Subvenci¨®n oficial para conservar y difundir el canto gregoriano

La Direcci¨®n General de M¨²sica y Teatro del Ministerio de Cultura acaba de conceder una subvenci¨®n de cuatro millones de pesetas al Centro Nacional de Difusi¨®n del Canto Gregoriano, enclavado en el monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.El centro se cre¨® en los primeros meses de 1981 con la cooperaci¨®n de la mencionada direcci¨®n, que estimaba que la conservaci¨®n y difusi¨®n del canto gregoriano constituye una importante manifestaci¨®n cultural que une a su propia belleza una de las m¨¢s antiguas tradiciones musicales existentes.

El objetivo principal que se plantea este centro es conservar el gregoriano en toda su pureza, preserv¨¢ndolo de otras influencias y mezclas, cosa que ya ha ocurrido en otros lugares, y, a su vez, difundir al m¨¢ximo este canto sacro cuyos or¨ªgenes se remontan a las primeras ¨¦pocas del cristianismo.

El que el centro se instalase en el Monasterio de Silos se debe a que posiblemente sea en su recinto donde se conserva este canto en un mayor estado de pureza, excluyendo a la abad¨ªa de Solesmes, en Francia, considerada como escuela madre en este g¨¦nero musical.

Desde 1880, fecha en la que se reinstaur¨® la vida mon¨¢stica en Silos, hasta ahora los monjes han conservado esta tradici¨®n musical y todos los oficios son cantados en gregoriano. En la actualidad, el coro lo componen 38 monjes, cuyas edades oscilan entre los 84 y los 22 a?os.

En los ¨²ltimos tiempos, si bien el gregoriano hab¨ªa ca¨ªdo en desuso en los seminarios y en las comunidades religiosas, cobr¨® un fuerte inter¨¦s en personas ajenas a lo religioso, particularmente j¨®venes que ven la m¨²sica gregoriana desde un punto de vista musical y cultural. La idea de los monjes es unir esos puntos de vista con el contexto religioso que tradicionalmente ha tenido el gregoriano y en este sentido est¨¢n orientados todos los cursos que desde la creaci¨®n del centro se han venido realizando. Los alumnos, en un 90%, son seglares, compositores de vanguardia, pianistas, directores de coro y aficionados. Aparte de estos cursos, los monjes realizan publicaciones y grabaciones musicales.