Las autoridades francesas insisten en que el franco no ser¨¢ devaluado
Los responsables franceses despliegan todas sus posibilidades de lucha para atenuar la especulaci¨®n contra el franco, y afirman que no ser¨¢ devaluado. La tempestad brutal que se desencaden¨® hace tres d¨ªas contra la divisa gala se mantuvo hasta ayer a la hora del cierre de los mercados de cambios, que tampoco est¨¢n seguros de que, durante el fin de semana, se proceda a un cambio de paridad. Las principales bancas centrales europeas se han manifestado solidarias del franco, disminuyendo las tasas del dinero, mientras la banca de Francia operaba en sentido contrario. Pero el futuro de la moneda francesa, incluida la posibilidad de la devaluaci¨®n, solo se percibir¨¢ con cierta claridad una vez conocidos los resultados de las elecciones cantonales, el lunes pr¨®ximo.
El ministro de Finanzas, Jacques Delors, es contundente: "no habr¨¢ devaluaci¨®n, porque no se reunen las condiciones objetivas que la forzar¨ªan". Esto quiere decir, en la boca del ministro, que los precios (un 1% de aumento el pasado mes de febrero, la balanza comercial (58.000 millones de d¨¦ficit el a?o pasado contra los 100.000 millones que se calculan para este a?o), la balanza de pagos (40.000 millones de d¨¦ficit en 1981 y un ligero progreso este a?o), el desequilibrio presupuestario (se calcularon 95 millones de francos para 1981 y se estima que podr¨¢ llegar a 140.000 millones), sin ser un muestrario ejemplar, tampoco es catastr¨®fico, ni mucho menos, en opini¨®n de Delors.Esto nadie lo pone en duda, pero los medios financieros internacionales, por razones t¨¦cnicas, como pol¨ªticas, mantienen su desconfianza y los consecuentes ataques contra la divisa francesa. Es cierto, piensan esos medios, que una cierta reducci¨®n de la inflaci¨®n se ha manifestado los ¨²ltimos meses, pero los principales pa¨ªses europeos, y la Rep¨²blica Federal Alemana (RFA) sobre todo, con una inflaci¨®n cinco veces inferior a la francesa, consiguen resultados superiores. Otro tanto ocurre con los equilibrios exteriores, sin contar con un rumor reciente, seg¨²n el cual el desequilibrio presupuestario franc¨¦s del a?o pr¨®ximo ser¨ªa de 200.000 millones de francos.
El caso alem¨¢n, punto de referencia
Todo ello se valora en detrimento de la competitividad francesa. El caso alem¨¢n sirve de punto de referencia espec¨ªfico: al mismo tiempo que la inflaci¨®n disminuye en la RFA, los sindicatos acaban de admitir una reducci¨®n de los salarios. En Francia, por el contrario, se les garantiza a los obreros el poder adquisitivo para 1982, y las empresas se quejan de las nueva cargas fiscales y de la disminuci¨®n del tiempo de trabajo (las 39 horas se pagan como si se hubiera trabajado cuarenta). Esta divergencia entre las dos econom¨ªas repercute en la credibilidad de las monedas que, a su vez, se refleja en el Sistema Monetario Europeo (SME), haciendo divergentes las paridades de las divisas que lo integran, y forzando el reajuste necesario para que ninguna salga de la serpiente, es decir, que no exceda el 2,5% de fluctuaci¨®n por encima o por debajo de su paridad oficial.
Nunca se deval¨²a "en caliente"
Adem¨¢s de esas razones econ¨®micas, otros factores explicar¨ªan la borrasca contra el franco. El discurso del presidente, Fran?ois Mitterrand, en la Knesset de Israel, con motivo de su reciente viaje a este ¨²ltimo pa¨ªs, parece ser que ha indispuesto a algunos emires ¨¢rabes que, para castigar la pol¨ªtica del presidente en el Oriente Medio (reconocimiento del Estado palestino y de la existencia de Israel) han retirado sus haberes depositados en Francia.En estas condiciones, ?cu¨¢l puede ser el futuro de la divisa francesa? Si algunos estimaban ayer, en Par¨ªs, que el franco pod¨ªa ser devaluado durante este fin de semana, una mayor¨ªa de expertos financieros excluye esa eventualidad, por dos razones: porque nunca se suele devaluar "en caliente", y porque pol¨ªticamente podr¨ªa ser catastr¨®fico para el Gobierno un reajuste de su moneda en v¨ªsperas de la segunda vuelta de las elecciones cantonales. A medio plazo, la opini¨®n es casi un¨¢nime: Francia tendr¨¢ que devaluar, o dejar flotar su moneda, lo que repercutir¨ªa negativamente en su influencia pol¨ªtica global. Paralelamente, tras la primera devaluaci¨®n del franco en el oto?o, la reciente del franco belga, y la inestabilidad actual de la divisa gala, quien queda en entredicho es la eficacia del SME. Cuando fue creado, hace tres a?os, sus inspiradores, franceses y alemanes, lo fundaron en la posibilidad necesaria de concertar las pol¨ªticas econ¨®micas y monetarias de los pa¨ªses integrantes de ese sistema. Actualmente lo que ocurre es lo contrario, sobre todo al observar las direcciones divergentes de las doctrinas econ¨®micas de Par¨ªs y de Bonn.
La lira, arrastrada por el franco
Por otra parte, la ca¨ªda del franco franc¨¦s, registrada ayer en los mercados europeos, arrastr¨® consigo a la lira italiana, seg¨²n informa Efe. En el mercado romano, la lira alcanz¨® un nuevo m¨ªnimo hist¨®rico respecto al d¨®lar norteamericano (1.312 liras por d¨®lar frente al cierre del d¨ªa anterior que fue de 1.292,50 por d¨®lar y al de primero de enero de este a?o que se situ¨® en 1.193 liras por d¨®lar).La divisa italiana retrocedi¨® tambi¨¦n respecto al marco alem¨¢n y al franco suizo, situ¨¢ndose entre las monedas mas d¨¦biles del Sistema Monetario Europeo. Medios financieros italianos atribuyen la ca¨ªda de la lira a su vinculaci¨®n, durante las ¨²ltimas semanas, al franco franc¨¦s, moneda que sufre con especial intensidad los efectos de la pol¨ªtica monetaria norteamericana. Fuentes pr¨®ximas al banco nacional italiano se?alaron, no obstante, que la situaci¨®n "est¨¢ bajo control" e insistieron en que no debe cundir la alarma.
En el mercado de Tokio, el d¨®lar alcanz¨® ayer su cotizaci¨®n m¨¢s alta frente al yen en lo que va de a?o y cerr¨® la sesi¨®n del viernes a 243,60 yenes por d¨®lar frente a los 241,05 del jueves. Esta subida fue consecuencia, seg¨²n Efe, de la masiva compra de d¨®lares por parte de los bancos asi¨¢ticos y japoneses, compra que desbarat¨® los intentos del Banco de Jap¨®n para evitar la ca¨ªda del yen.
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