El Sol 'renace' en el primitivo fin del mundo de las tierras de Rusia, tras dos meses de noche interrumpida
Los habitantes del c¨ªrculo polar Artico est¨¢n de fiesta. Ya disfrutan de noche y d¨ªa y han dejado atr¨¢s la larga oscuridad del invierno, cuando durante dos meses y medio el Sol no llega a levantarse del horizonte. A Murmansk (pen¨ªnsula de Kola, URSS) los kuomi y saami -habitantes tradicionales de la zona- han acudido con sus trineos y sus renos para celebrarlo. Ellos son ya el ¨²nico elemento pintoresco de la regi¨®n. Lo dem¨¢s -casas, calles, f¨¢bricas y la mayor parte de los habitantes- parece trazado con el mismo patr¨®n utilizado en el resto de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Nuestro corresponsal en Mosc¨² ha viajado durante una semana al otro lado del c¨ªrculo polar Norte y cuenta sus impresiones en este reportaje sobre esta visita al 'fin del mundo'.
Los saami, originarios pobladores de la pen¨ªnsula de Kola, la llamaban murma (el fin del mundo). Los rusos, que, seg¨²n se cuenta, comenzaron a aparecer por aqu¨ª hace unos mil a?os, dec¨ªan que el infierno distaba s¨®lo dos pasos de esta zona del c¨ªrculo polar. Visto desde la perspectiva del siglo XX, los saami y los viejos colonos rusos parecen igualmente exagerados.
Ciudad privilegiada
Hoy, la murma de los saami se llama Murmansk, es un n¨²cleo urbano privilegiado, si se le compara con los dem¨¢s del c¨ªrculo Polar Artico. Los privilegios no vienen s¨®lo de que Murmask sea la ciudad m¨¢s poblada del c¨ªrculo (400.000 habitantes), ni de que -como se encargan de recordar los folletos propagand¨ªsticos y los funcionarios sovi¨¦ticos- sea la ¨²nica que tiene trolebuses y un estadio cubierto de hierba natural. Sobre todo, Murmansk cuenta con la ventaja de estar situada al borde de la corriente del Golfo, que arrastra hasta aqu¨ª aguas c¨¢lidas que mantienen la bah¨ªa libre de hielo casi todo el a?o y proporcionan temperaturas suaves: m¨ªnima de 30? bajo cero en invierno y m¨¢xima de 30? sobre cero en verano.
Las buenas condiciones del puerto de Murmansk han convertido a esta ciudad en un lugar de alto valor estrat¨¦gico. Durante la segunda guerra mundial, los sovi¨¦ticos recib¨ªan la ayuda aliada a trav¨¦s de esta bah¨ªa, que siempre se mantuvo abierta el tr¨¢fico mar¨ªtimo, a pesar del duro asedio de los nazis, que dur¨® tres a?os y destruy¨® las tres cuartas partes de la ciudad.
Sobre la colina m¨¢s alta de las que rodean la bah¨ªa, una inmensa escultura de cemento recuerda a los ca¨ªdos. Y all¨ª mismo se puede experimentar el alto inter¨¦s estrat¨¦gico que los sovi¨¦ticos siguen concediendo a la bah¨ªa: "Prohibido hacer fotos,", le recuerdan al periodista extranjero una y otra vez.
"E] Polo es magn¨¦tico. Cuando se viene aqu¨ª por un tiempo, luego no se tienen ganas de marchar", dice Eugenit Borisovich Roida, que lleg¨® a Murmansk hace 57 a?os y ahora es subdirector del peri¨®dico local Polarnaia Pravda (La Verdad del Polo). Sin embargo, posiblemente no todos opinen como Eugenit. A pesar de las especiales retribuciones que reciben los que aceptan emigrar a la pen¨ªnsula de Kola desde otras partes de la URSS, el flujo de mano de obra se ha ido estancando -seg¨²n reconocen los propios dirigentes- y son bastantes losque deciden volver a su regi¨®n de procedencia despu¨¦s de haber hecho los correspondientes ahorrillos.
Murmansk es una ciudad cuadrangular y corriente que recuerda a otras muchas ciudades sovi¨¦ticas. La poblaci¨®n es muy joven -en algunas zonas de la regi¨®n la edad med¨ªa es menor de veintiocho a?os- y los ni?os, que ya disfrutan de las vacaciones de Pascua, inundan las calles.
"Algunos rom¨¢nticos vienen para experimentar la vida del mar y se marchan al poco tiempo. Otros vienen del C¨¢ucaso y no se acostumbran al clima, pero no hay ¨¦xodos masivos", dice Alexei Paulovich Sasulin, presidente del Soviet (Parlamento) regional.
Salario y balnearios
Actualmente en la pen¨ªnsula de Kola viven 1.025.000 habitantes. El salarlo tiende a aumentar seg¨²n se acumulan a?os de servicio en la regi¨®n y, como regla general, se puede decir que es casi el doble que en el resto de la URSS (trescientos rublos de media -unas 40.000 pesetas- frente a los 160 rublos que perciben los trabajadores del centro del pa¨ªs).
Adem¨¢s, aquellos que aceptan trabajar en la regi¨®n tienen garantizada su vivienda en la zona, gozan de dos meses de vacaciones en lugar de uno, pueden conservar su piso en la ciudad de procedencia y tienen grandes facilidades para recibir la ansiada putiovska (bono que permite el acceso a los balnearios de descanso).
Las condiciones de vida son, en cambio, bastante duras. La belleza de las auroras boreales no compensa los 52 d¨ªas de noche polar, cuando el Sol tan siquiera se arrima al horizonte. Para hacer m¨¢s breve ese tiempo, los cines proyectan programas m¨¢s seleccionados que los del resto del pa¨ªs y la televisi¨®n alarga sus emisiones con pel¨ªculas nocturnas relajantes y, sin duda, m¨¢s divertidas que las que ofrece la tediosa emisora moscovita.
La alimentaci¨®n es, en estas condiciones, algo esencial. Las tiendas de Murmansk mantienen una oferta sensata de frutas y verduras y no se ven colas frente a ellas, por lo que se supone que est¨¢n a la venta la mayor parte de] a?o. Una parte de las verduras es cultivada en invernaderos de la regi¨®n, utilizando luz artificial durante las primeras etapas de su crecimiento y calefacci¨®n a lo largo de todo el invierno.
Seg¨²n las autoridades de la regi¨®n, guarder¨ªas, escuelas y cl¨ªnicas ofrecen salas especiales equipadas con rayos infrarrojos para evitar las descompensaciones vitam¨ªnicas provocadas por la falta de sol.
Falta carne
En cambio, leche, mantequilla y carne son productos raros -y, en la pr¨¢ctica, casi inexistentes- que, en el mejor de los casos, se encuentran sometidos al racionamiento. A lo largo de varias visitas a las tiendas de dos ciudades de la regi¨®n no pudimos ver ni un solo producto c¨¢rnico.
Como es de suponer (Murmansk es el puerto pesquero m¨¢s importante de la URSS y posiblemente tambi¨¦n el m¨¢s importante del mundo), la oferta de pescado -fresco y congelado- es, no obstante, bastante amplia y variada.
Las autoridades prefieren obviar el tema de las escaseces alimenticias. "No hay ning¨²n problema. Miren a los que estamos aqu¨ª: ninguno est¨¢ delgado", dice el presidente del Soviet regional de la Pen¨ªnsula de Kola, poniendo como testigos su obesidad y la de sus colegas.
La escasez de mano de obra ha llevado a forzar la automatizadas de las industrias instaladas en la zona, siguiendo as¨ª un proceso iniciado en 1916 -un a?o antes de la revoluci¨®n sovi¨¦tica- cuando, por vez primera, el ferrocarril comunicaba Murmansk con el resto del pa¨ªs.
As¨ª, en las cercan¨ªas de Apatiti -una ciudad de 70.000 habitantes creada hace quince a?os para extraer y elaborar la apatita, mineral utilizado en la fabricaci¨®n de abonos-, las dif¨ªciles condiciones de trabajo han obligado a forzar el ingenio para facilitar las tareas que se realizan en unas minas a cielo abierto situadas a 1.050 metros de altura.
All¨ª, cuando los dos largos meses de d¨ªa polar a¨²n no han logrado provocar el deshielo, nuevas nieves vienen a cubrir las del a?o anterior.
A pesar de que en estas tierras del c¨ªrculo polar las dificultades ambientales han generado una mayor eficacia laboral, la picaresca ha logrado tambi¨¦n sobrevivir. El mismo d¨ªa en que llegamos a Murmansk, el diario local Polarnaia Pravda publicaba noticias referentes al proceso iniciado contra catorce trabajadores de los almacenes en los que se guardan las mercanc¨ªas que llegan al puerto para ser distribuidas a las ciudades del interior.
'Supermercado gratuito'
La jefa del almac¨¦n hab¨ªa organizado una tupida mafia que se serv¨ªa de los dep¨®sitos como si
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