La capacidad de la fuerza a¨¦rea argentina, una gran inc¨®gnita
Fuentes militares argentinas han declarado que su Fuerza A¨¦rea est¨¢ lista para desencadenar un gran ataque si las fuerzas expedicionarias brit¨¢nicas invaden a gran escala las islas Malvinas. Argentina est¨¢ dispuesta a utilizar y sacrificar si es necesario su aviaci¨®n num¨¦ricamente superior para defender el archipi¨¦lago ocupado por sus tropas el 2 de abril pasado.
Estas fuentes castrenses aseguran que que el control del espacio a¨¦reo sobre las Malvinas es necesario para permitir a sus fuerzas resistir un eventual asalto brit¨¢nico.Por su parte, una fuente brit¨¢nica dijo en Londres que los ingleses han decidido desplazar su estrategia hacia la lucha por las principales posiciones argentinas en el archipi¨¦lago, es decir Puerto Stanley y su aer¨®dromo. Inicialmente se pensaba en una serie de peque?os desembarcos dispersos, pero esta t¨¢ctica habr¨ªa debilitado la capacidad limitada, de combate de la fuerza expedicionaria.
Los militares argentinos est¨¢n convencidos de que no pueden proteger enteramente el archipi¨¦lago, que incluye unas 20 islas y tiene casi 8.000 kil¨®metros cuadrados, pero a?aden que hay unos 40 helic¨®pteros estacionados en las islas y que ¨¦stos pueden otorgar gran movilidad a las tropas.
Las fuerzas a¨¦reas desplazadas al archipi¨¦lago est¨¢n dotadas de reactores Pucara, un aparato argentino dise?ado para la lucha antiguerrillera que podr¨ªa ser utilizado en el combate y el bombardeo de las cabezas de playa que eventualmente estableciera la fuerza aeronaval expedicionaria. Seg¨²n los expertos occidentales, estos aviones son lentos, pero muy efectivos en este tipo de operaciones a baja altura, Argentina ten¨ªa 25 de estos aparatos antes de que comenzaran los enfrentamientos, pero algunos de ellos han sido destruidos en los ataques brit¨¢nicos.
La espina dorsal de la fuerza a¨¦rea de combate argentina, que comparten la Aviaci¨®n y la Marina, son 79 aviones norteamericanos de ataque A-4, 21 Mirages franceses, 3 cazab¨®mbarderos, 5 cazas Super Etandar, tambi¨¦n de origen franc¨¦s, 9 bombarderos brit¨¢nicos Canberra y 26 Daggers, una versi¨®n israel¨ª de los Mirage V.
Un ataque de envergadura sobre Stanley podr¨ªa implicar simult¨¢neamente aterrizajes de comandos en Green Patch, a 17 kil¨®metros al norte de la ciudad, y Sparrow Cove, ocho kil¨®metros al nordeste. El acondicionamiento de bases rudimentarias para los aviones Harrier y los barcos de guerra se considera esencial para un triunfo r¨¢pido de los planes brit¨¢nicos.
La fuerza a¨¦rea argentina es la mayor amenaza para el ¨¦xito de cualquier maniobra de desembarco, pero fuentes castrenses occidentales afirman que el peligro no es tan grande ya como lo fuera hace dos semanas. La explicaci¨®n no se debe al hecho de que los argentinos hayan perdido en combate una parte de su fuerza a¨¦rea, sino al refuerzo armamentista y operacional de que han sido dotados los Harrier.
Los pilotos brit¨¢nicos consideran tambi¨¦n que, incluso despu¨¦s de un desembarco, la capacidad de los aviones argentinos estar¨ªa disminu¨ªda por la distancia a la que,est¨¢n sus bases continentales. Las operaciones de reabastecimiento en vuelo han demostrado que muchas de las tripulaciones han sido entrenadas s¨®lo de forma muy ligera para este cometido. Y los propios Mirage, el mejor aparato de que dispone Buenos Aires en este conflicto, no puede permanecer m¨¢s de cinco minutos sobre el espacio a¨¦reo de las Malvinas sin verse obligado a regresar a su base.
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