Simon y Garfunkel

Me parece particularmente molesto el inter¨¦s del se?or J. M. Costa por ignorar la opini¨®n de 30.000 personas. Ya empez¨® a avisarnos en su Pasa a la p¨¢gina 12 Viene de la p¨¢gina 11 art¨ªculo del 25 del presente mes de mayo, cuando defini¨® a los futuros asistentes al concierto como treinta?eros y nost¨¢lgicos (sus opiniones sobre Simon y Garfunkel son particulares y respetables), pero creo que con su cr¨ªtica al recital ha resbalado totalmente.No se rompieron guitarras, no hubo saltos ni violencia, no hubo largas peroratas, quiz¨¢ Simon y Garfunke1 estuvieron algo sosos, pero eso es algo que no recuerdo cuando pienso en lo que hicieron sobre el escenario. Efectivamente, las canciones no eran rubricadas con rugidos, fue algo m¨¢s emocionante: eran premiadas antes, durante y despu¨¦s de su interpretaci¨®n con la emoci¨®n sincera del p¨²blico, que se manifestaba en enormes ovaciones tras cada tema.

Fue un concierto maravilloso, el mejor de mi vida (y he visto muchos, aunque muchos menos que el se?or Costa). Simon y Garfunkel no hablaron, pero jam¨¢s he visto fundirse a 30.000 personas de tal forma con unas canciones y sus int¨¦rpretes./