Respuestas a Garc¨ªa de Enterr¨ªa

Hemos le¨ªdo la carta del profesor Garc¨ªa de Enterr¨ªa, publicada en EL PAIS de 18 de marzo de 1982, sobre el editorial "Catedr¨¢ticos contra la LAU" del mismo diario y quisi¨¦ramos hacer algunas aclaraciones sobre la misma:1. Que existen algunos, muy pocos, catedr¨¢ticos de universidad ilustres, ning¨²n penene lo ha puesto jam¨¢s en duda. Tampoco que entre dichos catedr¨¢ticos existen otros competentes a secas. Pero entre unos y otros forman una minor¨ªa, muy minor¨ªa: el propio Garc¨ªa de Enterr¨ªa lo reconoce.

2. ?Qui¨¦n se atreve a decir, con pruebas contundentes, que entre los penenes no se da esa minor¨ªa? ?Qu¨¦ penenes han pedido pasar a permanentes sin pruebas, cuando continuamente est¨¢n pidiendo y hablando de controles? ?Cu¨¢ndo y d¨®nde han dicho los penenes que basta con dar clase para ser profesor universitario?

3. Los penenes rechazan la forma de selecci¨®n del profesorado basada fundamentalmente en la oposici¨®n, no los controles racionales. Y al rechazar las oposiciones coinciden con algunos ilustres universitarios espa?oles: Giner, Unamuno, Ortega, Mara?¨®n, etc¨¦tera. Como el se?or Garc¨ªa de Enterr¨ªa identifica estas figuras con el "ideal universitario", nos permitimos darle algunas citas, porque de su escrito se desprende que no los conoce bien: seg¨²n Giner, la universidad espa?ola funciona a base de estudiar y asimilar "el texto" fa vorito, sea el que fuere, para dar gusto al tribunal de examen, renunciando a toda convicci¨®n personal y adulando servilmente los errores m¨¢s groseros, inmoralidad que, adem¨¢s, tanto se repite en las oposiciones a c¨¢tedras (O. C. Espasa Calpe, Madrid, 1924, X, p¨¢gina 67). Seg¨²n Unamuno, las oposiciones son "torneos de charlataner¨ªa", en los que pueden ser vencedores los incultos e ignorantes (O. C., III, p¨¢ginas 68-71). Y Ortega habla de "m¨¦ritos de harto m¨¢s quilates que los equ¨ªvocos de una oposici¨®n" (O. C. I, p¨¢gina 164). Por ¨²ltimo, he aqu¨ª el juicio que a Mara?¨®n merec¨ªa el sistema de oposiciones. Las oposiciones son "el c¨¢ncer de la ciencia espa?ola" (O. C., Espasa Calpe, Madrid, 1967, III, p¨¢gina 917 y ss.).

4. No creemos que en el extranjero se r¨ªan m¨¢s de la LAU, si se les explica bien, que de nuestro actual sistema de selecci¨®n del profesorado.

5. Por lo dem¨¢s, puede que el se?or Garc¨ªa de Enterr¨ªa, enemigo de la LAU, sea un catedr¨¢tico ilustre, simplemente competente o s¨®lo del mont¨®n; pero, en el supuesto de que sea ilustre, no lo es m¨¢s que el se?or Mayor Zaragoza, defensor de dicha ley./