T¨¦cnicos de Lem¨®niz se niegan a trabajar en la central nuclear mientras perduren las actuales circunstancias

Los t¨¦cnicos de Iberduero relacionados con el proyecto de la central nuclear de Lem¨®niz, han comenzado a firmar, de manera individual, una carta dirigida a la direcci¨®n de la compa?¨ªa en la que anuncian su intenci¨®n de no reincorporarse a su trabajo "en tanto perduren las causas que hoy lo hacen inviable" y en la que solicitan ser trasladados a otras instalaciones de la empresa.

La carta fue inicialmente firmada por diecis¨¦is ingenieros que a mediod¨ªa de ayer, y en el mayor secreto, se entrevistaron con la persona que actualmente es, desde el punto de vista t¨¦cnico, responsable m¨¢xima del proyecto de Lem¨®niz. Posteriormente, m¨¢s de veinte t¨¦cnicos medios, pertenecientes todos ellos a la divisi¨®n de explotaci¨®n -diferente de las de montaje y de puesta a punto- firmaron la misma petici¨®n.Finalmente no se celebr¨® la anunciada asamblea en la que cerca de un centenar de ingenieros iban a decidir colectivamente la actitud a tomar tras el asesinato de Angel Pascual M¨²jica. Ayer no se present¨® en las obras de Lem¨®niz ning¨²n t¨¦cnico y, aunque la asamblea no lleg¨® a producirse, s¨ª hubo reuniones m¨¢s o menos informales de diversos grupos. Casi todos los t¨¦cnicos, por lo dem¨¢s, se mantuvieron en permanente contacto telef¨®nico aunque, al parecer, nadie sab¨ªa nada de la posible asamblea.

A media ma?ana, el presidente de Iberduero, Manuel G¨®mez de Pablos, y el director general de la compa?¨ªa, Joaqu¨ªn Axpe Bara?ano, mantuvieron una reuni¨®n, que se prolong¨® hasta las 13.15 horas y de cuyo contenido nada trascendi¨®, con las tres personas que ostentan actualmente, dentro de la plantilla de la empresa el¨¦ctrica, la responsabilidad m¨¢xima sobre Lem¨®niz.

Este ¨²ltimo se entrevist¨® poco despu¨¦s con diecis¨¦is de los dieciocho o diecinueve ingenieros espec¨ªficamente adscritos al de partamento de proyectos, al que pertenecen, al parecer, los t¨¦cnicos que permanecer¨¢n en la central, dirigienda su explotaci¨®n, tras la finalizaci¨®n de las obras. El jefe de proyecto se limit¨®, seg¨²n las noticias que trascendieron, a recomendar prudencia a los t¨¦cnicos, exhort¨¢ndoles a no tomar decisiones irreversibles antes de conocer los resultados de las negociaciones que se desarrollar¨¢n en el curso de la semana entre las administraciones central y auton¨®mica y la empresa.

Una situaci¨®n insoportable

Pese a ello, los t¨¦cnicos presentes. entregaron las cartas de renuncia previamente redactadas. Los firmantes expresan en ellas su "firme decisi¨®n de no volver a participar en el proyecto Lem¨®niz, por lo menos en tanto perduren las causas que lo hacen inviable. Las condiciones que estamos viviendo en los ¨²ltimos a?os", a?aden, "nos han conducido a una situaci¨®n familiar, personal y profesional insoportable".

En su ¨²ltimo p¨¢rrafo, el texto deja abierta, sin embargo, la posibilidad de mantener la vinculaci¨®n con Iberduero, a cuyo fin los firmantes se ponen a disposici¨®n de la empresa el¨¦ctrica "para que nos asigne a otros puestos de trabajo, ya que es nuestro deseo seguir siendo ¨²tiles a la compa?¨ªa". La carta ser¨ªa firmada poco despu¨¦s por otros t¨¦cnicos, peritos en s¨²mayor¨ªa, pertenecientes todos ellos a la divisi¨®n de explotaci¨®n. A las 17 horas de la tarde de ayer se hablaba de unas cuarenta firmas. Otras fuentes consultadas informaron que algunos ingenieros se hab¨ªan negado de momento a firmar nada por considerar que la carta en cuesti¨®n podr¨ªa haber sido preparada por la propia direcci¨®n de la compa?¨ªa. Aunque no se entiende bien qu¨¦ inter¨¦s podr¨ªa tener Iberduero, en patrocinar esa postura, las mismas fuentes recordaron que ya en v¨ªsperas del inicio de la negociaci¨®n entre el Gobierno central y el ejecutivo de Vitoria, la empresa anunci¨® su decisi¨®n de suspender las obras si no se daban determinadas condiciones. Por lo dem¨¢s, no es ning¨²n secreto que una parte del consejo de administraci¨®n de Iberduero considera que lo mejor para la empresa ser¨ªa desprenderse cuanto antes de Lem¨®niz.

En cualquier caso, la confus¨ª¨®n de las informaciones contradictorias que fueron produci¨¦ndose a lo largo de la tarde de ayer parecen reproducir la propia confusi¨®n de los t¨¦cnicos de Lem¨®niz, no menos desconcertados que angustiados, y cuyas opiniones reflejan, consciente o inconscientemente, las distintas situaciones de los distintos subgrupos existentes. Porque, evidentemente, y dando por supuesto que todos contemplan su futuro con inquietud, no puede considerarse comparable la situaci¨®n del t¨¦cnico de montaje que finalizar¨¢ su relaci¨®n con Lem¨®niz en el momento de culminaci¨®n de las obras, que la del ingeniero que,deber¨¢ tomar parte en los trabajos de! puesta a punto o la del especialista que deber¨¢ dirigir la central una vez en funcionamiento.

Contactos con Bechtel

Cabe rese?ar al respecto que, seg¨²n todos los indicios, en las ¨²ltimas semanas. Iberduero ha mantenido contactos con la compa?¨ªa estadounidense, Bechtel, especializada en realizar trabajos en condiciones l¨ªmite. Aunque el rumor sobre la posible contrataci¨®n de t¨¦cnicos de esa empresa, surgida hace unos seis meses, fue entonces desmentido por, Iberduero, tal posibilidad no era ayer "ni desmentida, ni confirmada". Fuentes no oficiales, pero directamente relacionadas con la compa?¨ªa, aseguraron a EL PAIS que las negociaciones con Beclitel, directamente llevadas por el ingeniero asesinado, Angel Pascual, hab¨ªan fructificado hace apenas unos d¨ªas. La misma fuente precis¨® que el n¨²mero de t¨¦cnicos norteamericanos de la citada empresa que se trasladar¨ªan a Bilbao ser¨ªa "de unos sesenta" y que ya hab¨ªa sido adquirido, o arrendado, un edificio destinado a los despachos que ocupar¨ªan.

Esta posibilidad implicar¨ªa, por otro lado, la renuncia por parte de la compa?¨ªa estadounidense Westinhouse, suministra dora de los elementos tecnol¨®gicos clave de Lem¨®niz, a realizar su instalaci¨®n en la planta, lo que a su vez podr¨ªa suponer un problema adicional respecto a la garant¨ªa de tales piezas (generador, turbina, etc) valoradas en cientos de millones de pesetas.