Casi la mitad de la plantilla de pantalones 'Lois' se encuentra en huelga desde hace ocho semanas
La huelga de una parte de la plantilla de la factor¨ªa de S¨¢ez Merino, enclavada en Cheste, ha entrado en su octava semana en medio de un clima de tensi¨®n en el que no han faltado momentos de enfrentamiento entre dos sectores de los trabajadores y forcejeos de los huelguistas con la Guardia Civil.
Una parte minoritaria (130 empleados seg¨²n la direcci¨®n, 160 seg¨²n el comit¨¦ de empresa) mantiene desde el 30 de marzo una huelga ininterrumpida con objeto de "oponerse a la pol¨ªtica de despidos discriminatorios seguida por la patronal". Frente a esta porci¨®n de la plantilla que secunda las directrices de la mayor¨ªa del comit¨¦ de empresa en el que son predominantes CC OO y CAT (Colectivo Autogestionario de Trabajadores escindido de USO), unos doscientos trabajadores de producci¨®n y administraci¨®n de la misma factor¨ªa entran todos los d¨ªas a trabajar bajo la mirada de sus compa?eros en huelga y custodiados por varios veh¨ªculos de la Guardia Civil apostados en las inmediaciones de las instalaciones fabriles. Los or¨ªgenes del conflicto se remontan al 28 de febrero, momento en que la empresa procedi¨® a despedir a doce trabajadores al mismo tiempo que impon¨ªa hasta 45 sanciones en pocos d¨ªas. Todos estas medidas se justificaron con razones estrictamente disciplinarias "relativas a la disminuci¨®n del rendimiento laboral" por parte de los afectados. El comit¨¦ de empresa convoc¨® en aquella ocasi¨®n una huelga legal que fue secundada por la mayor¨ªa de la plantilla, argumentando que los despidos y sanciones se hab¨ªan cebado en las personas destacadas por sus actividades sindicales, muchas de las cuales hab¨ªan figurado en las listas electorales de las centrales de izquierda en los recientes comicios sindicales.
Tras dos semanas de huelga, los representantes de la empresa y de los trabajadores se avinieron a firmar una soluci¨®n negociada que comportaba, previa indemnizaci¨®n, el mantenimiento de los despidos dictados, la reducci¨®n de las sanciones y el reconocimiento parcial de los cambios en los m¨¦todos de trabajo introducidos por la empresa. Una semana despu¨¦s de reanudarse el trabajo la normalidad volvi¨® a quedar interrumpida al producirse cuatro nuevos despidos que afectaron a dos miembros de CC OO y a dos del CAT.
Esta medida fue fundamentada, una vez m¨¢s, en razones de descenso del rendimiento por parte de los sancionados. Los miembros del comit¨¦ de empresa las valoraron, por el contrario, como "una tentativa de implantar a cualquier precio las nuevas normas de control de calidad".
A partir de ese momento los acontecimientos se precipitaron convoc¨¢ndose una huelga que acabar¨ªa convirti¨¦ndose en indefinida y que se arrastra siete semanas.
Esta segunda convocatoria fue secundada por un n¨²mero menor de trabajadores, mientras la mayor parte de la plantilla se mantuvo en el normal desarrollo de sus actividades laborales.
Las concentraciones realizadas por los huelguistas en las inmediaciones de la factor¨ªa de Cheste vinieron acompa?adas de frecuentes enfrentamientos entre ¨¦stos y sus compa?eros que desoyeron la convocatoria. La intervenci¨®n de la Guardia Civil, que se apost¨® a la entrada de la factor¨ªa con gran despliegue de efectivos, acab¨® de exasperar los ¨¢nimos de unos y otros y los episodios de agresiones por ambas partes llegaron a convertirse en pr¨¢ctica usual, hasta el punto de haber querellas judiciales. Mientras el comit¨¦ de empresa considera lesionado su derecho a controlar desde dentro de la factor¨ªa la ausencia de presiones para ocupar los puestos de trabajo de los huelguistas, la direcci¨®n de personal de S¨¢ez Merino justifica el recurso a la fuerza p¨²blica como medio de asegurar, el derecho a trabajar de quienes no se han sumado a la huelga".
Todos los intentos de negociaci¨®n que la direcci¨®n de S¨¢ez Merino y el comit¨¦ de empresa aseguran haber emprendido hasta el momento, se han saldado con un rotundo fracaso y a los 51 d¨ªas de huelga las posturas permanecen completamente enfrentadas.
Los huelguistas han recurrido a la movilizaci¨®n ciudadana, fruto de la cual ha sido una concentraci¨®n realizada en Cheste, as¨ª como una interpelaci¨®n parlamentaria del grupo comunista sobre las libertades sindicales en la firma S¨¢ez Merino y la solicitud de dimisi¨®n del gobernador civil respaldada por la direcci¨®n de CC OO.
Para Jos¨¦ Miguel Mart¨ªnez, jefe de personal del grupo S¨¢ez Merino, "los verdaderos motivos del conflicto son extralaborales, y el mayor obst¨¢culo para el entendimiento proviene ya de la dificultad de restablecer la convivencia en la plantilla tras la huelga".
Por su parte, Ram¨®n Bermell, presidente del comit¨¦ de empresa, atribuye la responsabilidad de la situaci¨®n a "la l¨ªnea que viene desarrollando la direcci¨®n y que tiende a la eliminaci¨®n de los sindicatos de clase".
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