El comandante Cortina adiestraba en los a?os sesenta a un grupo de acci¨®n guerrillera de tipo castrista

El comandante de Infanter¨ªa Jos¨¦ Luis Cortina, actualmente procesado por el fallido golpe de Estado del 23-F, adiestraba en Madrid, a comienzos de la d¨¦cada de los sesenta, a un grupo de acci¨®n guerrillera de ideolog¨ªa aparentemente castrista. Esta actividad desconocida de Cortina, en aquellas fechas reci¨¦n salido de la Academia General Militar, ha sido revelada a EL PAIS por diferentes personas que en su d¨ªa formaron parte del citado grupo y que hoy militan en la izquierda pol¨ªtica. Las entonces supuestas inquietudes de Jos¨¦ Luis Cortina, ya militar, y su posterior evoluci¨®n pol¨ªtica, a lo que se unen sus diferentes etapas en los servicios de la inteligencia espa?ola, hacen sospechar a estas personas de que aquella actividad podr¨ªa haberse tratado de uno de sus primeros trabajos como agente secreto.

Seg¨²n los diferentes testimonios recogidos por este peri¨®dico, a comienzos de la d¨¦cada de los sesenta tanto el hoy comandante Jos¨¦ Luis Cortina, de 43 a?os, como su hermano Antonio, de 47 a?os, manten¨ªan a¨²n buenos lazos de uni¨®n con el Frente de Juventudes, organizaci¨®n que en aquellos tiempos sufr¨ªa sus primeras disgregaciones a trav¨¦s de grupos de j¨®venes que dentro de la propia estructura falangista evolucionaron hacia posiciones antifranquistas.Estos j¨®venes, Muchos de los cuales militaron a?os despu¨¦s en partidos de ideolog¨ªa marxista, eran captados por los hermanos Cortina con objeto de formar parte de un grupo de acci¨®n guerrillera, adornado de una idea rom¨¢ntica del aventurerismo y plasmado de conceptos revolucionarios de la ¨¦poca, como el castrismo, el propio nasserismo o el modelo Ben Bella. El lugar de instrucci¨®n era la Casa de Campo, de Madrid.

Nunca tuvieron armas

El grupo no llegaba a las doscientas personas, y aunque nunca cont¨® con armamento, era instruido fuertemente en aspectos de preparaci¨®n f¨ªsica y m¨¦todos de supervivencia, todo ello completado con clases te¨®ricas sobre el sistema autogestionario, doctrina que se recopilaba de documentos yugoslavos, israel¨ªes o argelinos. Jos¨¦ Luis Cortina era conocido con el sobrenombre de Restarazu, y su hermano Antonio, con el de Roncal.

La organizaci¨®n carec¨ªa de nombre, aunque entre sus componentes a veces se le denominaba La Familia. Tambi¨¦n era conocida, esta vez mediante la firma de panfletos que sus componentes lanzaban, como Fuerza Social Revolucionaria o La Abeja. Entre las personas que colaboraban con los dos hermanos se encontraban Fernando Cadarso Preciado, familiar de Antonio y uno de los testigos citados a declarar en el sumario del 23-F a petici¨®n de la defensa del hoy comandante Cortina, y Esteban Sierra Mu?iz, tambi¨¦n testigo, y residente en aquellas fechas en la localidad francesa de Lyon.

Precisamente, sobre Esteban Sierra, algunos testimonios coinciden en afirmar que se trataba del "tercer hombre fuerte" de la organizaci¨®n, quien desde Francia se encargaba de reconducir los contactos del grupo con el exterior. Posteriormente se lleg¨® a comentar que hubo relaciones con organizaciones en el exilio como la que dirig¨ªa el l¨ªder republicano Julio Alv¨¢rez del Vayo o la llamada Tercera Rep¨²blica.

Uno de los ex miembros del grupo, consultado estos d¨ªas, comentaba que el contenido ideol¨®gico resultaba ya en aquellas fechas bastante confuso, aunque el paso del tiempo y el conocimiento en profundidad de otros pensamientos le hicieron sospechar de que podr¨ªa haber sido manejado con fines desconocidos. En este sentido recuerda que Jos¨¦ Luis Cortina era ya militar (teniente de Infanter¨ªa), hecho est¨¦ que le chocaba, habida cuenta de que, al estar vinculado a este tipo de acciones, corr¨ªa un fuerte riesgo, sobre todo ante sus propios superiores o la polic¨ªa pol¨ªtica, infiltrada en todos los estamentos.

Otra de las personas que ha contribuido a facilitar datos y pormenores sobre las actividades de Jos¨¦ Luis Cortina indicaba que entre 1963 y 1964 la Guardia civil detuvo en Puertollano (Ciudad Real) a varios componentes del grupo. Sin embargo, pronto fueron puestos en libertad y no ocurri¨® nada. Este detalle, as¨ª como otros relativos a la instrucci¨®n f¨ªsica (los ejercicios se hac¨ªan sobre tablas de gimnasia de los marines norteamericanos), la presencia de un tanquista del Ej¨¦rcito en una de las marchas o el hecho de que entre los componentes figurara un ex boina verde, a?os m¨¢s tarde en los servicios de seguridad de Manuel Fraga, son asimismo motivos de duda. Hay que decir que Antonio Cortina estuvo durante la d¨¦cada de los setenta muy vinculado pol¨ªticamente a Fraga, del que de hecho resultaba un contacto cara a medios liberales o de la oposici¨®n. La vinculaci¨®n de Antonio Cortina con los nucleos que posteriormente dieron origen a lo que es Alianza Popular fue otro aspecto en su d¨ªa tenido en cuenta por varios de los antiguos seguidores de Restarazu.

Una tercera persona consultada se preguntaba. en este sentido, como era posible una evoluci¨®n de estos hombres hacia la derecha en tan pocos a?os.

El grupo se disolvi¨® principalmente porque para muchos de sus miembros exist¨ªan ya alternativas de lucha antifranquista m¨¢s coherentes y ajustadas a los pensamientos pol¨ªticos convencionales. Nunca se distribuyeron armas ni se llevaron a cabo acciones concretas. Los hermanos Cortina, siempre seg¨²n lo relatado, continuaron sus actividades, esta vez centradas principalmente en la teor¨ªa pol¨ªtica y no en la, al menos, pronto interpretada como lucha ut¨®pica contra la dictadura.

El recuerdo de aquellas fechas ha venido a la mente de algunos de los que informaron a este peri¨®dico a ra¨ªz del procesamiento de Jos¨¦ Luis Cortina en relaci¨®n con el fallido golpe de Estado del a?o anterior y la aparici¨®n en los medios de comunicaci¨®n de personas que, citadas recientemente como testigos para su defensa, eran asiduos colaboradores suyos en la d¨¦cada de los sesenta.

Pero las sospechas de que las intenciones del entonces teniente Cortina pudieran haber tenido como objeto manipular a un grupo de j¨®venes que rozaban los veinte a?os llegan principalmente cuando, tambi¨¦n a ra¨ªz de su procesamiento, se conoce que su carrera militar ha estado pr¨¢cticamente vinculada a los servicios de la inteligencia militar, de la que lleg¨® a ser, en su actual etapa como Centro Superior de Informaci¨®n para la Defensa (CESID), jefe de la Agrupaci¨®n de Operaciones y Misiones Especiales, uno de los puestos m¨¢s importante del espionaje espa?ol. Con anterioridad perteneci¨® al extinguido Servicio Central de Documentaci¨®n (SECED), de Presidencia del Gobierno, a cuyo frente se encontraba el hoy tambi¨¦n procesado coronel Jos¨¦ Ignacio San Mart¨ªn.

Un hombre de saltos constantes

Jos¨¦ Luis Cortina es, sin duda, un personaje de saltos constantes en los ¨²ltimos a?os, si partimos de sus primeras actividades al salir de la Academia General Militar (las ya descritas) y cerramos el ciclo en su procesamiento por el 23-F, tres meses despu¨¦s de producirse el asalto al Congreso. Perteneciente a la 14? promoci¨®n d¨¦ este centro militar, la misma que la del rey Juan Carlos, el comandante Cortina fue el primer encargado de la defensa del capit¨¢n Antonio Garc¨ªa M¨¢rquez, procesado por su pertenencia a la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD), defensa a la que renunci¨® posteriormente.

Tambi¨¦n fue un activo colaborador del Gabinete de Orientaci¨®n y Documentaci¨®n SA (GODSA), embri¨®n de lo que es hoy Alianza Popular, de la que su hermano Antonio, funcionario del mutualismo laboral en excedencia y ex profesor de Formaci¨®n del Esp¨ªritu Nacional y de Educaci¨®n F¨ªsica, fue consejero y director gerente, estos ¨²ltimos cargos en fechas en que Fraga ocupaba una de las vicepresidencias y el Ministerio de la Gobernaci¨®n del ¨²ltimo Gabinete de Carlos Arias Navarro.

La instrucci¨®n de un grupo de acci¨®n guerrillera en la d¨¦cada de los sesenta, su inter¨¦s por las corrientes revolucionarias de la ¨¦poca, su consolidaci¨®n como hombre clave de los servicios secretos espa?oles, su inicial decisi¨®n de defender a un capit¨¢n de la UMD, la colaboraci¨®n con GODSA y su posterior procesamiento por el 23-F, aunque niega su participaci¨®n en el golpe, hacen de Jos¨¦ Luis Cortina un hombre enigm¨¢tico y de confusa trayectoria, al menos en lo que se refiere a lo que se ha publicado sobre su persona.

Muy unido a su hermano Antonio, al que, en junio de 1976, la desaparecida revista Cuadernos para el Di¨¢logo le vinculaba al staff en Madrid del desaparecido general argentino Juan Domingo Per¨®n y de su compatriota el pr¨®fugo Jos¨¦ L¨®pez Rega, tiene a su favor el reconocimiento de algunos de aquellos hombres con los que trab¨® amistad en los a?os sesenta a los que, seg¨²n sus propios testimonios, visit¨® y a veces ayud¨® Restarazu, cuando se encontraban detenidos o perseguidos por el franquismo.