Fracaso del segundo aval del Estado para las 'pymes'

La Sociedad Mixta del Segundo Aval, dotada con 15.000 millones de pesetas y presidida por el ex vicepresidente del Gobierno Fernando Abril Martorell, ha fracasado estrepitosamente en su misi¨®n de favorecer el funcionamiento de las sociedades de garant¨ªa rec¨ªproca (SGR) y facilitar as¨ª el acceso al cr¨¦dito de las peque?as y medianas empresas (pymes). Ocho meses despu¨¦s de su creaci¨®n no ha llegado a utilizar ni el 2% de su capacidad de aval, y en estos momentos una comisi¨®n de expertos estudia una modificaci¨®n sustancial de su regulaci¨®n jur¨ªdica que dote de mayor eficacia y utilidad a la Sociedad Mixta del Segundo Aval.

Esta sociedad, engendrada tras largos meses de pugna entre distintos departamentos ministeriales, incide directamente sobre un ampl¨ªsimo colectivo (el 98,42% de las empresas espa?olas cuentan con menos de cien trabajadores) y constituye por ello -al margen de su trascendencia econ¨®mica- un valios¨ªsimo instrumento de captaci¨®n de clientelismo pol¨ªtico. La designaci¨®n de Fernando Abril Martorell para presidirla y el nombramiento de su director general, Rafael Garc¨ªa Palencia (UCD), como secretario de finanzas, ponen de manifiesto la importancia del valor pol¨ªtico a?adido que acompa?a a la concesi¨®n de avales a las pymes.La proximidad de las elecciones legislativas y el papel fundamental que han jugado las pymes en las victorias socialistas en Francia y Grecia han llevado a la Administraci¨®n -a la vista del escaso ¨¦xito de la actual normativa del segundo aval- a estudiar con cierta urgencia modificaciones en su regulaci¨®n.

Pugnas y desprop¨®sitos

El primer paso para instrumentar ayudas a la financiaci¨®n de las pymes se dio en 1978, mediante un decreto por el que se establec¨ªa el r¨¦gimen jur¨ªdico, fiscal y financiero de las sociedades de garant¨ªa rec¨ªproca. El sistema quedaba cojo, sin embargo, al faltar el segundo aval a cargo del Estado.Una iniciativa en este sentido, plasmada en una enmienda del PNV a los Presupuestos del Estado para 1980, adjudic¨® sobre el papel 8.000 millones de pesetas para el segundo aval. Hacienda elabor¨® un proyecto de decreto -hubo varios, todos non natos- que fuentes de Econom¨ªa calificaron de malo t¨¦cnicamente e inviable para los fines que se propon¨ªa.

El proyecto, que no lleg¨® a prosperar, atribu¨ªa la aplicaci¨®n del aval del Estado directamente al Tesoro p¨²blico. Las diferencias entre Hacienda y Econom¨ªa, que pugnaban por controlar la instrumentaci¨®n del segundo aval, hicieron que en octubre de 1980 todav¨ªa no se hubiera arbitrado la f¨®rmula de concesi¨®n del mismo y, en consecuencia, los 8.000 millones fijados por la ley de Presupuestos permanec¨ªan inutilizados e intactos.

Entre tanto, en el proyecto de Presupuestos del Estado para 1981 que elaboraba Hacienda en esas fechas se atribu¨ªa la concesi¨®n del aval a Cr¨¦dito y Cauci¨®n.

Esta atribuci¨®n supon¨ªa un grave desconocimiento por los redactores del presupuesto, que confundieron lo que es un reaseguro (cubre el riesgo de la insolvencia) y lo que es un segundo aval (casos de impago). Por otra parte, se otorgaba una posibilidad financiera de 8.000 millones a una compa?¨ªa de seguros cuyo capital social estaba muy por debajo de los quinientos millones de pesetas.

La barbaridad fue de tal magnitud que la propia UCD present¨® una enmienda al proyecto de presupuestos de 1981, atribuyendo al cr¨¦dito oficial la garant¨ªa del segundo aval para las sociedades de garant¨ªa rec¨ªproca. Se abr¨ªa as¨ª la posibilidad de ir a una sociedad mixta, con mayor¨ªa de capital p¨²blico, para la instrumentaci¨®n del segundo aval.

Caro y burocr¨¢tico

El 10 de abril de 1981, despu¨¦s de dos a?os de proyectos frustrados, el Consejo de Ministros aprob¨® la creaci¨®n de la Sociedad Mixta del Segundo Aval. La publicaci¨®n del decreto en el Bolet¨ªn Oficial del Estado se retras¨® al 19 de mayo, y 4.-1 acto de constituci¨®n de la sociedad, al 23 de julio pasado.En la citada sociedad, cuyo objeto social es la concesi¨®n de fianzas y avales a las sociedades de garant¨ªa rec¨ªproca, participa el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (53% de los cien millones de capital desembolsado); los bancos de Cr¨¦dito Industrial, Cr¨¦dito Agr¨ªcola, Cr¨¦dito a la Construcci¨®n e Hipotecario; la compa?¨ªa Cr¨¦dito y Cauci¨®n, Iresco, IMPI y sociedades de garant¨ªa rec¨ªproca.

Luis Ac¨ªn Boned, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Garant¨ªa Rec¨ªproca (Cesgar), reconoc¨ªa ya hace unos meses (v¨¦ase EL PAIS del 28 de enero) que "la Sociedad Mixta del Segundo Aval ha demostrado un inter¨¦s claro en favorecer a las sociedades de garant¨ªa rec¨ªproca, pero su acci¨®n se ha encontrado hipotecada a las cortapisas de las propias disposiciones administrativas. Sus manos est¨¢n tan atadas como las nuestras por la regulaci¨®n del segundo aval".

La actual regulaci¨®n, seg¨²n fuentes de las pymes, supone una escasa cobertura de riesgo a un elevado precio. La estructura de la sociedad, por otra parte, es excesivamente burocratizada. Todo ello explica la escasa aceptaci¨®n que ha tenido hasta ahora el segundo aval del Estado.

En las ¨²ltimas semanas, a la vista de los pobres resultados, se ha creado una comisi¨®n para revisar la regulaci¨®n del segundo aval.

Esta comisi¨®n est¨¢ compuesta por el director general de la Sociedad Mixta, Rafael Garc¨ªa Palencia; por el catedr¨¢tico de Derecho Mercantil Alberto Bercowitz, por el abogado del Estado del Instituto de Cr¨¦dito Oficial Rafael Pastor y por los directores generales de Cesgar, Javier Pomes, y de la Sociedad de Garant¨ªas Subsidiarias (Sogasa), Ernesto Caballero. Esta comisi¨®n est¨¢ elaborando un proyecto de nuevo marco jur¨ªdico del segundo aval, que ser¨¢ elevado al Gobierno para su aprobaci¨®n.