Huelga general de dos horas en Italia contra el desempleo
Dieciseis millones de trabajadores italianos fueron convocados ayer por los sindicatos a una huelga general para exigir del Gobierno una nueva pol¨ªtica de inversiones que frene el creciente desempleo. El paro fue de dos horas- de diez a doce de la ma?ana- en bastantes sectores productivos, incluidos los servicios p¨²blicos, trenes y aviones, y de cuatro en algunas grandes empresas del norte.
Docenas de asambleas y manifestaciones estaban previstas en las principales ciudades del pa¨ªs, con la intervenci¨®n de dirigentes de los sindicatos comunista (CGIL), socialista (UIL) y cristiano (CISL).Esta huelga de dos horas hab¨ªa sido contestada por amplias bases de los propios sindicatos que, en d¨ªas pasados, se pronunciaron a favor de una acci¨®n m¨¢s dura y de car¨¢cter m¨¢s pol¨ªtico en contra del Gobierno.
Pol¨¦mica con los socialistas
Se mantiene viva la pol¨¦mica suscitada por el secretario general del sindicato socialista, Giorgio Benvenuto, cuyas propuestas de moderaci¨®n fueron recientemente silbadas y abucheadas por 300.000 trabajadores del metal que asist¨ªan a una manifestaci¨®n.Para los sectores m¨¢s radicales, la acci¨®n de ayer no es mas que una iniciativa de la burocracia sindical, destinada a neutralizar las protestas mas que presionar al Gobierno, informa Efe.
Pero la coalici¨®n de centro izquierda que preside el republicano Giovanni Spadolini parece firmemente dispuesta a mantener una pol¨ªtica econ¨®mica que impone un techo de 40.000 millones de d¨®lares al gasto p¨²blico y es calificada de recesiva por la oposici¨®n comunista.
Hace dos d¨ªas, el ministro del presupuesto, Giorgio La Malfa advert¨ªa que Italia "se encuentra en una situaci¨®n de emergencia econ¨®mica" y que las perspectivas est¨¢n "lenas de sombras".
La situaci¨®n econ¨®mica
El estado de salud de la econom¨ªa italiana, a finales de 1981, es negativo, seg¨²n el ministro de Presupuestos, Giorgio La Malfa, republicano. En Italia, a?ade, a¨²n no ha sabido darse una pol¨ªtica econ¨®mica capaz de sacar al pa¨ªs de la crisis que le ha zarandeado los ¨²ltimos a?os, informa desde Italia, Juan Arias.Seg¨²n La Malfa, la inflaci¨®n ha disminuido en 1981, pasando de un 21 % a un 17,6%. Pero el precio pagado ha sido muy alto. Por ejemplo, el porcentaje de desempleo ha llegado al 10%, y en algunos puntos del Sur, al 12%, con un total de casi dos millones y medio de parados. Ha aumentado tambi¨¦n el n¨²mero de trabajadores en paro forzado temporal. El Estado ha pagado un mill¨®n de horas de paro.
Han seguido aumentando las inversiones improductivas y disminuyendo las productivas. Mientras el salario, en el sector industrial, ha subido en la misma medida de la inflaci¨®n, en el sector p¨²blico el aumento ha sido del 30,4%. Seg¨²n el ministro republicano, el precio que la inflaci¨®n hace pagar al mundo del trabajo deber¨ªa ser compensado con una pol¨ªtica de inversiones en los sectores estrat¨¦gicos de la econom¨ªa.
El informe presentado al Parlamento, que est¨¢ discutiendo el programa econ¨®mico presentado por el Gobierno Spadolini, pone de relieve que cualquier tipo de mejoras, como la disminuci¨®n de -la inflaci¨®n, que este a?o se est¨¢ manteniendo, por ejemplo, en un 16%, o una balanza de pagos mejor, presenta hoy como precio un empeoramiento de la econom¨ªa italiana en otros frentes, como, por ejemplo, la producci¨®n y la ocupaci¨®n.
Y queda siempre en pie el zigzaguear continuo ante las repercusiones de los cambios de la situaci¨®n internacional, que impiden la programaci¨®n seria y estable de una aut¨¦ntica pol¨ªtica econ¨®mica de fondo.
Crecimiento cero
Pero lo cierto es que, como ha declarado La Malfa, desde la posguerra, esta es la segunda vez que Italia presenta el triste dato de un crecimiento cero, exactamente menos 0,2%, y el mayor n¨²mero de desocupados desde los a?os de la guerra.Y los dos puntos capitales son la imposibilidad en la que se ve el Gobierno de frenar la carrera de los gastos p¨²blicos y la dificultad, por motivos burocr¨¢ticos, de una mayor apertura a la productividad, con nuevas inversiones en un pa¨ªs que est¨¢ abierto te¨®ricamente a todos los capitales, como el mismo presidente de la Rep¨²blica, Sandro Pertini, acaba de declarar en Estados Unidos.
Por fin, el ministro La Malfa ha elogiado la actitud de los sindicatos italianos, que han decidido mantener el aumento del precio del trabajo en los l¨ªmites del 16%, que es el ¨ªndice impuesto para la inflaci¨®n de este a?o 1982.
Y ha concluido diciendo que el problema actual m¨¢s dram¨¢tico de este pa¨ªs es el ej¨¦rcito vergonzoso de hombres y mujeres, sobre todo j¨®venes, sin posibilidades de integrarse en los engranajes productivos de la naci¨®n.
Por otra parte, una marcha de los parados llega hoy a Lisboa, donde tendr¨¢ lugar esta tarde una manifestaci¨®n para exigir del Gobierno luso medidas de est¨ªmulo a la creaci¨®n de nuevos empleos y mayor protecci¨®n para los trabajadores parados, informa Nicole Guardiola.
Partiendo de Oporto, al Norte, y de Evora, al Sur, hace una semana, dos columnas de varias centenas de parados han andado varias decenas de kil¨®metros por d¨ªa, convergiendo hacia la capital. La del Norte integra, sobre todo, operarios textiles y metal¨²rgicos, y la del Sur, trabajadores agr¨ªcolas.
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