Qu¨¦dese en casa, se?or Haig
The New York Times
El ritmo de la diplomacia moderna, los aviones a reacci¨®n, est¨¢n estropeando el curso de la antigua diplomacia, la de las ca?oneras. Mientras Argentina y el Reino Unido se dan tiempo -dos semanas solemnes- para llegar a unas posibles p¨¦rdidas de vidas en torno a las Malvinas,, el secretario de Estado ha dado la vuelta al mundo como si el holocausto fuese inminente. ( ... )Hay otros caminos para promover el inter¨¦s de Washington en un acuerdo. Existen otras v¨ªas para lograr que se cumplan los planes de un compromiso. ( ... ) Haig debe permanecer en su pa¨ªs. Las islas Malvinas pueden' determinar la supervivencia de los conservadores brit¨¢nicos o de la Junta argentina, pero no est¨¢n pendientes graves problemas americanos. Pero ser¨ªa terrible para Estados Unidos que su m¨¢s s¨®lido aliado europeo derramase en Am¨¦rica Latina sangre argentina. El perjuicio para Estados Unidos podr¨ªa tener alcance mundial si participase o tolerase en recompensar el acto de fuerza de Argentina contra un aliado.
Si la marina brit¨¢nica cons¨ªgue retirar la bandera argentina de las islas, al menos provisionalmente, ese hecho tendr¨¢ repercusi¨®n en Buenos Aires. S¨ª carece de la fuerza necesaria, la negociaci¨®n ser¨¢ posible ¨²nicamente despu¨¦s de una clara protesta americana a Londres. ( ... )
La presencia del secretario de Estado y sus juicios son necesarios en estas semanas decisivas en que se discutir¨¢ la nueva postura americana sobre el control de armas. Su influencia es necesaria para contener las pasiones crecientes en el Pr¨®ximo Oriente. Debe dirigir y participar en la b¨²squeda de un acuerdo con Nicaragua, y de gobierno, en El Salvador. Y, como miembro del Gabinete y experimentado diplom¨¢tico, debe estar presente en las sesiones del Congreso en las que se discutir¨¢ la reducci¨®n de los gastos de defensa.
El fallo profundo de la diplorriacia americana consiste en su car¨¢cter espasm¨®dico y en la discusi¨®n p¨²blica de su pol¨ªtica exterior. ?Qui¨¦n recuerda a Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, en torno al cual giraba el mundo? ?Qui¨¦n recuerda la exhibibici¨®n de fuerza para vengar a Polonia, en diciembre?
No ha habido una definici¨®n global de los intereses americanos por parte de la Administraci¨®n Reagan.( ... )
15 de abril
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