Ecologistas alicantinos viajaron a caballo hasta Madrid para denunciar el deterioro del Segura

En exigua y fervorosa comitiva, llegaron el domingo a Madrid los ecologistas alicantinos Jorge Saz, Jos¨¦ Manuel Maci¨¢, Joaqu¨ªn Garc¨ªa y Jos¨¦ Alejo Vidal, tras una marcha a caballo de catorce d¨ªas "por la naturaleza y el desarme", emprendida el veinte de abril en Guardamar de Segura (Alicante). Los dos primeros han sido los esforzados jinetes de esta marcha "por la paz y la tierra" y "en defensa del r¨ªo y las playas de la Vega Baja del Segura, amenazados por la contaminaci¨®n de los vertidos de las f¨¢bricas y la falta de depuradoras". Los otros dos formaban parte del convoy de avituallamiento, provisto de mantas, comestibles, serones repletos de botellines y varias tiendas de campa?a.

Recolorados y con una sonrisa ajada de cansancio, los jinetes irrumpieron en la plaza Vieja de Vallecas con el aire ins¨®lito de unos inesperados vaqueros con pa?uelo al cuello. M¨¢s p¨¢lidos y con un aspecto m¨¢s calamitoso descendieron del coche los de las vituallas. Ninguno de ellos se sinti¨® forastero al tomar tierra en Vallecas: el grupo ecologista La Cebada, junto a vecinos del barrio, miembros de la coordinadora ecologista y de organizaciones juveniles de partidos hab¨ªan ido a esperarlos en bicicleta. La charanga vallecana La Pu?etera, con m¨²sica de sabor pachanguero les recibi¨® en son de fiesta.Un ecologista madrile?o montado en un caballo de cart¨®n y con la cara maquillada para un espect¨¢culo de mimo, les dio la bienvenida y ley¨® unas coplas, aplaudidas por el vecindario, que reclamaban m¨¢s ¨¢rboles para el barrio y ped¨ªan "que Vallecas no sea la periferia". Sobre los muros de la plaza vieja destacaba una pintada antigua: "ni yanquis ni rusos: independencia nacional".

Una inmensa pancarta con el lema "por la naturaleza y el desarme" acompa?ada del m¨ªtico s¨ªmbolo pacifista -un hombre con los brazos ca¨ªdos que se asemeja a una esfera de reloj con tres manillas que se?alan respectivamente las cuatro, las seis y las ocho- inscrito a su vez en un orondo sol antinuclear, sobresal¨ªa entre otros carteles con emblemas ecologistas. Junto a los caballos, descansaban los aparejos en el suelo y su olor a cuero sudado se mezclaba con la fragancia de jara y bo?iga de los animales. Mientras, unos periodistas del canal uno de la televisi¨®n alemana filmaban el espect¨¢culo.

"La historia de esta marcha empez¨® hace seis meses, cuando el grupo ecologista de Guardamar decidi¨® sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica sobre la creciente degradaci¨®n del Segura", explica Jos¨¦ Manuel Maci¨¢. "Proyectamos una marcha desde Guardamar hasta Galicia y conectamos con entidades p¨²blicas y Cajas de Ahorro de la regi¨®n para obtener apoyo pol¨ªtico y econ¨®mico. Pero a ¨²ltima hora estas entidades se volvieron atr¨¢s y solo hemos contado con 25.000 pesetas de la Caja Rural Central de Alicante y otra cantidad id¨¦ntica por parte de un concejal alicantino a t¨ªtulo personal". A pesar de la precariedad inicial, la comitiva se puso en marcha el pasado veinte de abril.

Parte de sus objetivos se han cumplido y las poblaciones del Segura se solidarizan con sus reivindicaciones. "En los pueblos en que hemos acampado, nos hemos presentado a los alcaldes y hemos planeado con algunos de ellos nuevas colaboraciones". En Madrigueras (Albacete) el pueblo estaba en fiestas y la asociaci¨®n de caballistas les recibi¨® fraternalmente y les invit¨® a compartir un rodeo. "Hemos elegido el caballo por su constante presencia en la historia del hombre y como s¨ªmbolo de libertad y de respeto mutuo, asi como de la necesidad de recuperar una relaci¨®n m¨¢s amplia entre las personas y el entorno animal".

Al llegar a la capital han hecho p¨²blico un manifiesto en el que denuncian "el grave peligro que supone el deterioro del Segura tanto para el equilibrio ecol¨®gico de la Vega Baja, como para su econom¨ªa y cultura".

Los ecologistas madrile?os a su vez han repartido un segundo manifiesto en el que declaran que "el problema de la guerra en el mundo y la destrucci¨®n de la naturaleza son s¨ªntomas de la irracionalidad a los que el sistema social en el que viviemos nos est¨¢ conduciendo, poniendo en peligro, incluso la supervivencia del hombre sobre la tierra. Luchar por la paz y la naturaleza significa tambi¨¦n enfrentarse a esos peque?os y grandes problemas diarios para lograr que nuestro barrio Vallecas tenga m¨¢s zonas verdes y recupere su entorno propio".