El imperio del 'papa' Clemente, en dificultades
El origen de los fondos que mantienen el tren de vida e inversiones de la Orden de la Santa Faz sigue siendo un misterio
Terminada su aventura de Alba de Tormes, el pretendido papa Clemente ha vuelto a su rutina en El Palmar de Troya. Las obras de su bas¨ªlica, un edificio que sor prende y golpea la vista en medio delcampo andaluz, ocupan su tiempo. El hermetismo m¨¢s absoluto rodea esta esperp¨¦ntica obra, que d¨ªa a d¨ªa avanza a mayor gloria del autodenominado Gregorio XVII, la gloria de las olivas, sucesor de Pablo VI. La procedencia de los fondos que contribuyen a sacar adelante la piadosa obra es el mayor de los misterios. Lo que no es un se creto es que los fondos empiezan a escasear, y que los vecinos de El Palmar que acarrean materiales para erigir la bas¨ªlica cobran cada vez con m¨¢s retraso.
A unos 45 kil¨®metros de Sevilla, doce de Utrera y quinientos metros de El Palmar de Troya se encuentra uno con la silueta de una sorprendente bas¨ªlica, cuyo estilo es mezcla del herreriano, el polonial y el bizantino. Aunque falta bastante para que la obra est¨¦ rematada, su silueta ya se define claramente contra el cielo azul de Andaluc¨ªa. Cuatro altas torres y una gran c¨²pula destacan en la construcci¨®n, que pone un extra?o contrapunto en esta zona aislada. La c¨²pula est¨¢ sobre el lugar en el que, catorce a?os atr¨¢s, cuatro niflas afirman que contemplaron las prinieras apariciones.Una gran muralla de seis metros de altura rodea este lugar silencioso donde tienen sus altares san Francisco Franco, san Carrero Blanco, san Crist¨®bal Col¨®n, santa Isabel la Cat¨®lica y san Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera. Ah¨ª est¨¢ la capital del reino espiritual del otrora oficinista sevillano Clemente Dom¨ªnguez G¨®mez, a quien Dios revel¨® hace pocos a?os la importancia de su misi¨®n en la Tierra: anunciar al mundo que Pablo VI estaba encerrado en mazmorras y era suplantado por un sosias, que sus sucesores iban a ser anticristos, y mantener la pureza de la l¨ªnea sucesora de Pedro. As¨ª, Clemente Dom¨ªnguez G¨®mez se convirti¨® en el primer papa cat¨®lico, apost¨®lico y palmariano, para desde este rinc¨®n de la provincia de Sevilla combatir el fraude de los falsos sucesores de Pedro que usurpan el trono de Roma.
Paga con retraso
Quinientos metros m¨¢s all¨¢, El Palmar de Troya ha aprendido a vivir indiferente a este extra?o folklore, a ese ir y venir del papa con sus cardenales, entre Sevilla, donde viven, y su fenomenal bas¨ªlica, cuyas dimensiones la har¨ªan llamativa en el centro de una gran ciudad. Los 3.000 vecinos del pueblo s¨®lo han recibido beneficios de todo esto. Algunos vendieron sus casas a devotos llegados de cualquier parte, todos han tenido durante bastante tiempo un divertido tema de conversaci¨®n, y no menos de cincuenta trabajan cada d¨ªa en la construcci¨®n del edificio. Entran cada ma?ana y Salen cada tarde, despu¨¦s de haber dejado dentro unas cuantas horas de su vida y bastantes ladrillos.El Palmar de Troya vive casi ¨ªntegramente del empleo comunitario, 1. 100 pesetas diarias cuatro d¨ªas por semana. A veces se puede trabajar como temporero en la Alcaparrosa, una finca propiedad de Ja familia Urquijo que vendi¨® a los carmelitas de la Santa Faz a buen precio, en la que ¨¦stos construyen su bas¨ªlica, o en la del c¨¦lebre ganadero Guardiola, tambi¨¦n pr¨®xima al pueblo. Por eso es una suerte trabajar para el papa Clemente, como aqu¨ª se le conoce. Son 1.800 pesetas diarias, y aunque ahora se retrasa cada vez m¨¢s -ya suma siete semanas de retraso-no hay que contradecirle en nada, y sobre todo no hablar con nadie, con la Prensa menos que nadie, porque si te ven hablando con extra?os sospechan de t¨ª y cogen a otro, as¨ª que es in¨²til tratar de sonsacar informaci¨®n de lo que all¨ª dentro pasa a los obreros. Ni siquiera el arquitecto que ha dise?ado el edificio, Juan Luis de Quintas, de Utrera, un hombre joven, quiere saber nada con la Prensa ni facilitar datos de ning¨²n tipo.
Ni siquiera el alcalde de Utrera, Jos¨¦ Dorado, de quien depende El Palmar como pedan¨ªa, sabe mucho del tema, ni le interesa. Ni tampoco el p¨¢rroco, el padre Julio, con residencia en Guadalema, que no cree en las apariciones y lo ignora todo sobre este esperp¨¦ntico montaje. S¨®lo el padre F¨¦lix Arana es comunicativo aqu¨ª. El padre F¨¦lix, ex claretiano, lejano pariente de Sabino Arana, es el gran estudioso de las apariciones de El Palmar. Un devoto norteamericano ha construido para ¨¦l una capilla en la que cada ma?ana oficia la santa misa seg¨²n el rito preconciliar. Cada atardecer acude a orar a una peque?a cruz blanca situada fuera de la fortaleza de los clementistas, observa sus idasy venidas y siente hacia ellos un desprecio piadoso. Gentes de Andaluc¨ªa y de toda Espa?a acuden a ¨¦l, en especial cada fin de semana, y realizan sus oraciones al margen de las del papa Clemente, cuyos escasos, pero presumiblemente adinerados devotos, proceden de m¨¢s lejos, generalmente del extranjero.
F¨¦lix Arana, contra lo que opina el padre Julio, es un convencido de las apariciones, aunque, explica ¨¦ste, s¨®lo algunos, los videntes -¨¦l no lo es, pero admite que Clemente lo haya sido-, pueden disfrutar de ellas. Tiene en su despacho una cantidad incalculable de casetes en las que graba las conversaciones de los videntes con el Se?or o con la Virgen, y luego las transcribe a m¨¢quina para enviarlas a sus seguidores.
Comenta que para ¨¦l el verdadero milagro es la conversi¨®n de muchos descre¨ªdos que han pasado por aqu¨ª y se han transformado, el dedo de Dios est¨¢ aqu¨ª y se siente", y explica c¨®mo Antonio Anillos, un vidente habitual, describi¨®.el pasado Viernes Santo el atentado que recientemente ha sufrido el Papa, por mano de un hombre alto, vestido de negro y portador de un gran cuchillo. C¨®mo el Se?or le envi¨® el mensaje de que dejara de fumar, algo que le impresion¨® tanto que guarda en su despacho los tres ¨²ltimos paquetes de Bisonte que hab¨ªa comprado antes de recibir este mensaje a?os atr¨¢s. Todo esto lo anota cuidadosamente en esperanto, el idioma que utiliza, para comunicarse consigo mismo.
La sociedad Manuel Alonso
S¨®lo de F¨¦lix Arana se puede obtener hoy alguna informaci¨®n de los carmelitas de la Santa Faz. El sabe, por ejemplo, que el verdadero controlador de todo este asunto es Manuel Alonso Corral, cardenal, segundo del papa Clemente y antes su jefe en la oficina del patronato de San Juan de Dios, donde ejerc¨ªa como contable. Manuel Alonso es el que habla, contrata y paga, y el que da rigurosamente de alta a sus trabajadores en la Seguridad Social. El compr¨® en 49 millones el hotel Sud¨¢n, en la sevilla.na calle de Abad Gordillo, 5, donde habita el papa hasta que est¨¦ terminado el palacio episcopal que se empieza a construir tras la bas¨ªlica.El es quien tiene la responsabilidad de las finanzas, pero ni el mismo F¨¦lix Arana puede saber de d¨®nde le han venido los quinientos millones que ya ha enterrado en esta obra de El Palmar, o la nada despreciable cantidad invertida en las casas de la orden en Sevilla, o en la adquisici¨®n del fenomenal parque de coches y furgonetas con que los 82 cardenales y sesenta monjas van de un lado para otro.
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