contest¨® afirmativamente. Expres¨® luego la preocupacion que sinti¨® sobre la responsabilidad que pudiera imputarse a los tenientes y, en general, a todos los que participaron en el asalto al Congreso, Tejero incluido, aunque acto seguido afirma que se tranquiliz¨® cuando supo que se iban a poner aviones para los que quisieran salir de Espa?a y que el resto quedar¨ªa exento de responsabilidad.

El abogado de Tejero quiso saber luego si a su patrocinado le opfrecieron alg¨²n cargo, y Milans declar¨® en forma negativa y a?adi¨® que al teniente coronel le mov¨ªan los intereses de Espa?a. Afirm¨®, en este sentido, que consideraba a Tejero un mero ejecutor de la operaci¨®n.

Particip¨® a continuaci¨®n en el interrogatorio el abogado Pedro Mart¨ªn Fern¨¢ndez defensor del teniente coronel Mas, quien pregunt¨® a Milans si Gabeiras orden¨® a Caruana que le arrestara. El procesado respondi¨® que s¨ª, aunque aclar¨® que la orden no fue cumplida.

Empez¨® mostrando su inter¨¦s por detalles de la reuni¨®n de la calle del General Cabrera el abogado Rogello Garc¨ªa Villalonga, defensor del comandante Cortina, que pregunt¨® a Milans si en la misma Tejero dijo que tomar¨ªa Televisi¨®n, y ¨¦l le dijo que esa misi¨®n la realizar¨ªa el regimiento Villaviciosa. El procesado matiz¨® que lo que se coment¨® es que eso podr¨ªa hacerlo el regimiento que estaba m¨¢s cerca, y que no se habl¨® de que Torres Rojas tomar¨ªa el mando de la Divisi¨®n Acorazada. Se mostr¨® Milans molesto con el abogado Garc¨ªa Villalonga cuando ¨¦ste le pregunt¨® si Tejero le expuso en la misma reuni¨®n su intenci¨®n de tomar el Congreso. "A m¨ª no me lo expuso", declar¨®, "y esta es la segunda vez que lo digo".

Milans volvi¨® despu¨¦s a segurar que Armada le cont¨® que el Rey quer¨ªa un Gobierno de civiles y la Reina lo prefer¨ªa de militares. Como mostrara el abogado su extra?eza, Milans insisti¨®: "No es extra?o, porque es as¨ª". El letrado volvi¨® a afirmar que le parec¨ªa extra?o "porque, dada la situaci¨®n familiar de la Reina

En ese momento el tribunal interrumpi¨® a Rogelio Garc¨ªa Villalonga con el fin de que no siguiera haciendo re ferencias en ese sentido.

Tejero rechaz¨® la propuesta de Armada

El mismo abogado se pregunt¨® c¨®mo era posible que Tejero, que entr¨® en,el Congreso invocando su nombre, luego no le obedeciera cuando le dijo que hiciera caso a Armada. Milans respondi¨®: "Eso "se ha explicado ya". Cuando Armada le expuso su soluci¨®n, Tejero no la acept¨®. Manifest¨® su creencia de que ni Ib¨¢?ez ni Mas tuvieron contactos con Cortina, a quien dijo que conoci¨® el d¨ªa 21 de febrero y no en la reuni¨®n de la calle del General Cabrera, "porque no asisti¨® a la misma". Dijo, asimismo, que Cortina era un hombre de Armada. Se le pregunt¨® c¨®mo se entend¨ªa entonces que no aceptara la soluci¨®n de Armada. "A m¨ª me dijeron", declar¨® Milans, "que hab¨ªa un comandante que estaba presionando para que la toma del Congreso fuera el d¨ªa 23. Cuando posteriormente habl¨¦ con Armada le dije que hab¨ªa un se?or que estaba preparando una ,reuni¨®n con ¨¦l en el hotel Cuzco. Ese comandante era Cortina, por lo que creo que es un hombre de Armada". Luego reconoci¨® que el nombre de Cortina se lo dio un enlace del que no quiere dar su nombre.

Milans se?al¨® luego que el 20 de febrero tuvo conocimiento de la acci¨®n que iba a llevar a cabo Tejero y que fue el d¨ªa 21 cuando se le comunic¨® que hab¨ªa un comandante que estaba presionando para ello.

Le pregunt¨® luego al procesado el abogado de Cortina si estaba previsto que la soluci¨®n Armada ser¨ªa lenta, a lo que aqu¨¦l contest¨® que, cuando menos, al estar avalada por el Rey, tranquilizar¨ªa a las Fuerzas Armadas.

En otro orden de cosas, el abogado quiso saber si no hubiera sido m¨¢s efectivo para parar a Tejero el haber comunicado su plan a los superiores, como hizo Quintero en la Operaci¨®n Galaxia. "Eso", dijo Milans, "hubiera sido denunciar a los compa?eros, y eso no lo hago en mi vida". A continuaci¨®n interrog¨® a Milans el defensor del capit¨¢n Batista, quier. le pregunt¨® a prop¨®sito de un informe sobre la supuesta inconstitucionalidad de los estatutos de autonom¨ªa de Catalu?a y Pa¨ªs Vasco. Dijo Milans que el informe le fue entregado por Armada y que lo ley¨® en una reuni¨®n del Consejo Superior del Ej¨¦rcito. Gabeiras, seg¨²n Milans, se opuso, pero la cuesti¨®n fue sometida a votaci¨®n y el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito perdi¨® por un voto. Este episodio provoc¨® un posterior intercambio de cartas muy duras entre ambos generales. Sobre los autores del informe, Milans asegur¨® que pudo estar hecho por un colectivo "en el que pudiera estar L¨®pez Rod¨®".

Intervino entonces el defensor del capit¨¢n P¨¦rez de la Lastra, que insisti¨® sobre las motivaciones de la participaci¨®n de Milans en el intento de golpe -terrorismo, pactos para desmilitarizar la Guardia Civil y ultrajes a la bandera-, y despu¨¦s centr¨® sus preguntas en torno a la tesis de que la toma del Congreso era parte de una "operaci¨®n nacional" de la que ten¨ªa conocimiento el "Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas", a lo que Milans respondi¨®: "Yo ten¨ªa el covencimiento de que s¨ª". Sobre la oferta a los militares ocupantes de un avi¨®n para salir del pa¨ªs, Milans afirm¨® que "yo no cre¨ª que fuera un desdoro en ese momento, porque pensaba que era una cosa provisional y que cuando el Gobierno tomara cartas en el asunto, regresar¨ªan".

Otra vez la 'soluci¨®n Armada'

El siguiente abogado, el letrado Sanz Arribas, defensor del capit¨¢n Bobis, centr¨® sus preguntas en el papel del general Armada. A este respecto, Milans, preguntado c¨®mo sab¨ªa que Armada iba a ser el presidente del Gobierno, respondi¨® que el asunto estaba en el ¨¢nimo de muchos, incluso ya se hab¨ªa escrito en los peri¨®dicos, y que el nombramiento de Calvo Sotelo pon¨ªa dificultades a la operaci¨®n.

A preguntas del mismo abogado, a?adi¨® Milans que Tejero ten¨ªa ¨®rdenes de esperar en el Congreso a la autoridad militar, porque su ¨²nico papel era cumplir ¨®rdenes, y afirm¨® que no conoc¨ªa la identidad de esa "autoridad militar", aunque, despu¨¦s de muchas suposiciones, pens¨® que ten¨ªa que ser el general Armada. Precis¨® Milans que nunca hab¨ªa dicho que la soluci¨®n Armada era una barbaridad, sino que era una "barbaridad" lo que pod¨ªa ocurrir en el Congreso, porque la operaci¨®n del general ya la conoc¨ªa con anterioridad y nunca se hab¨ªa mostrado en desacuerdo.

Preguntado sobre si pensaba que el Rey iba a nombrar a Armada presidente del Gobierno despu¨¦s del 23 de febrero, Milans respondi¨® que s¨ª. El abogado Tent Soler, defensor del capit¨¢n Abad, intervino entonces para preguntar si las ¨®rdenes de Tejero pod¨ªan ser entendidas por sus subordinados como d¨ªrnanadas del director de la Guardia Civil, a lo que el ex capit¨¢n general de Valencia respondi¨® que s¨ª. El abogado Santiago Segura, defensor del capit¨¢n Mu?ecas y del teniente Carricondo, tom¨® la palabra y se refiri¨® despectivamente al CESID (Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa) como a "eso", para preguntar a Milans si sab¨ªa que el comandante Cortina "era de eso", a lo que el interrogado contest¨® que no.

El tono del di¨¢logo provoc¨® risas entre el p¨²blico, por lo que el presidente llam¨® la atenci¨®n al abogado para que en adelante se refiriera al CESID por su nombre. A nuevas preguntas del mismo abogado, Milans afirm¨® que no consideraba a Tejero jefe de una rebeli¨®n militar en Madrid.

-Segura: ?Alguien de esta sala ordenaba a Tejero?

-Milans: Tengo la impresi¨®n de que alguien le marc¨® el d¨ªa y la hora.

-Segura: ?Alguien dio contraorden a Tejero para que no entrara en el Congreso?

-Milans: No.

El abogado interrog¨® despu¨¦s a Milans sobre la llegada al Congreso de una unidad de la Divisi¨®n Acorazada. Milans asegur¨® que no pod¨ªa ser considerada como una sorpresa la llegada de esa unidad a las Cortes seis horas despu¨¦s de la toma del Congreso y que eso no pod¨ªa ser interpretado m¨¢s que "como un benepl¨¢cito de los jefes".

-Segura: ?Cree que si un subordinado no obedece una orden de un general, ¨¦ste se da la vuelta y se va?

-Milans: Me remito a lo que hice con Caruana.

- Segura: ?Qu¨¦ es lo que hizo?

-Milans: Saqu¨¦ el rev¨®lver.

A?adi¨® el ex capit¨¢n general de Valencia, siempre a preguntas del abogado Santiago Segura, que el Rey no le trat¨® como un rebelde cuando habl¨® con ¨¦l, e interrogado sobre qu¨¦ valor le dio al mensaje que le mand¨® el Rey en el que le dec¨ªa "ya comprender¨¢s que despu¨¦s de esto no puedo volverme atr¨¢s", Milans contest¨®: "Entiendo lo que entiende todo el mundo, que no pod¨ªa volverse atr¨¢s.

Preguntado a continuaci¨®n por el teniente coronel De Meer, defensor del' capit¨¢n Dusmet, si el "gobierno de subsecretarios" de La¨ªna realiz¨® operaciones r¨¢pidas contra los asaltantes o esper¨® a ver c¨®mo se desarrollaban los acontecimientos, Milans dijo que cre¨ªa que esperaron a ver la evoluci¨®n de la situaci¨®n y "creo que en la regi¨®n de Valencia les apoyaban todas las autoridades".

Conversaciones con el Rey

El abogado Jes¨²s G¨®mez Garc¨ªa, defensor del capit¨¢n Alvarez Arenas, volvi¨® a preguntar sobre la frase del Rey "no puedo volverme atr¨¢s" y Milans afirm¨® que interpret¨® que "el Rey conoc¨ªa esto, pero por una serie de circunstancias cre¨ª que hab¨ªa cambiado de opini¨®n". A su vez, el abogado Pedro Li?¨¢n, que defiende al capit¨¢n Rom¨¢n, pregunt¨® si el Rey le llam¨® para que convenciera a Tejero, a lo que el teniente general procesado respondi¨®: "Yo le dije que cre¨ªa que no conseguir¨ªa nada, pero el Rey me dijo que llamara a Tejero y yo le contest¨¦ que hablara con Armada, que Armada estaba all¨ª".

A preguntas de Antonio Mu?oz Perea, abogado del capit¨¢n Pascual G¨¢lvez, Milans dijo despu¨¦s que ninguna autoridad de Valencia se opuso a su bando. "Tan es as¨ª que despu¨¦s, en el bando de revocaci¨®n, di las gracias por la colaboraci¨®n que me hab¨ªan prestado". Milans a?adi¨®, tras una nueva pregunta, que ten¨ªa la seguridad de que ninguna de esas autoridades estaba procesada.

El letrado Julio Ortiz, defensor del teniente Izquierdo, centr¨® sus preguntas sobre la oferta hecha a los asaltantes del Congreso de salir en avi¨®n de Espa?a. En s¨ªntesis, Milans afirm¨® que tuvo noticia de la oferta por Armada y que ¨¦ste no pod¨ªa haber hecho ese ofrecimiento en su nombre porque no pod¨ªa dar ¨®rdenes a los aviones.

"Pienso que esto era una cosa de arriba" a?adi¨®. Dijo tambi¨¦n que le pareci¨® "fatal" el arresto de dos mese impuesto a los guardias civiles que participaron en el asalto, despu¨¦s de que en el escrito de capitulaci¨®n se afirmaba que no tendr¨ªan responsabilidades. Declar¨® m¨¢s tarde el teniente general procesado, a preguntas del defensor del teniente Boza, que pensaba que era una discriminaci¨®n el haber arrestado a los guardias civiles que entraron al Congreso y no a los de la Acorazada y que le parec¨ªa extra?o que se tratara de sacar del Congreso a Pardo Zancada y a los de la Acorazada y no a los guardias civiles.

Versi¨®n de Armada de su conversaci¨®n con Milans

A la una menos cuarto, y visto que ning¨²n otro abogado ten¨ªa preguntas que hacer al teniente general Milans del Bosch, comenz¨® el turno de interrogatorio del general Alfonso Armada. A las primeras preguntas del fiscal, el ex segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito reconoci¨® que estuvo en Valencia en noviembre de 1980 a causa de unas obras que tuvo que hacer en un piso y que despu¨¦s estuvo en capitan¨ªa con Milans, pero no comentaron nada en concreto. Tambi¨¦n admiti¨® haber visto a los Reyes en Baqueira Beret ese invierno, pero no recuerda que le hicieran confidencias de ning¨²n tipo.

Insisti¨® el fiscal sobre si en la reuni¨®n de noviembre de 1980 con Milans hablaron de algo relacionado con la situaci¨®n de Espa?a o de confidencias que le hab¨ªan hecho los Reyes. Armada contest¨®: "Concretamente, no. S¨®lo hablamos de la situaci¨®n espa?ola en general y de la preocupaci¨®n que todo militar tiene. En este sentido, Milans y yo sintoniz¨¢bamos. Tambi¨¦n comentamos que el Ej¨¦rcito no estaba c¨®modo con los problemas que ten¨ªa en esos momentos Espa?a".

Centr¨® a continuaci¨®n el fiscal sus preguntas sobre la reuni¨®n mantenida, el 10 de enero de 1981, en Valencia, entre Milans, Armada, Ib¨¢?ez Ingl¨¦s y Mas Oliver, y sus esposas. Armada afirm¨® recordar prefectamente esa reuni¨®n. Sin embargo, dijo m¨¢s tarde que no pod¨ªa precisar con exactitud el contenido de la conversaci¨®n, aunque se habl¨® de la situaci¨®n espa?ola, "pero en ning¨²n momento hice ning¨²n tipo de confidencias y menos que esas confidencias me las hubieran hecho a su vez los Reyes".

El general Armada a?adi¨® que no se habl¨® de la existencia de grupos de acci¨®n violenta y que "en todo caso hablar¨ªamos de la necesidad de que se solucionaran los problemas de Espa?a por v¨ªas pac¨ªficas".

"El Rey no me habl¨® de Su¨¢rez"

-Fiscal: ?Habl¨® de que el Rey le hubiera dicho que estaba harto de Su¨¢rez?

-Armada: El Rey no me hac¨ªa confidencias de ese tipo. Cuando estuve en la secretar¨ªa de Su Majestad me hizo alg¨²n comentario o confidencia, pero despu¨¦s ya no, porque no ten¨ªa sentido. Cuando dimiti¨® el presidente Su¨¢rez, para m¨ª fue una sorpresa muy grande.

-Fiscal: ?El Rey le dijo que hab¨ªa que reconducir la actitud de alg¨²n grupo?

-Armada: Su Majestad no me dijo nada de eso. No obstante, tanto el general Milans como yo pens¨¢bamos que, en caso de producirse alg¨²n hecho violento, el Rey lo reconducir¨ªa, pero esto era una pensamiento nuestro. Preguntado por el fiscal si hab¨ªa dicho que el Rey apoyaba la operaci¨®n, el declarante respondi¨® que el 10 de enero, en esa reuni¨®n en Valencia, ni siquiera Milans sab¨ªa que fuera a ser tomado el Congreso, por lo que dif¨ªcilmente ¨¦l pudo haber dicho que el Rey apoyaba o, dejaba de apoyar nada, ya que no se lleg¨® a plantear esa situaci¨®n.

Siempre a preguntas del fiscal, el general Armada afirm¨® que no ten¨ªa una soluci¨®n para la situaci¨®n de Espa?a, aunque conservaba unos criterios claros de lo que suced¨ªa, pero que, en cualquier caso, toda soluci¨®n tendr¨ªa que estar dentro de la legalidad vigente.

Sobre por qu¨¦ neg¨® a su capit¨¢n general (el de Barcelona) que hubiera visto a Milans en Valencia, Armada, despu¨¦s de afirmar que se trataba de un malentendido, pidi¨® la lectura de las declaraciones del teniente general Pascual Galmes, en aquellas fechas capit¨¢n general de Barcelona. Este declara que, durante una conversaci¨®n informal, pregunt¨® a Armada, a quien hab¨ªa dado permiso para viajar a Valencia, si hab¨ªa visto a Milans, a lo que aqu¨¦l respondi¨® que no. Tom¨® la palabra nuevamente Armada para decir que no estaba de acuerdo con esas palabras, porque Pascual Galmes le hizo esa pregunta en Zaragoza, en el curso de unas maniobras, y al utilizar la expresi¨®n "capit¨¢n general", Armada pens¨® que Pascual Galmes se refer¨ªa al de Zaragoza y no a Milans, por lo cual le respondi¨® negativamente.

La reuni¨®n del 18 de enero

Preguntado nuevamente por el fiscal sobre la reuni¨®n del 10 de enero en Valencia, Armada neg¨® que se hablara d e Tejero y de un asalto al Congreso. Tambi¨¦n neg¨® el procesado que tuviera intenci¨®n de asistir a la reuni¨®n del piso de la calle general Cabrera, de Madrid (el 18 de enero), y asegur¨® que se enter¨® de la misma a trav¨¦s del sumario. En esa reuni¨®n, seg¨²n el informe del fiscal, se prepar¨® el asalto al Congreso. Desminti¨® tambi¨¦n el general Armada que, al d¨ªa siguiente (19 de enero), el coronel Ib¨¢nez, tal como ha testificado Milans, le hubiera informado en L¨¦rida del contenido de la reuni¨®n del 18.

-Fiscal: ?Cree a Ib¨¢?ez capaz de mentir?

-Armada: No. Es un magn¨ªfico oficial.

-Fiscal: ?Cree que Ib¨¢?ez enga?¨® a su capit¨¢n general?

-Armada: En absoluto. Ib¨¢?ez me dijo que quer¨ªa que yo le transmitiera inquietudes, pero en ning¨²n momento me dio detalles de la reuni¨®n del d¨ªa 18 de enero, y estoy seguro de que Ib¨¢?ez confirmar¨¢ este extremo.

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Le pregunt¨® a continuaci¨®n el fiscal sobre su nombramiento como segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, a lo que Armada dijo que fue informado de ese nombramiento primero por el Rey y despu¨¦s por Gabeiras. A?adi¨® que pensaba en un principio que no ten¨ªa muchas posibilidades porque "hab¨ªa candidatos m¨¢s l¨®gicos que yo, como el general Fontenla o el general S¨¢enz de Larumbe. La primera noticia que tuve fue cuando me llam¨® el Rey". Confirm¨® posteriormente que hab¨ªa sido ¨¦l quien facilit¨® a Milans un informe sobre la inconstitucionalidad de los estatutos de Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, elaborados en 1979, y de los que se habl¨® en una reuni¨®n del Consejo Superior del Ej¨¦rcito.

Armada niega contactos telef¨®nicos con Milans

Pregunt¨® el fiscal a Armada, si, en el curso de sus conversaciones con Milans, ¨¦ste le dio un n¨²mero de tel¨¦fono que corresponder¨ªa al del hijo de Ib¨¢?ez Ingl¨¦s, a lo que el procesado contest¨® que no ten¨ªa tal n¨²mero de tel¨¦fono. El fiscal le pidi¨® que hiciera memoria "porque luego ten¨ªa testigos". Intervino en ese momento Ram¨®n Hermosilla, abogado de Armada, para manifestar que esa no era una pregunta, a lo que el fiscal replic¨® que no trataba de coaccionar a los testigos. El presidente del tribunal, a petici¨®n del ministerio fiscal, llam¨® la atenci¨®n al letrado. Ante la insistencia del fiscal por saber si conoc¨ªa un n¨²mero de tel¨¦fono que le hab¨ªa dado Milans, el general procesado volvi¨® a decir que lo desconoc¨ªa.

Neg¨® Armada que llamara a Milans el d¨ªa 21 de febrero para preguntarle qui¨¦n era Cortina y, a preguntas del fiscal, explic¨® que aqu¨¦l fue un d¨ªa de relax para ¨¦l, que almorz¨® bastante tarde y sobre las cinco fue a. visitar a una de sus hijas porque su nieta estaba enferma.

Sobre las ocho y media de la noche, seg¨²n declar¨®, regres¨® a su domicilio para cenar. El fiscal manifest¨® que el d¨ªa 21 hubo tres llamadas a Valencia y pidi¨® a Armada si pod¨ªa contar algo sobre ellas. "No s¨¦ como voy a poder contarlas", replic¨® el declarante, "porque no las conozco. Si me las cuenta usted, yo encantado".

Le pregunt¨® tambi¨¦n el fiscal si recordaba la llamada que hizo el d¨ªa 22 al tel¨¦fono de Ib¨¢?ez, a lo que Armada contest¨® negativamente. Como le recordara que hab¨ªa testigos de la conversaci¨®n y que Milans coment¨® que el interlocutor no pod¨ªa ser otro que ¨¦l, el general procesado fue tajante: "Yo no fui".

El fiscal pidi¨® entonces a Armada que se definiera y dijera si quer¨ªa decir la verdad o no. "Quiero contestar la verdad y que el Consejo tenga las cosas claras, pero no entiendo c¨®mo un comandante puede ser el detonante de una operaci¨®n y no entiendo que, para o¨ªr mi voz, Pardo Zancada tenga que ir a Valencia", replic¨® Armada para tratar de desmentir a Milans, quien declar¨® que Par-do Zancada estaba presente c¨²ando habl¨® por tel¨¦fono con Armada.

Quiso saber el fiscal qu¨¦ mando ejerci¨® sobre la operaci¨®n del 23-F, y Armada dijo: "Un hombre que quiere mandar no se mete en una ratonera, no se va a la Zarzuela. Un hombre que quiere mandar debe tener libertad de acci¨®n, y esa libertad solo la hubo en la III Regi¨®n Militar. Si yo hubiera querido mandar, hubiera ido a un centro donde el poder no hubiera estado mediatizado".

Armada no conoc¨ªa el plan de Tejero

Neg¨® Armada que conociera ¨ªntimamente a Cortina y que hubiera tenido noticia del plan de Tejero para asaltar el Congreso de los Diputados. A la pregunta del fiscal de si conoc¨ªa la existencia de las operaciones de los coroneles, de los tenientes coroneles, la soluci¨®n Armada y la de Tejero, el procesado manifest¨® que en el ambiente flotaba una insatisfacci¨®n, pero que la denominada "operaci¨®n Armada" era "una operaci¨®n montada por los periodistas". "Ellos me eligieron por unas cualidades que creo est¨¢n equivocad¨ªsimas", a?adi¨®. "Creo que lo escribieron de buena fe, pero los que lo escribieron no me conoc¨ªan". Sobre al art¨ªculo publicado por Emilio Romero d¨ªas antes del 23-17, en el que se afirmaba que Armada pod¨ªa ser nombrado presidente de Gobierno, el procesado indic¨® que pod¨ªa ser fruto de una vieja amistad, pero que, en cualquier caso, le hab¨ªa hecho un flaco servicio.

Dijo Armada, a preguntas del fiscal, que cuando el alcalde de L¨¦rida le invit¨® a un almuerzo al que asist¨ªan tambi¨¦n Enrique M¨²gica y Joan Revent¨®s, le pareci¨® impropio negarse, y que en la reuni¨®n, como ya hab¨ªa informado al capit¨¢n general, se hab¨ªa hablado de la situaci¨®n pol¨ªtica, del presidente Su¨¢rez, de algunos militares y sobre la negativa de la milicia a que se readmitiera a los miembros de la UMD. "Este ¨²ltimo tema", precis¨® Armada, "fue el m¨¢s conflictivo, ya que los dem¨¢s me resbalaban".