El presidente de la corrida propondr¨¢ la inhabilitaci¨®n

Una vez concluido el festejo de ayer, el presidente de la corrida, comisario Garc¨ªa Conde, nos manifest¨® que va a proponer a la autoridad superior la m¨¢xima sanci¨®n que prev¨¦ el reglamento taurino, para Curro Romero, por su inhibici¨®n como director de lidia, y para el picador que infringi¨® las reglas de la suerte de varas en el cuarto toro. Esta m¨¢xima sanci¨®n es la inhabilitaci¨®n.El comisario Garc¨ªa Conde a?adi¨® que, en la misma propuesta, har¨¢ ver la inconveniencia de que Curro Romero toree en Madrid la corrida del pr¨®ximo d¨ªa 3, para la que est¨¢ anunciado. En cambio, a pregunta de un redactor de este peri¨®dico, dijo que no proced¨ªa ordenar la prisi¨®n preventiva, como ped¨ªan, a gritos, numerosos espectadores.

Cuando el mencionado diestro atraves¨® el t¨²nel del patio de caballos, se encontr¨® con cientos de personas en actitud furibunda, algunas de las cuales intentaban agredirle. En !a calle esperaban muchas m¨¢s. Un cord¨®n de polic¨ªas le protegi¨®, y por las galer¨ªas interiores del coso fueron conducidos, el espada y su cuadrilla, hasta las oficinas de la empresa.

Curro Romero se cambi¨® all¨ª de ropa y esper¨® a que la gente hubiera abandonado los alrededores de la plaza. A las 22,15 horas la cuadrilla embarc¨® en dos autom¨®viles, en los que fue conducida al hotel. Pocos minutos m¨¢s tarde aparec¨ªa en el patio de arrastre Curro Romero, vestido con camisa a rayas encarnadas, jersey azul y pantal¨®n gris perla. Reflejaba preocupaci¨®n en el rostro. Le acompa?aba Manuel Cisneros -que es el representante de su exclusivista Pedro Bala?¨¢-, en quien era claramente perceptible el disgusto profundo.

Varias docenas de agentes de la Polic¨ªa Nacional se encontraban en el patio de arrastre, custodiando a Romero, y tambi¨¦n algunos empleados de la plaza y muy pocos aficionados y curiosos, que se limitaron a seguirle de cerca. Un capit¨¢n de la Polic¨ªa Nacional le cogi¨® del brazo, para apartarle de la curiosidad de la gente. Finalmente, Curro Romero, Cisneros y varios agentes, subieron a una furgoneta de la Polic¨ªa, que los traslad¨® hasta el hotel. Al abandonar la plaza, un grupo de personas, que esperaba junto a la puerta, increp¨® al torero.

A primeras horas de la pasada madrugada, Manuel Cisneros nos manifestaba que Curro Romero permanec¨ªa en su habitaci¨®n del hotel, muy afectado por lo sucedido y deseando torear el d¨ªa 3 en Madrid, para desquitarse. "Siempre, claro est¨¢", a?adi¨®, "que se vayan a lidiar los toros de la ganader¨ªa anunciada, pues los cambios de ¨²ltima hora no ofrecen garant¨ªas y menos a este tipo de toreros, que tienen una especial idiosincrasia. Curro ya sabe c¨®mo es: unos d¨ªas, como ayer; otros, genial".