El fraude en el desempleo
Recientemente, el ministro de Trabajo y Seguridad Social ha puesto en marcha una campa?a en contra del fraude en el desempleo. Vaya por delante mi aplauso hacia una iniciativa que en su d¨ªa fue planteada en el Consejo General del INEM por sindicatos y empresarios, y que buscaba acabar o, al menos, reducir sustancialmente el fraude al desempleo que pagamos el conjunto de los trabajadores de nuestro pa¨ªs, directamente o a trav¨¦s de un salario diferido.Los trabajadores son contrarios a la picaresca y el fraude que una minor¨ªa realiza, rechazan la "instalaci¨®n en el desempleo" y a los que podr¨ªamos denominar como "profesionales del paro", que los hay. Los sindicatos, tambi¨¦n. De hecho, las organizaciones sindicales han contribuido a establecer la medida m¨¢s racional y eficaz contra el fraude al desempleo al acordar en el punto III.8 del ANE una limitaci¨®n en las ofertas de trabajo que pueden ser rechazadas por un trabajador en paro, dentro de un nivel de percepci¨®n salarial equivalente a lo que estuviese cobrando en el paro, previamente a la extinci¨®n de la percepci¨®n por desempleo.
Pero, una vez dicho esto, resulta necesario denunciar el car¨¢cter unilateral e ideol¨®gico que se le est¨¢ dando a dicha campa?a. No s¨¦ si los resultados econ¨®micos, es decir, de ahorro en los gastos desempleo ser¨¢n, al final, muy positivos y superar¨¢n los gastos de publicidad, inspecci¨®n, etc¨¦tera, que la campa?a conlleva; pero, a mi entender, sus consecuencias sobre la opini¨®n p¨²blica est¨¢n siendo devastadoras. Aqu¨ª parece que ya no hay parados: lo que hay es defraudadores. Por este camino algunos ciudadanos de este pa¨ªs van a terminar pensando que la culpa del paro la tienen los parados.
El fraude imputable a las empresas
Ser¨ªa conveniente clarificar m¨¢s la situaci¨®n y decir, por ejemplo, que, seg¨²n datos del propio Ministerio de Trabajo, el 11,33% del fraude al desempleo es imputable a las empresas, y el 3,76%, a los trabajadores; que en muchos casos los parados que alternan el subsidio con un trabajo no reciben una prestaci¨®n superior a las 20.000 pesetas; que con la aplicaci¨®n de la ley b¨¢sica de Empleo, aprobada por UCD, s¨®lo 36 parados de cada cien cobran alg¨²n subsidio; que de esos parados a los que les corresponde un subsidio, muchos no cobran puntualmente, porque el INEM funciona fatal, a pesar de sus 13.000 funcionarios.
Recuerdo que con motivo de la discusi¨®n parlamentaria de la ley b¨¢sica de Empleo asistimos tambi¨¦n a una campa?a de mentalizaci¨®n contra el fraude al desempleo. Esperemos que ahora el resultados no nos lleve, como entonces, a un mayor recorte de las prestaciones.
El "paro" en la Administraci¨®n
Y puesto a prestar al Ministerio de Trabajo el m¨¢ximo apoyo en la lucha contra el fraude, se me ocurre que hay tambi¨¦n otros campos en que cabr¨ªa y hasta me atrever¨ªa a decir que se deber¨ªa meter mano. Brindo algunas sugerencias.
Por ejemplo, al paro end¨¦mico que se produce en algunos sectores, minoritarios supongo, de la Administraci¨®n, es decir, paro en el sentido de no dar golpe. O al mill¨®n de espa?oles que defraudan a Hacienda y que no deben ser ni trabajadores ni parados. Naturalmente, tambi¨¦n a los que evaden esos dos billones de pesetas depositados en los bancos suizos, con cuya inversi¨®n, ?cu¨¢ntos puestos de trabajo se podr¨ªan crear? Por supuesto, a las empresas que no pagan a la Seguridad Social, cuya cifra de impagados se eleva a 400.000 millones en 1981. Y, ?por qu¨¦ no?, votando a favor de las incompatibilidades, por ejemplo, para esos m¨¦dicos que tienen tantos puestos remunerados de la Administraci¨®n que atender, que se ven obligados a mandar un sustituto a su consulta, mientras hay 60.000 m¨¦dicos en paro.
D¨¦le duro al fraude, se?or ministro. En todas las direcciones. Y si adem¨¢s todos los que habiendo trabajado y est¨¢n en paro cobran alg¨²n subsidio, mejor. Por otra parte, quiz¨¢ no ser¨ªa descabellado pensar tambi¨¦n en alguna campa?a en favor de la inversi¨®n y de la contrataci¨®n de los trabajadores en paro.
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