La tendencia m¨¢s moderada impone su l¨ªnea en el nuevo partido Euskadiko Ezkerra

Seis meses despu¨¦s del anuncio por parte de Mario Onaind¨ªa y Roberto Lertxundi del inicio de conversaciones, tendentes a la eventual integraci¨®n de EIA y el Partido Comunista de Euskadi (EPK) en una nueva formaci¨®n pol¨ªtica, ambos l¨ªderes dieron el domingo por definitivamente disueltos sus respectivos partidos de origen, al declarar clausurado el congreso constituyente de Euskadiko Ezkerra (Izquierda para el Socialismo), cuyas sesiones se cerraron el domingo, con la elecci¨®n en el pleno de un comit¨¦ central de 101 miembros y el nombramiento en el seno de ¨¦ste de Onaind¨ªa como secretario general y el diputado Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s como presidente.

La conveniencia o no de la introduccl¨®n de esta ¨²ltima funci¨®n, y en especial la propuesta, presentada en forma de enmienda, de que la elecci¨®n se realizase en el pleno del congreso, y no en el seno del comit¨¦ central, suscit¨® una cierta pol¨¦mica y vino a demostrar, por la forma como se desarrollaron las votaciones, la fluidez del mecanismo de tendencias abiertas que la nueva Euskadiko Ezkerra quiere acreditar corno uno de los rasgos caracter¨ªsticos de su funcionamiento interno.Aunque nadie cuestion¨® la candidatura de Bandr¨¦s, s¨ª hubo quienes se opusieron a la introducci¨®n de una funci¨®n, la de presidente, que consideraron sup¨¦rflua y poco coherente con la imagen de un partido dispuesto a prescindir de ciertas formalidades m¨¢s o menos est¨¦ticas.

Mostraron su oposici¨®n en particular a la propuesta de elecci¨®n directa en el pleno, que consideraron que equivaldr¨ªa virtualmente a otorgar al presidente unos poderes situados en cierto modo por encima de los ¨®rganos regulares de direcci¨®n. La posici¨®n contraria a tal elecci¨®n directa fue defendida por Lertxundi y result¨® mayoritariamente aceptada gracias al voto que al ex dirigente comunista aportaron los delegados encuadrados en la corriente "Nueva Izquierda", opuesta a Onaind¨ªa en el seno de la antigua EIA y que significadamente podr¨ªa considerarse como la m¨¢s nacionalista y la m¨¢s distante en principio al sector representado por Lertxundi.

Dos tendencias fundamentales

Esta fluidez, que tuvo tambi¨¦n ocasi¨®n de manifestarse en otras votaciones -como la de las incompatibilidades entre cargos pol¨ªticos y sindicales- no es ¨®bice para que, del conjunto de los debates y de las m¨¢s importantes votaciones se desprenda la impresi¨®n de que en el congreso no han competido tres tendencias, sino dos: una mayoritaria, formada por los seguidores de Onaind¨ªa y Lertxundi conjuntamente, y una minoritaria integrada por el sector "Nueva Izquierda", minoritario a su vez en el seno de la antigua EIA y cuyos dirigentes m¨¢s conocidos son Vicente Serrano Izco, l?aki M¨²jica Arregui y Tom¨¢s Goikoetxea.Esta reordenaci¨®n de las fuerzas inicialmente presentes se reflej¨® en las negociaciones para la representaci¨®n de cada sector en la lista ¨²nica presentada como candidatura para el comit¨¦ central. Sobre un total de 101 miembros, "Nueva Izquierda, obtuvo 33 puestos, frente a los 68 que se repartieron entre los procedentes del EPK (veintisiete puestos) y el sector mayoritario de EIA (41 puestos). El acuerdo fundamental entre estos dos sectores, ahora ampliamente homogeneizados, tuvo ocasi¨®n de ponerse de relieve tanto en la valoraci¨®n del significado de la convergencia -que no consideran como la simple entrada de una parte del EPK en un partido preexistente, sino como el inicio de un proceso cualitativamente d¨ªferente-, como en las votaciones registradas sobre los dos puntos a priori m¨¢s conflictivos: la renuncia a la violencia como m¨¦todo de actuaci¨®n pol¨ªtica, con la condena expl¨ªcita del sector de los poli-milis que abandon¨® la tregua; y la renuncia al t¨¦rmino "nacionalismo", incluso apellid¨¢ndole "de izquierdas" como uno de los rasgos definitorios de la ¨ªdeolog¨ªa del partido.

En la jornada de clausura se registr¨® cierta tensi¨®n cuando el presidente de la mesa fue abucheado por una parte importante de los asistentes al anunc¨ªar que sendos comunicados procedentes del sector de ETA-pm que mantiene la tregua, y de los presos poli-milis de diferentes prisiones, respectivamente, no ser¨ªan le¨ªdos desde la mesa porque su contenido chocaba "frontalmente con las resoluciones pol¨ªticas aprobadas en este congreso". Los gritos de "libertad de expresi¨®n" obligaron al presidente a someter el tema a votaci¨®n, resultando mayoritaria, por un margen de cien votos, la opini¨®n de quienes se mostraron partidarios de leer todos los comunicados. En su breve discurdo de clausura, y aludiendo al incidente, Mario Onaind¨ªa reafirm¨® las posiciones aprobadas por el congreso respecto al tema de la violencia e hizo constar que "leer una cosa no significa necesariamente asumirla".