El escultor Pablo Serrano, galardonado "por la dimensi¨®n humanista de su obra"

El escultor Pablo Serrano ha sido elegido Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes, 1982. El jurado, presidido por Domingo Garc¨ªa-Sabell, delegado del Gobierno en Galicia, escritor y acad¨¦mico, concedi¨® por unanimidad el premio a Serrano "por la trascendencia universal de su obra as¨ª como por la dimensi¨®n creadora y humanista de la misma", seg¨²n el acta, dada a conocer en la ma?ana de ayer en Oviedo, que destaca, tambi¨¦n, en el galardonado "su capacidad para poner al alcance del pueblo las m¨¢s nobles esencias del Arte".

Para el premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes se barajaron inicialmente quince nombres. Jes¨²s Aguirre, duque de Alba, propuso las candidaturas de Pablo Serrano y le Ernesto Halffter, pero esta ¨²ltima fue r¨¢pidamente descartada para evitar la repetici¨®n del premio a un m¨²sico, ya que el de las Artes del a?o pasado fue otorgado al director de orquesta Jes¨²s L¨®pez Cobos. Una vez tomada la decisi¨®n de premiar a un artista pl¨¢stico, el jurado se dividi¨® en la defensa de un escultor, Pablo Serrano, y de un pintor, Antonio L¨®pez. A medida que los miembros del jurado profundizaban en los debates pod¨ªa observarse, seg¨²n ha trascendido, una creciente inclinaci¨®n hacia la propuesta de Jes¨²s Aguirre, que fue hecha suya inmediatamente por Domingo Garc¨ªa-Sabell y despu¨¦s por Federico Sope?a, Faulino Vicente y Josep Renanu. Formaban, adem¨¢s, parte del jurado, Javier Tusell, Pl¨¢cido Arango, Ricardo Bofill y Rom¨¢n Su¨¢rez Blanco.Jes¨²s Aguirre puso sobre la mesa el nombre de Pablo Serrano "por estimar que el premio Pr¨ªncipe de Asturias debe ser identificable para el gran p¨²blico y por los valores, en suma, c¨ªvicos de su obra art¨ªstica". El duque de Alba aludi¨®, tambi¨¦n, al car¨¢cter ejemplar de los personajes (Antonio Machado, Miguel de, Unamuno y Jos¨¦ Lu¨ªs Aranguren, entre otros) o quienes Serrano hizo unos bustps espl¨¦ndidos en una ¨¦poca d¨ªficil. Federico Sope?a record¨® al respecto, en las deliberaciones del jurado, los disgustos que tuvo este escultor con el anterior r¨¦gimen cuando realiz¨® el busto de Antonio Machado.

Domingo Garc¨ªa-Sabell trabaja sobre un profundo y extenso ensayo dedicado a Pablo Serrano. Un avance de este trabajo fue publicado en EL PA?S (suplemento dedicado a las Artes del 9-4-82). "Cualquier obra de Pablo Serrano", afirma Garc¨ªa-Sabell, "puede conseguir, de hecho consigue por su sola presencia -y eso es, en definitiva, toda escultura, una presencia exenta-, que la intimidad se os dilate en el inefable placer de lo que se entiende sin necesidad de las palabras.

Por su parte, Federico Sope?a, director del Museo del Prado, elogi¨® la obra art¨ªstica de Serrano cuyo reciente ingreso en la Academia de Bellas Artes "ha con tituido una victoria acad¨¦mica", afirm¨®. La gran bondad del premiado, su talante liberal, su car¨¢cter abierto, su gran cultura ("es un artista humanista" dicen los dos), son otras de las virtudes que su brayan en ¨¦l Jes¨²s Aguirre y Federico Sope?a. Garc¨ªa-Sabell a?ade que es "sencillo, t¨ªmido, de una enorme delicadeza y de una cultura exquisita".

Turolense, catedr¨¢tico, escultor

Pablo Serrano naci¨® en Crivill¨¦n (Teruel) en 1910; estudi¨® en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona y en 1930 se traslad¨® a Cruguay donde ejerci¨® de catedr¨¢tico de Artes Pl¨¢sticas. Fue galardonado en la II Bienal Hispanoamericana de Barcelona por sus obras Sol y Josep Wouard y en la Bienal de Artes Pl¨¢sticas de Uruguay. En 1958 represent¨® a Espa?a en la Exposici¨®n Internacional de Arte del siglo XXI que se celebr¨® en Charloi (B¨¦lgica).

Entre sus obras, los cr¨ªticos destacan los monumentos a Antonio Machado (Baeza, 1967), segundo original del bronce propiedad del Museo de Arte Moderno de Nueva York; a Isabel de Castilla (Puerto Rico 1967); a Miguel de Unamuno (Salamanca, 1968); a Benito P¨¦rez Gald¨®s (Las Palmas de Gran Canaria, 1969); a Gregor¨ªo Mara?¨®n (Madrid, 1970); la estatua a Ponce de Le¨®n (Palencia, 1971) y La Piedad (Amberes, B¨¦lgica, 1972), y sus series Ritmos en el espacio, Presencia de una ausencia, B¨®vedas para el hombre y El crucificado, en bronce de cuatro metros para la iglesia de San Ignacio de Loyola de M¨¦xico.

Los premios Pr¨ªncipe de Asturias, dotados con un mill¨®n de pesetas cada uno, una escultura de Joan Mir¨® y un diploma acreditativo ser¨¢n entregados en Oviedo, en un acto presidido por el Pr¨ªncipe Felipe.