C¨®rdoba, cl¨¦rigos y comunistas en el poder
C¨®rdoba, la provincia andaluza que de forma continuada ha mantenido el m¨¢s bajo nivel de abstenci¨®n en las consultas electorales habidas, y que el 28-F proporcion¨®, junto con Sevilla, el m¨¢s alto ¨ªndice de apoyo a la autonom¨ªa por la v¨ªa del art¨ªculo 151, sigue siendo hoy eminentemente agr¨ªcola, como lo era en 1936. Una provincia que busca su eje natural, su salida al mar, a trav¨¦s de M¨¢laga, que conoce un cierto grado de industrializaci¨®n, que sue?a en voz alta con ser la capital de Andaluc¨ªa y hace gala, aunque sea a nivel urbano, de una ilustraci¨®n secular, que contrasta con uno de los niveles m¨¢s altos de analfabetismo de la regi¨®n (10,3% de la poblaci¨®n mayor de diez a?os).
De las 231.621 personas incluidas en el total de poblaci¨®n activa, 78.300 (36%) trabajan en el campo, y de ellas, 63.518 lo hacen por cuenta ajena, la mayor parte como jornaleros eventuales en alguna de las 771 propiedades de m¨¢s de 250 hect¨¢reas que existen en la provincia. La industria fabril y la construcci¨®n dan empleo a unas 50.000 personas, y el resto hay que incluirlo en el sector de servicios.A partir de estos datos de referencia cabe rese?ar que C¨®rdoba vota, en conjunto, a la izquierda, y que en las consultas electorales habidas, acaso por memoria hist¨®rica, se ha repetido, casi de una manera mim¨¦tica, el mapa pol¨ªtico de 1936, si se sustituyen las siglas de centro-derecha.
En las primeras elecciones legislativas, el PSOE, que ten¨ªa y tiene en Guillermo Galeote a su hombre fuerte, obtuvo el 34% de los votos; UCD, el 32,% y el PCE, el 16,5%. Tres diputados correspondieron a los dos primeros y uno a los comunistas.
El reparto de esca?os fue id¨¦ntico en 1979, en que socialistas y centristas lograron el 30% de los votos (con un triunfo p¨ªrrico de los primeros por quinientos sufragios) y el PCE ascendi¨® al 16%. El PSA, que en 1977, en uni¨®n del PSP, no logr¨® superar el 4%, llegaba al 10% en las segundas legislativas.
En las elecciones municipales ¨²nicamente el PCE logr¨® mantener un nivel ascendente y se situ¨® en el 24% de los votos emitidos. El PSOE, en plena crisis interna por el apartamiento en las listas de los cr¨ªticos, que se traduce en el absentismo de su militancia, desciende al 27% de los sufragios, y tambi¨¦n bajan UCD (29%) y el PSA (8%).
El PSOE, que logr¨® hacerse con el control de veinticinco de los 75 municipios que: tiene la provincia, sufri¨® en este lance electoral dos sonadas derrotas consecutivas: perdi¨® la presidencia de la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de la capital en favor de UCD y PCE, respectivamente. La corporaci¨®n municipal qued¨® constituida por ocho concejales comunistas, siete de UCD y PSOE y, cinco del PSA. Julio Anguita fue elegido, con los votos de la izquierda, primer alcalde comunista de una capital espa?ola.
Un gobierno de concentraci¨®n cordob¨¦s
Por encima del pacto de la izquierda, Anguita logr¨® que con los puntos coincidentes de las distintas fuerzas -UCD incluida- se confeccionara un programa com¨²n consensuado. Era tanto como poner en marcha, de forma sutil, una experiencia de gobierno de concentraci¨®n municipal, del que tanto hablaba ya Carrillo.
"No marginamos a UCD", afirma dos a?os despu¨¦s Anguita. "Quer¨ªamos que trabajara con nosotros en una pol¨ªtica de gesti¨®n seria. El Gobierno mostr¨® al principio buena disposicion, acaso porque le interesaba reflejar un talante democr¨¢tico, y prometi¨® ayudas. Cuando vio que iba adelante una pol¨ªtica de gesti¨®n en regla empezaron las zancadillas".
Sabi¨¦ndose observados continuamente, Julio Anguita y su equipo,han trabajado pensando en consolidar la imagen del PCE en la capital y en la zona de la campi?a cordobesa, su feudo por excelencia. Una buena parte de las realizaciones municipales ha favorecido a los sectores m¨¢s marginados. Una apresurada, pero obligada, municipalizaci¨®n de los transportes p¨²blicos, la constituci¨®n de una promotora de viviendas, la ampliaci¨®n y mejora de calles e infraestructura de saneamiento y de alcantarillado para barrios son algunas de las controvertidas realizaciones de un Ayuntamiento asfixiado hoy por los problemas y las diferencias internas. "El programa com¨²n est¨¢ cumplido en un 80%", afirma, sin embargo, Aguita.
Hoy es el dia en que el denominado programa com¨²n no tiene ya el consenso de centristas ni socialistas. De otra parte, el pacto de la izquierda est¨¢ roto hace meses, desde que el PSOE se plante¨® la necesidad de distanciarse del PCA, acaso para evitar la imagen, de frentepopulismo, y preocupado por ofrecer una l¨ªnea propia. Se ve¨ªan ya de lejos las elecciones. Desde ese momento, los socialistas abandonaron o perdieron sus delegaciones municipales. El PSOE no puede votar sistem¨¢ticamente contra el PCA si no quiere hacer una pol¨ªtica de derechas, y por ello su situaci¨®n en el Ayuntamiento es confusa y exige constantes justificaciones.
Mucho tiempo antes UCD se hab¨ªa apeado tambi¨¦n de esa especie de gobiernillo de concentraci¨®n voluntarista. Fue a ra¨ªz del acuerdo municipal de uso de una antigua mezquita a la comunidad musulmana de C¨®rdoba. Esta decisi¨®n, que provoc¨® la reprobaci¨®n episcopal, y con ello una destemplada r¨¦plica de la alcald¨ªa, desat¨® ya el enfrentamiento sistem¨¢tico de UCD contra aquella.
La UCD de C¨®rdoba naci¨® de la convergencia de los ¨²ltimos representantes del franquismo integrados en Uni¨®n del Pueblo Espa?ol, el partido de Camu?as, el Partido Popular (PP) de P¨ªo Cabanillas, los liberales de Garrigues, grup¨²sculos de diversas ideolog¨ªas conservadoras y, fundamentalmente, del Partido Socialista Liberal Andaluz, de Clavero Ar¨¦valo. En el PSLA destacaban las figuras de Jos¨¦ Javier Rodr¨ªguez Alcaide y Cecilio Valverde, este ¨²ltimo, un hombre no manchado p¨²blicamente, pese a haber asesorado desde su despacho a la oligarqu¨ªa cordobesa. A trav¨¦s de la confianza de Clavero consigui¨® la de Su¨¢rez, qu e hab¨ªa intentado captarle, sin ¨¦xito, para UDPE, e intervino de forma decisiva en la confecci¨®n de las listas de candidatos al Senado y Congreso para los comicios de 1977. En la primera se incluy¨® ¨¦l mismo y en la segunda introdujo a los claveristas Rodr¨ªguez Alcaide y Antonio Jos¨¦ Delgado de Jes¨²s y al liberal Carmelo Casa?o. Los tres fueron elegidos.
Sin embargo, tuvo que producirse una rectificaci¨®n de los resultados del Senado para que el cuarto clasificado, Cecilio Valverde, fuera situado en la cuarta plaza y resultara elegido. Desplazaba as¨ª a su compa?ero de filas, ex presidente de la Diputaci¨®n y luego presidente de UCD de C¨®rdoba, Miguel Manzanares, que en la actualidad preside el Consejo de Adminisiraci¨®n de la Caja Provincial de Ahorros.
La legislatura constituyente consolid¨® a los diputados, y Cecilio Valverde perdi¨® peso en la UCD de C¨®rdoba. Al nominarse la candidatura para las elecciones legislativas de 1979, el comit¨¦ provincial apoy¨® nuevamente la inclusi¨®n en la misma de los tres diputados frente a Valverde, que aspiraba, a ser el n¨²mero uno en la lista del Congreso. La direcci¨®n provincial decidi¨® que ocupara este puesto J. J. Rodr¨ªguez Alcaide. Cecilio Valverde parece que estuvo dispuesto a abandonar el partido y lleg¨® a convocar una ce¨ªnferencia de Prensa a tal fin. Llamado a Madrid, Adolfo Su¨¢rez le prometi¨® la presidencia del Senado. Desconvoc¨® la conferencia de Prensa, result¨® elegido senador y Su¨¢rez cumpli¨® su palabra.
A partir de entonces se inicia lo que puede calificarse como la ¨ªrresistible ascensi¨®n de Cecilio Valverde. Hoy es ¨¦l quien manda, hace y deshace en la UCD de C¨®rdoba.
El poder del clero
Instalada en una di¨®cesis rica en propiedades r¨²sticas y rentas -la explotaci¨®n tur¨ªstica de la mezquita de C¨®rdoba es un ejemplo-, la Iglesia jerarquizada cordibesa es poderosa e influyente. Pese a la buena imagen del obispo Infante Florido, que sustituy¨® a Cirarda, lo cierto es que un sector importante del clero diocesano pasa por ser integrista, pese a que en las barriadas de la capital tienen un gran peso los sacerdotes y comunidades cristiano-progresistas.
Son los can¨®nigos quienes controlan y deciden los destinos del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de C¨®rdoba, fundada por un can¨®nigo de la catedral y hoy con un pasivo que supera los 50.000 millones de pesetas. La jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica de C¨®rdoba tiene una representaci¨®n institucionalizada en el consejo de administraci¨®n, cue preside Miguel Castillejo. La Iglesia decide. Ex presidente de la IWeraci¨®n Andaluza de Cajas de iihorro, el can¨®nigo Castillejo se sienta en el consejo de administraci¨®n de m¨¢s de veinte empresas cordobesas, en las que la entidad tiene participaci¨®n.
Las buenas relaciones de la UCD cordobesa con la Iglesia se ver¨¢n reflejadas, no s¨®lo en la oposici¨®n enconada que los centristas inostraron cuando el Ayuntamiento de C¨®rdoba cedi¨® el uso de la inencionada mezquita a los musulmanes, sino incluso en la designaci¨®n como director provincial de Cultura del archivero de la catedral, el can¨®nigo Nieto Cumplido.
Pese a sus coincidencias con los planteamientos confesionales de AP y UCd, la Iglesia oficial cordobesa no ha pedido, hasta el momento, el voto para estas fuerzas Eso s¨ª, de forma sutil ha recomendado se ejerza el voto y el alejamiento de posturas anticristianas Y ateas, como es habitual en las leclaraciones de los obispos del sur de Espa?a.
El obispo de Cordoba, monse?or Infantes Florido, a quien se ha considerado un hombre claramente partidario de la autonom¨ªa de Andaluc¨ªa, preocupado por el resultado electoral del 23-M, se ha retirado al monasterio de las Jer¨®nimas para rezar y meditar. Nadie ha podido arrancarle una afirmaci¨®n que implique apoyo a algun de las fuerzas pol¨ªticas.
Empresarios en las listas de AP y UCD
Los empresarios agrarios e industriales de C¨®rdoba, con un poder f¨¢ctico evidente en la vida de la provincia, mantienen su esperanza de encontrar una plataforma pol¨ªtica, incardin¨¢ndose en las estructuras de aliancistas y centristas. Los empresarios olivareros controlan la Asociaci¨®n Cordobesa de Empresarios Agrarios, la gran patronal agraria ACEA. Su presidente, Miguel del Pino, es el candidato n¨²mero dos de la lista de UCD al Parlamento andaluz, que encabeza Luis Mar¨ªn Sicilia, notario procedente del Partido Popular de P¨ªo Cabanillas, y hoy pr¨®ximo a los liberales.
ACEA exigi¨® en la precampa?a puestos en las listas "a los partidos que defienden nuestros postulados", que no deb¨ªan bajar del segundo lugar. Otro tanto habr¨ªa sucedido con la Confederaci¨®n de Empresarios de C¨®rdoba (CECO), filial de la CEOE, cuyo presidente, Manuel Rom¨®n, no ha aceptado ocupar el cuarto puesto de la lista de UCD porque, al aprecer, se le hab¨ªa prometido que ir¨ªa en el primer o segundo lugar.
Adem¨¢s de ACEA, la CECO integra tambi¨¦n a la patronal de la madera y el corcho, cuyo presidente aparece en las listas de AP.
El mapa provincial
En la provincia de C¨®rdoba la renta del sector agrario tiene un enorme peso. Est¨¢ montado en base a grandes explotaciones agrarias, situadas, fundamentalmente, en las comarcas de la sierra y en la campi?a, sin que falten en la vega del Guadalquivir, que han ido recortando mano de obra en beneficio de la tecnificaci¨®n. La emigraci¨®n, que inicialmente se dirigi¨® hacia Europa y otras regiones de Espa?a, se concentra ahora en la capital, sin producir, por el momento, una macrocefalia, ya que s¨®lo un tercio de la poblaci¨®n cordobesa vive en ella.
La mayor componente de renta agraria procede de la campi?a, donde hay una alta concentraci¨®n de latifundios con producci¨®n predominante de olivar y cereales Sus propietarios son empresarios agr¨ªcolas, integrados en ACEA, o son absentistas, cada vez m¨¢s escasos.
Como s¨ªntoma cabe rese?ar que debajo de cada castillo feudal, rodeado de latifundio, hay un pueblo que ha votado a la izquierda: El Carpio, Montemayor, Aguilar, Fern¨¢n N¨²?ez.
De la estructura agraria de la campi?a es de destacar que 19.237 explotaciones de menos de veinte hect¨¢reas suman el 19% de la tierra, mientras que 46 propietarios de explotaciones entre quinientas y mil hect¨¢reas detentan el 8,5%, y veintid¨®s explotaciones -que no propietarios, porque a veces uno solo es titular de varios latifundios-, de m¨¢s de mil hect¨¢reas, poseen casi el 11 %.
En este mapa de grandes explotaciones agrarias existe un enclave rojo de minifundios que vota a la izquierda. Se trata de la zona vitivin¨ªcola comprendida en el ¨¢rea de la denominaci¨®n de origen Montilla-Moriles, en cuyo consejo regulador est¨¢n integrados los t¨¦rminos de Montilla, Moriles, Aguilar de la Frontera y Montemayor, entre otros. La claridad de sus vinos, producto de cepas plantadas en suelos albarizos, maduradas por un sol de rigor, se ve constre?ida, no obstante su calidad, por las dificultades de comercializ aci¨®n exterior, donde el Jerez le ha cerrado el Reino Unido. Seg¨²n la sentencia de un tribunal ingl¨¦s, Montilla no puede vender sus vinos en aquel pa¨ªs con la etiqueta de fino oloroso, y ni siquiera -curioso- con la de amontillado, t¨¦rminos acu?ados y patentados por el Sherry.
Estas dificultades de mercado facilitan la presi¨®n del bodeguero sobre el productor rninifundista, al que impone unas condiciones de pago aplazado. Sus peque?as parcelas con vi?as son patrimonios heredados y representan el trabajo, a veces, de toda la familia a lo largo del a?o.
Un 'Midi' andaluz y una sierra, acotada
La politizaci¨®n del uvero, como se conoce en Montilla al productor de uva, lleg¨® a trav¨¦s del PCA y, m¨¢s concretamente, de la organizaci¨®n agraria UAGA, pr¨®xima al partido, cuyo ide¨®logo, Miguel Mora, acaba de abandonar la militancia, tras declararse prosovi¨¦tivo. Mora foment¨® un comunismo tipo Midi franc¨¦s en la zona de Montilla. Por su lucha en las negociaciones anuales, de los precios de la uva frente a los bodegueros, el PCA obtuvo un cr¨¦dito pol¨ªtico que le sirvi¨® para hacerse con la alcald¨ªa de la mayor parte de los pueblos de la comarca de Montilla.
En el norte de C¨®rdoba, en la comarca de la sierra, hay que distinguir dos zonas bien delimitadas: la cuenca del Guadiato y el valle de los Pedroches. En la primera, en la que se conserva tradici¨®n socialista, los centros neur¨¢lgicos son Belmez y Pe?arroya, localidad minera que padeci¨® una gran depresi¨®n en los a?os sesenta, cuando la sociedad francesa Minero-Metal¨²rgica de Pe?arroya, que extra¨ªa plomo, plata, piritas y carb¨®n, las abandon¨®. Actualmente, con la mitad de la poblaci¨®n, que lleg¨® a sumar 30.000 habitantes, se recupera en manos de Nacional Carbon¨ªfera del Sur (ENCASUR), empresa del INI, cuyo consejo de administraci¨®n preside Jos¨¦ Sol¨ªs.
El futuro de estas explotaciones mineras reside, en opini¨®n del diputado de UCD por C¨®rdoba, Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Alcaide, en orientar la producci¨®n de sus carbones como fuente energ¨¦tica para el proyecto de prerreducidos de Cala.
La otra parte de la sierra, que reparte su voto entre UCD y PSOE, es el valle de los Pedroches, una penillanura de 3.000 kil¨®metros cuadrados, de gran tradici¨®n ganadera.
Despu¨¦s del azote de la peste porcina africana, que arras¨® sus piaras de cerdo ib¨¦rico, la actividad se ha centrado en la ganader¨ªa vacuna. En la actualidad la caba?a es de 10.000 cabezas, que producen 150.000 litros de leche. El resto de la sierra est¨¢ repartido en grandes latifundios dedicados a coto de caza, destacando en este sentido el t¨¦rmino de Hornachuelos, donde, por cierto, est¨¢ enclavado el cementerio at¨®mico de El Cabril.
La vega, o valle del Guadalquivir, tierra de regad¨ªo rica en cultivos hortofrut¨ªcolas y algod¨®n, es tambi¨¦n comarca salpicada de grandes explotaciones, en las que no son ajenos los capitales financieros, como el de Rumasa, con experiencias frut¨ªcolas. La CECA es, cada vez m¨¢s, partidaria de sembrar cereal en estas f¨¦rtiles tierras.
El voto centrista aparece salpicado, adem¨¢s de los peque?os n¨²cleos de poblaci¨®n, en algunas ciudades de entre 20.000 y 30.00 habitantes, como Villanueva de C¨®rdoba, en la sierra; Puente Genil y Lucena, al sur de la campi?a, que reparten su actividad entre el cultivo de cereales y olivo, y peque?as, pero muy pr¨®speras, industrias de derivados de los mismos productos. Curiosamente, Priego, antiguo emporio del textil, hoy desmantelado, patria chica de Niceto Alcal¨¢ Zamora, vota hoy al PSOE.
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