Reagan pide apoyo para que el Congreso apruebe el presupuesto
El presidente Ronald Reagan decidi¨®, una vez m¨¢s, utilizar todo su poder de seducci¨®n personal para pedir a los norteamericanos que escriban a sus representantes en el Congreso, a fin de que ¨¦stos acepten las propuestas del presidente para el presupuesto federal de 1983, que debe entrar en vigor el pr¨®ximo d¨ªa 1 de octubre."Hay que dejarse de consideraciones pol¨ªticas", dijo Reagan, mostrando ante las c¨¢maras de televisi¨®n los ya cl¨¢sicos gr¨¢ficos con los que acostumbra a ilustrar lo bien fundado de su teor¨ªa, en contra de las opiniones de la oposici¨®n del Partido Dem¨®crata.
El discurso, de veinte minutos, del presidente fue seguido inmediatamente de una r¨¦plica del Partido Dem¨®crata. "Los problemas de Norteam¨¦rica no son republicanos ni dem¨®cratas: son problemas americanos", dijo el portavoz del Partido Dem¨®crata, el representante Richard Bolling.
No es la primera vez que Reagan recurre a la opini¨®n p¨²blica para ganar una batalla ante el Congreso. Lo hizo el pasado a?o con indudable ¨¦xito, consiguiendo que en ¨²ltima instancia el Congreso aprobara las l¨ªneas maestras de su presupuesto. Pero en esta ocasi¨®n las cosas se presentan de manera distinta.
El problema del d¨¦ficit
Nadie cree, excepto los partidarios de la estrategia econ¨®mica del equipo Reagan, los denominados reaganomics, que el d¨¦ficit del presupuesto para 1983 sea tan s¨®lo de 101.900 millones de d¨®lares, como promete el presidente. Los congresistas, en su mayor¨ªa, tanto dem¨®cratas como republicanos, consideran que el d¨¦ficit p¨²blico se disparar¨¢ en 1983 hasta cotas que pueden superar los 140.000 millones de d¨®lares. Los inversores de Wall Street, que hab¨ªan reaccionado muy favorablemente ante las posibilidades de un compromiso Casa Blanca-Congreso, volvieron otra vez la espalda al presidente, cayendo los ¨ªndices burs¨¢tiles del Dow Jones.El Congreso pide a Reagan que reduzca el d¨¦ficit p¨²blico con la creaci¨®n de nuevos impuestos, junto con la disminuci¨®n del gasto militar. Pero Reagan se muestra reacio a tal propuesta, esgrimiendo los resultados de su programa econ¨®mico, patentes de momento s¨®lo en la lucha contra la inflaci¨®n, que baj¨® el 0,3% en marzo, y cuenta con previsiones del 1% para 1982.
Por el contrario, el desempleo contin¨²a elevado (9%), mientras los indicadores econ¨®micos bajaron el 0,5% el pasado mes de marzo, por d¨¦cimo mes consecutivo. El elevado d¨¦ficit presupuestario contin¨²a preocupando a los analistas econ¨®micos, mientras Reagan lo defiende a capa y espada como mal menor.
Toda la pol¨¦mica Casa Blanca-Congreso est¨¢ condicionada, al mismo tiempo, por la inminencia de las elecciones al Congreso, previstas para noviembre de este a?o. Cada partido, Republicano o Dem¨®crata, quiere presentarse como el mejor preparado para resolver la crisis econ¨®mica. Seg¨²n los observadores pol¨ªticos, ser¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica la que condicionar¨¢ el voto.
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