La muerte de Benyahia decapita ala diplomacia argelina

Traumatizado por la tr¨¢gica desaparicion del ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benyahia, y de todo el estado mayor de la diplomacia argelina, el r¨¦gimen de Argel ha elevado el tono a prop¨®sito del conflicto irano-iraqu¨ª, denunci¨¢ndolo como un peligro para el movimiento de pa¨ªses no alineados y una brecha dif¨ªcil de llenar ante la pr¨®xima cumbre de esa organizaci¨®n, te¨®ricamente prevista en la capital iraqu¨ª durante el verano.La muerte en accidente a¨¦reo de Benyahia y de casi la totalidad de los directores generales de la canciller¨ªa argelina obligar¨¢ a remozar por completo el Ministerio, dirigido de forma interina por su secretario general, Salah Dembri, un hombre que carece de la experiencia del fallecido. El nombre que se baraja como posible sucesor de Benyahia es el actual ministro de Informaci¨®n, Bualem Bessaieh.

Dos temores asaltan en estos momentos, en materia de pol¨ªtica exterior, al r¨¦gimen argelino. Ambos se hallan relacionados con la verdadera carrera contra el reloj que representan las pr¨®ximas cumbres de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA) y del Movimiento de Pa¨ªses No Alineados.

En los dos temas, el fallecido jefe de la diplomacia argelina era partidario de la moderaci¨®n, para no enconar la tensi¨®n en la regi¨®n del Magreb y no profundizar la divisi¨®n entre los Estados isl¨¢micos y ¨¢rabes.

La cumbre de la OUA se avecina dentro de un contexto de ruptura en el seno de la organizaci¨®n africana, a lo que hay que a?adir el temor argelino de verse inmovilizados por la "tenaza" que representan Marruecos y Tunicia, pa¨ªses que han reforzado considerablemente sus alianzas pol¨ªticas y militares con la Administraci¨®n del presidente Reagan.

En el otro conflicto, el dilema m¨¢s inmediato radica en definir el nivel de la participaci¨®n argelina a la cumbre de Bagdad, si llega a celebrarse. En su reciente periplo por India y Yugoslavia, el presidente argelino Chadli Benjedid ha podido constatar que esos dos pa¨ªses, cuya concepci¨®n del tercermundismo es muy pr¨®xima a la que tienen los argelinos, son partidarios de mantener la reuni¨®n de la capital iraqu¨ª como un mal menor, por estimar que la pol¨ªtica del silencio y los aplazamientos no es la m¨¢s oportuna.

Los isl¨¢micos iran¨ªes siguen presionando, por su parte, para lograr que la cumbre sea suspendida, o se celebre en presencia de delegaciones de poco nivel, para expresar el repudio a la actuaci¨®n de Irak. Esa posici¨®n ha sido recogida con simpat¨ªa por Argel, aunque de manera oficial no se ha indicado todav¨ªa cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n que ser¨¢ adoptada.

El viaje de Benyahia a Teher¨¢n, en el cual el ministro y sus m¨¢s inmediatos colaboradores encontraron la muerte, estaba destinado precisamente a dar cuerpo a una actitud com¨²n entre los dos paises, susceptible de no herir la sensibilidad de los iraqu¨ªes.